Halloween: este es el verdadero origen de la noche de las brujas

 

En definitiva, lo que hoy conocemos como la noche de Halloween, proviene de la festividad celta Salhaim, cuyo significado es “final del verano”. Para los celtas, el año se dividía en dos estaciones: la de la luz y la de la oscuridad (en vez de cuatro como en la actualidad). Justamente, al finalizar el verano, se festejaba lo cosechado y se guardaban las semillas para el próximo ciclo. Esta era la fiesta más importante de su calendario que cerraba ese ciclo y daba inicio a un nuevo año.

Pero entonces, ¿de dónde provienen los disfraces y el terror? Es que sumado a esto, los celtas creían que en esta época, entre una estación y otra, existía un momento de transición o “portal” donde los espíritus podían venir a visitar a sus seres queridos desde el más allá. Esta puerta hacia el mundo de los muertos se abría durante la noche del tercer y último día de fiesta y, aunque es lindo pensar en volver a compartir tiempo con aquellos seres queridos que no están más físicamente entre nosotros, los celtas también creían que podían atravesar el portal todo tipo de espíritus, incluso los malignos.

 

De esta forma, Salhaim era un momento muy esperado pero había que estar atentos a los peligros que también conllevaba la apertura del puente entre ambos mundos. Por este motivo, se hacían grandes fogatas para mantener alejados a los espíritus malignos. Además, los druidas o sacerdotes celtas se colocaban pieles de animales para poder comunicarse con los muertos y ese sería el aparente origen de los disfraces. Aunque otras versiones dicen que estos se deben a que toda la comunidad se disfrazaba para despistar a las entidades que quisieran hacer el mal.

Los irlandeses también trajeron consigo la costumbre de que los niños pidan dulces puerta a puerta, ya que en su tradición se pedían pasteles para liberar almas del purgatorio (o como ofrenda para los muertos en su versión celta). Al llegar a Estados Unidos, en vez de utlilizar nabos para hacer los faroles, los cambiaron por calabazas instaurando el ya tan icónico símbolo de Halloween.

Conocer el origen de Halloween es una linda forma de volver a alinearnos con las fuerzas, tanto de la naturaleza, como aquellas invisibles y espirituales. ¡A festejar!