Muna Pauls: "quiero estudiar afuera pero volver y hacer mi carrera en Argentina"
Muna Pauls hizo su primera tapa de revista junto a su mamá Agustina Cherri donde hablaron de su lanzamiento como cantante, de su vínculo madre-hija y hasta del posible regreso de Chiquititas.
30 de septiembre de 2022
Muna Pauls y Agustina Cherri - Créditos: Guido Adler
Es un día importante para Agustina Cherri y Muna Pauls y todos los que estamos detrás de esta nota queremos que sea lo más especial y cuidado posible. Muna (la primera hija de Agustina y Gastón Pauls), junto con su familia, decidió hacer su primera tapa. “Queríamos que fuera en OHLALÁ!”, nos dice Agustina un rato antes de empezar con las fotos, y, aunque parece resuelta, cuando arrancamos con los primeros flashes no puede dejar de emocionarse: la más grande de sus pequeños está posando a su lado y entró de lleno a un mundo que ella conoce desde que tiene 6. Entre risas, abrazos y alguna lágrima, se repite a sí misma como un mantra: “Esto iba a pasar, está bien”. Sabe que es lo que Muna eligió. A sus 13 años, está decidida a iniciar su carrera de cantante y, de a poquito, va construyendo ese camino.
¿Qué significa esta tapa que finalmente llega?
Agus: Significa mucho porque es la primera vez que, como familia, hablamos de la posibilidad de aceptar hacer una entrevista. Ella no hace mucho que se dio a conocer porque, mientras era chica, teníamos un recurso de amparo, cuidamos mucho su privacidad, sobre todo hasta que ella decidiera que quería mostrarse, y tenía ganas de mostrar lo que hacía. Muna canta y hace música, así que es un día que nunca pensé que iba a suceder, pero que llegó y estoy muy contenta. Muna: Yo también estoy muy contenta. Desde que era chiquita, siempre fueron muy cuidadosos conmigo, y ahora no puedo creer hacer mi primera tapa, y encima con OHLALÁ!, que es re linda, y con mamá. Porque no es que estoy sola, estamos juntas. Es buenísimo.
¿Cómo fue que te plantaste y les pediste poder mostrarte?
M: Canto desde que tengo dos años, tomo clases desde los 6, y cuando cumplí 11 les dije: “Quiero empezar a mostrar lo que hago”. Además, quería empezar a mostrarme porque siempre fui como la niña sin cara. Finalmente me dejaron y ahí subí mi primer cover.
¿Y qué onda cuando lo subió y todo el mundo flasheó con la chiquita?
A: Sí... no sabíamos mucho lo que iba a pasar. Lo único que teníamos en claro era que en esa cuenta solo se podía subir música: todo lo de niña en la cuenta privada. Y ella: “Sí, sí, sí, eso es lo que quiero mostrar”. Sabíamos que se iba a ver mucho lo que ella hiciera, pero yo nunca me imaginé que iba a tener tanta repercusión. Gracias a Dios, buena. A mí, como madre, me daba miedo que ella empezara a tener mucha presión del afuera, de la mirada externa, pero bueno, en eso también ella nos sorprendió porque, si bien tiene su cuenta que tiene un montón de seguidores y todo, no está atada al algoritmo o los followers, quizás a veces pasa un mes, dos meses, y no sube nada, y hasta yo le digo: “Muni, no subiste”, “no, no, como que todavía no encontré qué subir”. Eso está bueno, porque lo sigue viviendo como una nena, cuando tiene ganas sube y si no tiene, no sube.
Contaste hace poco sobre un posible regreso de Chiquititas, ¿se viene?
A: Yo tengo relación con Cris Morena, más allá de lo laboral, y obviamente que siempre está la idea de volver a hacer algo. Ella siempre quiso hacer algo con Muna desde que era muy chiquita, pero siempre le dije que no, posponía ese momento. Y ahora, cuando ella empezó a mostrarse más, cuando cantó en público, me dijo: “Si va a hacer algo, lo hace conmigo”. Pero bueno, justo ahora Muna está perfilándose más como cantante, quiere hacer su música, está componiendo, está empezando a grabar y ponernos a hacer una serie la posicionaría en otro lado. Quizá más adelante pueda hacer una serie en un rol más de actriz. De a poco.
Muna, ¿y qué pasitos estás dando hacia el lugar adonde estás yendo?
M: Estamos metiéndole. Lento, a mi tiempo, mamá y papa siempre fueron muy respetuosos de mis tiempos, de si estoy agobiada, de si son muchas clases. Pero ahora le estoy metiendo mucho. Estoy tomando clases de piano, canto, composición, guitarra, además voy a la fonoaudióloga.
A: Ahora tiene más actividades que yo. Pero está buenísimo porque se está formando y lo bueno es que hoy, en el auto, veníamos escuchando una versión que hizo de un tema y le digo: “Este es el resultado del trabajo”. Es increíble lo que está logrando, porque nació con esa voz pero, ¿cómo la perfeccionás? Hay que trabajarla, estudiar.
Agustina Cherri embarazada de su cuarto hijo. - Créditos: Guido Adler
¿Qué estilo de música elegís?
M: Es una mezcla de lo que se escucha ahora con lo que se escuchaba antes, con lo que me hizo escuchar papá desde que era muy chiquita. Le agradezco a él porque ahora tengo una gran cantidad de músicas y letras en mi cabeza, y eso me ayuda a escribir. En mi inspiración encontrás desde una bossa hasta un Spinetta.
Agus, ¿y a vos qué te pasa con esta Muna tan decidida, que crece y ya está entrando en la adolescencia?
A: Es una edad difícil. Lo bueno es que tiene claro qué es lo que quiere. Viste que es una edad en la que una suele decir “qué carajo voy a hacer”, no tenés ni idea. Ella sabe lo que quiere y está trabajando para conseguirlo, pero bueno, después la veo como cualquier a adolescente que tiene sus vaivenes emocionales y que medio que tenés que estar sosteniendo y tratando de compartir y acompañar como podés.
Muna, tenés muchísimos seguidores, ¿te paso de angustiarte o abrumarte con los comentarios?
M: Siempre va a haber alguien que diga algo que no estás esperando escuchar. Mamá y papá me dijeron que siempre va a estar ese comentario porque de 1000, 5 van a ser así. Trato de no engancharme.
Clarísimo. Y otra cosa, ya hiciste una experiencia de aprendizaje en Go Broadway, en Nueva York. ¿Tu idea es irte a estudiar afuera cuando termines la secundaria?
M: Me gustaría irme a estudiar, a capacitarme afuera, pero volver. Mi carrera la quiero hacer acá.
¿Son muy emocionales las dos? Vos, Agus, sos la última gran llorona de la tele, ¿lloraste más en la vida o en las novelas?
A: No, obvio que lloro y lloré en la vida real, pero nunca tanto como en la tele, lo que no quiere decir que no sea llorona. En las tiras siempre lloré mucho, siempre algo me faltaba, siempre me daban motivos para llorar.
M: Igual, cuando te pasa algo, intentás superarlo, sos muy de decir: “Bueno, está bien, me pasó esto, pero ya pasó”, sos más de ir para adelante. Yo, en cambio, soy más de “me voy a morir” por cualquier pavada.
A: Sí, ella es espamentosa, dramática. Pero también es la edad...
Le dedicaste a Muna un posteo agradeciéndole por cómo te ayuda en la crianza, ¿qué aporta ella a sus 13 años en esta familia?
M: Es medio un quilombo. Pero Pepo, que es el novio de mi mama, el papá de mi hermana, también ayuda un montonazo. Siempre nos ayuda, entonces no estamos solas. Obvio que cuido a Alba para que duerman la siesta, pero yo lo vivo como un juego, un intercambio...
A: Es que sí, a veces es necesario, ellos están más grandes y es realmente de gran ayuda. Cuando ellos eran chiquitos, yo decía “me voy a bañar” y era un quilombo, pero ahora es un placer contar con la ayuda de los hermanos mayores. Además, es muy responsable y le gustan los chicos.
¿Qué te enseñó Muna?
A: Y Muna es la primera, Muna abrió todo. Fue todo aprendizaje, entender lo que le pasaba a mi cuerpo, a mi vida... Por más que pase el tiempo, con ella soy más exigente que con los demás. No sé si porque es la primera, porque es mujer, porque me siento tan identificada en un montón de cosas... Yo sé todo lo bueno que tiene, entonces quiero ayudarla y acompañarla, sobre todo en este nuevo camino que emprende profesionalmente, para que labure las cositas que sé que el día de mañana le van a complicar en algún punto, porque yo ya lo viví, y mientras pueda la voy a ayudar para que le sea un poco más fácil.
Y vos Muna, ¿también sos exigente con vos misma?
M: Reeee, sobre todo con la música. Mamá me tiene que decir: “Dejame escuchar y no me digas nada”.
A: Porque empieza a sonar y ella ya arranca a acotar críticas y comentarios. Y a veces eso está bueno en la búsqueda de crecer y ser mejor, pero a veces no está bueno porque no termina de disfrutar ciertas cosas. El tema es perfecto, pero hay dos minidetalles que para ella se llevan toda la atención. No es tan importante, enfocá en lo bueno.
¿Cómo definirían el vínculo entre ustedes? ¿Cómo se enriquecen?
M: A veces llego con un problemón y mamá me dice: “No es tan grave”. Sin eso no podría vivir; para mí todo sería un problemón.
A: A mí Muna me sacó del centro, me corrió del protagonismo. Desde muy chica me pasó de estar en lugares muy populares. Aunque en casa trataban de darme una vida lo más normal posible, todo pasaba por mí, por mis horarios, por mis cosas, por mis planes. De repente nació Muna y dejé de ser protagonista, y ahí me pasó un poco el “¿y ahora qué hago con esto?”. Tuve que reacomodar toda mi vida. Por suerte, me pude acomodar. Quería estar presente, para mí era clave ser buena madre, soñaba con ser mamá, era lo que me terminaba de completar, entonces ahí hubo como un gran aprendizaje y ella fue la que me enseñó eso.
¿Y tu papá qué te aporta, cómo es tu vínculo con Gastón?
M: Mi papá es lo contrario a mamá: es igual a mí. A veces con algunas cosas a las que no les doy tanta importancia, ponele, el otro día se me rompió el cargador que era de mamá y dije: “Bueno, voy a usar la técnica de mamá, no me importa”, y papá se pone a profundizar. Nuestra conexión es demasiado fuerte. Podemos estar a metros y metros y mirarnos y saber qué nos queremos decir.
¿Cuál es la red, sobre todo tuya, Agus, para criar?
A: Tomás, sobre todo, o sea, estamos juntos desde que los chicos eran muy chiquitos. Milo ni siquiera tiene recuerdos míos con Gasti. Él fue un gran sostén para mí, recién separada, con ellos chiquitos. Y mirá lo que es la vida que, hoy por hoy, ocho años después, quien nos ayuda mucho a mí y a Tomás con nuestros trabajos y con la vida que llevamos con mis hijos chiquitos es Gastón. Tenemos una relación medio extraordinaria, Gastón nos cuida a Alba cuando nosotros tenemos que hacer planes. Somos una familia muy particular, hay gente que no lo comprende, pero así somos. De hecho, entre Tomás y Gastón resuelven, ni siquiera es que yo estoy en el medio, hablan entre ellos. Es lo más sano que sea así, por todos. No tenés una idea de lo que es el amor que Alba le tiene a Gastón.
Se multiplicó el amor.
A: Y sí, es fabuloso. Vivimos todos en el mismo barrio cerrado, a tres cuadras. Mi mamá vive en el medio, entre la casa de Gasti y la nuestra. Ahora viene el hermano de Gastón y tenemos a toda la familia.
Y ahora estás remodelando tu casa. Es la misma casa que tenés desde que cumpliste 15 años, ¿no?
A: Sí, es la casa que mis padres compraron cuando yo tenía 15 años con lo que gané en mi trabajo, como inversión, quedó y fue mutando. Hay algo que pasa en esa casa, en ese lugar, no me puedo ir de ahí, la voy transformando, con mi vida.
Agustina Cherri y Muna Pauls en su primera tapa para OHLALÁ! - Créditos: Guido Adler
Muchas vidas en una misma vida y todas transcurrieron en esa casa.
A: Claro, y fui transformándola a medida que se iba transformando mi vida. Hoy por hoy, con cuatro niños en edades muy distintas, más nosotros, pensamos que era necesario ampliarnos. Y, como siempre, arrancás por una cosita y terminás dinamitando la casa. Pero igual seguimos ahí adentro, no nos fuimos ni para la obra. Pero lo venimos llevando bastante bien, porque nos gusta.
¿Y ya hay planes laborales para 2023 o esperás a que nazca el bebito (que espera paraenero)? A: Ahora estoy leyendo una obra de teatro porque quiero hacer. El teatro me parece una buena opción con un bebé chiquito y chicos adolescentes. No tengo nada definido, pero casi seguro que en 2023 voy a hacer teatro.
Y vos, Muna, ¿cuándo sale el primer disco?
M: Lo estamos armando. No creo que llegue con un disco completo para fin de año, pero algún temita puede ser.
Agus, cuándo tenías la edad de Muna estabas terminando Chiquititas, ¿qué cosas de las que hiciste te gustaría que no repita y qué otras le aconsejás hacer?
A: Profesionalmente es donde estoy más tranquila. Es una nena que tiene muy claro lo que quiere hacer y de qué manera lo quiere hacer. Es muy poco influenciable, no la podés correr mucho de su lugar. Tiene clarísimo qué es lo que quiere cantar y qué es lo que no. A veces yo le digo: “Pero ¿por qué no le pones tal cosa?”, y no, no hay forma. Como consejo, que respete los tiempos, que no se apure, porque viste que ahora con las redes, los nuevos medios y la cantidad de artistas, muchas veces las cosas explotan un tiempo y después caen...
Todo pasa a mayor velocidad.
A: Sí, la velocidad con la que se sube es la misma con la que después se cae. Yo muchas veces le dije: “Vos tenés que pensar qué es lo que querés, ¿querés vivir toda la vida de esto y que esto sea tu carrera? Tenés que tomártelo con tiempo y no apurarte ahora. Si vos querés que sea “bueno me va bien ahora, le saco el jugo un ratito, pim pam y se terminó”, también está bien, pero es otro camino.
¿Qué cosas te han resultado a vos a lo largo de tu vida como para bajar a tierra y no irte volando en ese cohete a alta velocidad?
A: Creo que mi familia, mi mamá, mi papá, que nada tienen que ver con el medio. Todo el tiempo, cuando yo llegaba de hacer cuatro Gran Rex de Chiquititas y me trataban como una más, tipo: “Andá a poner la mesa, hacé la cama”. Es que todo esto, las cámaras, las producciones de fotos, todo esto no existe, no es lo real. Digo, sí existe, pero la vida está en otro lado, lo que te va a acompañar toda la vida son los valores, es otra cosa.
Y vos, Muna, ¿qué cosas sentís que hacés para estar a tierra y conectarte con lo que te pasa? M: Lo mismo que mamá: mi familia, mi mamá y mi papá. Y también están mis amigas, More, Valen, Clarita, que siempre están. Nos conocemos desde mini, y siempre están ahí. Me quieren por lo que soy, sin importar si estoy muy arriba o muy abajo... Ahora vuelvo a casa, las llamo para que vengan y todo esto se apaga. Soy una más. •