Julieta Zylberberg: “Si vos no querés, la pareja no se descuida"

“Hola, Juli, ¿qué vas a comer hoy?”. Así la saluda una de las camareras a Julieta apenas entra en su bar preferido de Colegiales, camuflada como una vecina más, con el pelo mojado, calzas, zapatillas y con un morocho bien diferente del castaño con el que solemos verla en la tele. Acaba de dejar a su hijo, Luis Ernesto, en el jardín y, mientras nos muestra fotos de él disfrazado del Hombre Araña en el celu y se come un plato de pasta –como si aún le quedaran reminiscencias de la producción de fotos, donde posó como una madonna italiana–, nos comparte su momento actual, abriéndonos una pequeña ventana por donde espiar un presente lleno de proyectos. Juli está a full, agotada pero feliz: terminó las grabaciones de Loco por vos y se metió de lleno con las de Jardín de bronce, una serie para HBO en coproducción con Pol-ka. Y fueron esas pilas y esa energía vital que la caracteriza las que nos llevaron a elegirla como una de las chicas de tapa que formarán parte de nuestro primer programa de tele en el nuevo canal LN+, que ya está al aire.

Con algo de cautela para preservarse en un momento de sobrexposición mediática, Juli nos cuenta entre bocados cómo vive las repercusiones de Loco por vos, su primer protagónico en tele.

Depende. Al principio, cuando arranca el programa, me miro bastante, pero después me pasa que es un horario difícil con un hijo, porque es justo cuando lo bañás, comés, él quiere mirar los dibujitos... Aunque sí, si me divierte lo que hice, me miro.

Por ahí cuando era más chica sí, me decía: “¿Por qué hice así esta escena?” o “acá podría haber hecho otra cosa”, pero siento que con los años me volví muy tranquila y segura conmigo en lo que hace a mi trabajo.

No, no me copa nada, pero es parte de lo que hago. Igual, soy bastante distinta en la tele de como soy en la vida, como que un poco me camuflo. Por ejemplo, ahora estoy morocha y en la tele estoy más rubiona porque lo grabé antes. En general, si se da con buena onda o que la gente viene y te pide una foto, no hay drama. Capaz siento que se genera más histeria con los hombres, viste...

Sí, re. Justo él está como galán en Educando a Nina, pero tampoco es que andamos mucho por la calle, la verdad es que estamos todo el día trabajando o nos juntamos a comer con amigos.

Perfecto. Porque es un actor hermoso, él es espectacular. ¡Además, está fuerte, vamos! Y es lógico que pase porque está en prime time y es el chico de la novela, pero después, más allá de eso, es un actorazo.

Cero. ¿De que las chicas lo miren?

No, pero a veces él me los lee y nos reímos, porque le ponen cada cosa, son re zarpadas las minas, le dicen cosas irreproducibles, pero no te puede dar celos eso. Como a él tampoco le va a dar celos si a un pibe le gusto yo porque estoy en la tele, es lo menos sensual del mundo.

Es que, en realidad, si vos no querés, la pareja no se descuida. La exposición es para los otros. Los demás son los que te miran. Puertas adentro, nosotros hacemos lo mismo de siempre: nos encontramos a la noche, cenamos, salimos..., lo mismo que antes.

Con Esteban siempre fuimos muy de estar por afuera, de hacer la nuestra; no andamos por la noche, no vamos a eventos. Solo voy si me pagan o si es algo de trabajo, pero nuestra vida corre muy por el costado de todo eso e intentamos que siga siendo como fue hasta ahora.

No, la verdad es que estamos juntos desde hace 10 años y crecimos mucho a nivel profesional también. Y estuvo genial que el crecimiento haya sido parejo. Por ahí si es desigual es más difícil, pero depende de la pareja, dónde uno ponga el foco. El tema de cómo se viven las frustraciones de uno o de otro es difícil, siempre se van a ver reflejadas en la pareja y, de alguna forma, se comparten. Y la persona que tenés en tu casa es la que se liga todo, pero eso puede pasar en cualquier profesión.

No sé, la verdad es que soy como de ir encaminando todo hacia poder elegir cosas que me hagan seguir disfrutando de mi trabajo como yo lo disfruto, cosas que me entusiasmen, que me gusten.

No, me siento cómoda navegando las dos aguas, digamos. La verdad es que cuando terminé de grabar Loco por vos y me llamaron para este proyecto más dramático, dije: “Menos mal”, porque si hubiese tenido que hacer algo cómico..., siento que estoy un poco exprimida, ya falta de ideas, y pasar a otra tónica me gusta, me alimenta, me parece que está buenísimo ir buscando ese contraste, otros matices. En general, me pasa que tengo esa suerte, que me suelen llamar de cosas muy distintas. Y eso es algo que excede a un actor.

Sí, por supuesto. De hecho, a Luis lo cambié de turno en el jardín para que no se acostara tan temprano y así poder verlo todos los días. El año pasado yo llegaba de grabar todos los días a las 7.30 de la tarde y él se dormía a las ocho y algo, así que prácticamente no lo veía. Ahora, en cambio, se está acostando a las doce con nosotros y eso está buenísimo. Nos levantamos tarde, hacemos fiaca en la cama o vamos a desayunar juntos a algún barcito...

Ay, sí, duerme, duerme. Igual, digamos que no es su fuerte, no es “faaa, espectacular lo que duerme”. Pero ahora se levanta una vez para mudarse a nuestra cama, me pide un vasito de leche ¡y listo!

No uso las teorías de madres, la verdad, porque me parecen todas medio tremendas; cada una hace lo que puede, con el hijo que tiene, con el momento laboral que tiene. Por supuesto que me gustaría que durmiera en su cama o de corrido, pero la verdad es que, levantándonos con Esteban todos los días a las 6 de la mañana, no podíamos estar sin dormir, así que en un momento fue: “Bueno, dale, pasate a mi cama”. Igual, de todas las teorías, no escucho nada, creo que todos los chicos son distintos, una es madre de una persona que tiene mucha personalidad desde muy chiquito. Por ejemplo, el “Duérmete, niño” es tremendo. Una vez traté de aplicarlo y me planté: “Esteban, esta noche Luis va a dormir en su cuarto, no le voy a dar mamadera”. Me acuerdo de que lloró ¡cuatro horas!

Cuando ya estaba al borde de la locura, le dije: “Tomá la mamadera, vení a mi cama, basta, te doy todo lo que quieras”. Yo no me la banqué, sentí que no era para mí, ni por cansancio ni por angustia, o porque mi hijo es muy persistente. Me ganó, qué sé yo... Me parece que cada una hace lo que puede, siempre que sea con amor.

¡Estoy fascinada! El otro día, me regaló un anillo de compromiso. “Tomá, mami, es para vos”. Es una edad muy increíble, en la que empezás a compartir más con él. Y te desafía. No puedo creer los planteos que me hace; el otro día, me tiró: “Mami, ¿qué es la apatía?”. Y así me pasa con miles de temas: cómo se hizo el mundo, cómo se fabrican las cosas...

¡No, no estoy zafando nada! El otro día, lo llevé a ver la película Cigüeñas y en el medio de la peli me dice: “Pero ¿cómo se fabrican los bebés?”. Y le dije: “Ahora terminamos la peli y te contesto...”.

Después se olvidó, pero, ponele, mi hermana está embarazada y cuando la ve empieza: “¿Por dónde salen los bebés?”. Yo le cuento todo, pero sigue indagando: “¿Cómo se agranda para que salga un bebé?”. “No sé, hijo, es un milagro, es casi ciencia ficción”, le digo. Y con el padre también está súper copado igual, más identificado con la parte más chabón, con el “yo hago gimnasia, tengo músculo”, o te tira frases del tipo: “Los hombres tenemos mas fuerza que las mujeres”.

Sí, re, o sea, siento que justo se complicó por el trabajo, porque ahora estamos los dos medio a full. Pero tengo re ganas. Luis ya nos pide un hermanito, y tampoco tengo 15 años, no tengo tanto tiempo..., digamos que en algún momento tengo que encarar. Yo tengo dos hermanas y quiero que él tenga hermanos, y aparte me dan ganas de tener más de un hijo, pero, bueno, estamos viendo el momento. También me tengo que mudar, vivimos en un departamento muy chico, ¡no entramos!

¡Sí, somos re salidores los dos!

Cero. Mis suegros viven en Ameghino y mi vieja es como “abuela moderna” que trabaja, es joven, pero tenemos a Vero, que es magia en mi vida, sin ella sería la ruina directamente. Prefiero cualquier cosa a estar sin Vero. Se queda una noche por semana para que podamos salir juntos.

Soy muy poco pudorosa con el cuerpo, capaz cuando era más chica me daba timidez, no en la intimidad sino en la vida, pero ahora no tengo vergüenza. Tampoco tengo la necesidad de salir entangada si no tiene sentido, pero si se da una foto más osada que está buena, no tengo drama.

Sí, ahora que estoy con un poco más de tiempo, sí. Corro un poco con un personal trainer, a veces en el gym y a veces al aire libre. Lo hago con mi entrenador que es lo más y, de hecho, Esteban también entrena con él.

Sí, compartimos entrenador, no entrenamiento, porque hacemos cosas muy diferentes. Imaginate que él siempre entrenó un montón. Yo soy más tranqui, estoy yendo con mis amigas de la secundaria, y te liquida. Nos arma como un circuito de postas, y es mucha gente, como 40 personas, haciendo lo mismo, estoy re copada.

No. Capaz en algún momento me agarre, qué sé yo, pero estuve tantos años de novia que mejor dejémoslo así, no nos vamos a casar ahora después de 10 años de estar juntos...

No, tiene que ver con que no nos casamos, y me parece que es lindo ser novios, que el compromiso que nos una sea que nos gustamos, que nos queremos, que estamos copados uno con el otro y por eso estamos juntos, no porque hayamos firmado nada.

No, un hijo es un fruto más de ese amor y nos conforma como equipo además de como pareja, pero me parece que el concepto del noviazgo es lindo mantenerlo, como para que perdure algo de la esencia.

No sé si inicial, sino algo que sigue moviéndose. La pareja es algo que está en movimiento, algo que está vivo. •

Maquilló Consuelo Tapia para Frumboli Estudio con productos Lancôme. Peinó Belén Sáenz para Frumboli Estudio. Agradecemos a Juana Mauri, Juana Maers y al consorcio y vecinos del barrio Parque Los Andes por su colaboración en esta nota.