"Me diagnosticaron autismo de adulta": el conmovedor testimonio de la artista Luciana Garabello
La artista e ilustradora Luciana Garabello recibió, a sus 48 años, un diagnóstico de autismo. En esta columna, nos cuenta cómo eso se convirtió en un momento bisagra para su forma de vivir.
29 de enero de 2024
La artista plástica e ilustradora Luciana Garabello nos cuenta su vivencia al recibir el diagnóstico de autismo. - Créditos: Mica Bianchi
A los 48 años me recibí de neurodivergente, y a mucha honra. Me enteré por mi hija. Ella venía en tratamiento neurológico desde los 6 años, con otro diagnóstico y medicación, y el instinto de padres nos decía que algo no estaba bien, algo no cerraba. Entonces, decidimos dar un volantazo y buscar otra opinión, y ahí todo cambió. Pasamos por una infinidad de estudios hasta llegar a su diagnóstico: condición del espectro autista. Entonces, todo cobró sentido y logramos hilvanar algunas de las características de nuestra hija: dislexia, epilepsia, TDAH. Paralelamente a este torbellino, surgieron preguntas que nos hicimos como padres, no solo sobre el desarrollo de nuestra hija, sino también sobre la historia clínica de cada uno de nosotros. El autismo puede tener un componente hereditario y ahí, como Alicia en el país de las maravillas, caí yo.
Luciana y su hija, también diagnosticada con una condición del espectro autista - Créditos: Mica Bianchi
Recuerdo la pregunta clave de la médica: “Decime, Lu, ¿tomaste medicaciones psiquiátricas alguna vez?”. Ahí mismo me desmoroné mientras le enumeraba mis 48 años de tratamientos para la ansiedad, la depresión y la desregulación emocional, entre otras cositas.
Al principio no entendía como no me lo habían diagnosticado antes. Había vivido 48 años sintiéndome diferente, hiperventilando mi ansiedad en reuniones sociales, tratando de entender los grises cuando mi mente procesa todo en blanco o negro. En ese momento toqué fondo y estuve muy triste, confundida, enojada, paranoica, culposa.
"No entendía cómo no me lo habían diagnosticado antes. Había vivido 48 años sintiéndome diferente, hiperventilando mi ansiedad en reuniones sociales, tratando de entender los grises cuando mi mente procesa todo en blanco o negro."
"Hasta hace muy poco, se creía que el autismo era una condición solo de varones" - cuenta Luciana. - Créditos: Mica Bianchi
Con el tiempo y con la ayuda de la terapeuta de mi hija, comprendí que iba a poder acomodarme y que había muchas mujeres como yo, que recibían su diagnóstico de adultas o que, lamentablemente, pasaban su vida sin recibir ningún tipo de tratamiento, resignándose a que algo estaba roto en ellas. Esto se debe a que, hasta hace muy poco, se creía que el autismo era una condición solo de varones. Quizá por sesgo de género o porque los rasgos que presentan las mujeres son diferentes, o porque, hábil y tristemente, solemos enmascararlos sin darnos cuenta, en un afán de ser aceptadas.
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