Muchas cosas influyen en la manera en que luce tu pelo: tu genética, tus hábitos alimenticios, el clima y fundamentalmente, los productos que utilizás para cuidarlo. Si, el suave equilibrio de tu cabello puede verse alterado por una mala elección de artículos de cuidado capilar. Estas son las claves para identificar qué es exactamente lo que estás necesitando de acuerdo a tu tipo de pelo.
Cabello graso
- Características. Salís de la ducha sintiéndote espléndida y fresca pero no pasan muchas horas hasta que volvés a ver tu pelo con apariencia "mojada" y a sentirte aceitosa. Cuando tenés un evento después del trabajo sos capaz de volver a tu casa para lavarlo y lograr que se resetée. Pocos peinados te duran sin desarmarse o aplastarse.
- La buena noticia. Este tipo de pelos resisten muy bien procesos como la decoloración ya que tienen una humectación natural.
- La solución. Intentá ducharte siempre apenas arranca el día ya que también se acumula suciedad durante la noche. Además, considerá este truco de las abuelas: cuando tengas un día muy largo, hacete el último enjuague con un limón exprimido en un litro de agua. El limón funciona como astringente.
Cabello seco
- Características. Luce duro y quebradizo. No podés peinarlo mucho o desenredarlo fuerte porque "se corta", aún estando húmedo. Esta característica hace que tampoco tenga mucho cuerpo ni brillo y que sea difícil de mantener largo. El verano es su peor amenaza: el cloro o la sal del mar le quitan aún más cuerpo.
- La buena noticia. Podés no lavarlo durante días porque casi no se ensucia y además, mantiene peinados y alisados caseros en perfectas condiciones durante un largo tiempo.
- La solución. Hacer una mascarilla súper nutritiva semanal debería estar entre tus hábitos. También usar aceites esenciales como los de rosa mosqueta o palta para nutrirlo luego de la ducha o incluso durante el día cuando lo sientas muy seco. No lo expongas a altas temperaturas, ni en la ducha, ni con planchitas y secadores.
Cabello mixto
- Características. Te preocupan tus puntas secas que tienden a quebrarse, pero más te preocupan tus raíces grasas. Cuando te decidís a usar productos humectantes, el cuero cabelludo se pone tan graso que te aparece caspa y picazón. Pero si usás productos astringentes, las puntas te quedan resentidas. Es muy complicado cuidarlo porque no sabés que combatir ¡si la grasitud o la sequedad!
- La buena noticia. En los últimos años ha habido muchos avances en lo que respecto a productos destinados a esta tipología capilar.
- La solución. Elvive acaba de lanzar una línea de productos elaborados a base de Arcilla Purificante, un ingrediente que limpia profundamente, de la forma exacta que necesitan estos cabellos. La marca propone un tratamiento de tres pasos especialmente pensada. Para empezar, ofrece una novedosa máscara pre-shampoo que contiene un 30% de arcilla pura y que se puede aplicar hasta dos veces por semana para controlar la grasitud. Su aplicación se hace con el pelo seco o ligeramente húmedo y hay que dejarlo actuar por cinco minutos antes de enjuagarlo. Inmediatamente después, el Shampoo de Arcilla Purificante refresca y profundiza la limpieza. Este producto además, aporta nutrientes que mantienen el pelo equilibrado e hidratado por mucho más tiempo. Por último, el tercer paso es aplicar el acondicionador de la línea. Lo que lo distingue es su textura ligera y sin siliconas que libera al pelo de la acumulación de residuos post lavado, es decir, que no lo deja cubierto ni "cargado" con sustancias grasosas. Lo ideal es que uses la línea de Elvive Arcilla Purificante con agua tibia o tirando a fría, para que tus cutículas se mantengan selladas y que luego te peines con un cepillo de cerdas naturales y sin apelar al secador. El esfuerzo va a valer la pena.
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