Gastos hormiga: ¿cuáles son y cómo organizarnos para evitarlos?
¿Cómo enfrentar (y sobrevivir) la incertidumbre financiera y bajar la ansiedad alrededor de nuestra salud financiera? No es simple en este contexto de incertidumbre. Hablamos ccon una experta para que nos ayude con los gastos hormiga.
16 de mayo de 2024
Gastos hormiga: ¿cómo identificarlos y organizarlos? - Créditos: Getty
Estamos viviendo un momento en el que la centralidad de nuestras conversaciones diarias gira alrededor del dinero, su valor y la forma de usarlo. La inflación, la variabilidad de precios de los productos y servicios y la economía de nuestro país nos tienen continuamente en tensión.
A la realidad de cada una, le sumamos ahora el contexto general.
La clave, como para casi todo, es informarse y despejar dudas. Esta vez, nos enfocamos en los gastos hormiga. Charlamos con Aldana Hamer (@femeninasfinancieras), inversionista, coach financiera y escritora, autora del libro ¡STOP! Mujeres invirtiendo para que nos ayude con sus conocimientos ver cómo podemos organizar nuestros gastos hormiga, que pueden llevarse buena parte de nuesto presupuesto.
¿Cómo organizar los gastos hormiga?
La mejor manera de controlar los famosos “gastos hormiga”, aquellos pequeños consumos en los que incurrimos sin darnos cuenta y que terminan afectando nuestro presupuesto, es llevando una planilla de manera mensual (como la que te dejamos acá); la idea es que diariamente registres en una de estas planillas impresas, en un Excel o en una app los gastos que tuviste en el día.
Esto es un hábito, no se adquiere de un día para el otro, sino que se trabaja de a poco y con constancia. Sería algo así como nuestro “skin care financiero”: al principio nos da fiaca, pero rápidamente observamos los resultados. Así, a lo largo de los meses vamos a ir identificando patrones de consumo, aumentos en productos o servicios, épocas del año en que gastamos más (por ejemplo, marzo y diciembre).
Estos hallazgos nos van a permitir planificar mejor nuestras finanzas. Ojo, esto no quiere decir que vamos a ahorrar con un solo objetivo, sino que el ideal de finanzas saludables es ahorrar para invertir en un futuro y para controlar la ansiedad y el estrés respecto a nuestra economía.
Una buena planificación nos da, además de mucha información sobre nosotras mismas o nuestras familias, la posibilidad de predecir e intervenir en nuestras finanzas.
Una propuesta para lograrlo es ponernos el objetivo de ahorrar siempre al menos el 10% de nuestros ingresos. Esto tiene que ser cuando ingresan, que es muy distinto a ahorrar cuando pago todo y después me fijo si me sobra algo (que probablemente no ocurra). En este caso, el orden de los factores sí altera el producto. Aunque el monto que logremos separar sea bajo, es importante hacerlo y luego invertirlo pasándolo a una moneda dura, comprando un CEDEAR o una caución. La finalidad es que te vayas generando el hábito del ahorro (por eso no importa tanto la cantidad que puedas ir ahorrando).