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Maju Lozano reveló que le diagnosticaron autismo: cómo se transita el autismo de mujeres en la adultez

El año pasado fue récord de mujeres adultas diagnosticadas con autismo. Maju Lozano acaba de revelar que le diagnosticaron autismo. Te contamos sobre las personalidades neurodivergentes.


Maju Lozano contó que le diagnosticaron autismo de adulta.

Maju Lozano contó que le diagnosticaron autismo de adulta. - Créditos: Captura de TV



Maju Lozano acaba de contar que le diagnosticaron autismo: “Me sucedían cosas que no entendía, y esto es un volver a nacer”. Este no es un hecho aislado. 

En 2022 se rompió con los récords de mujeres adultas que fueron diagnosticadas con autismo, a tal punto, que todos los días llegan muchos mails de mujeres en busca de su diagnóstico a PANAACEA (Programa Argentino para Niños, Adolescentes y Adultos con Condiciones del Espectro Autista) sintiéndose identificadas, porque leyeron algo en sus redes sociales o escucharon alguna mujer hablando de autismo en primera persona en los medios de comunicación.

Con el diagnóstico, llega una sensación de alivio y comprensión, dejan de culparse por cómo son y se aceptan. La autovaloración está ligada a sus identidades y el cambio que se produce en ellas es muy potente. De hecho, las mujeres autistas, usan la palabra “soy” autista como parte de su identidad y no “tengo” autismo como algo ajeno. Como si fuera una característica más de su identidad: “soy morocha, soy alta, soy autista.”  

¿Qué es ser autista?

Cuando hablamos de autismo hablamos de personas neurodivergentes, un grupo de individuos con características diferentes a los patrones dominantes de funcionamiento. Es erróneo pensar si el autismo tiene cura o no, ya que no es una enfermedad. Una mujer con características autistas es simplemente una mujer con una mente que funciona de manera distinta a la media; lo que sucede, es que venimos de una tradición donde esas características están metidas en un manual de psiquiatría e identificadas como un trastorno, pero el autismo no es un trastorno ni una patología. Si empezamos a verlo desde el nuevo paradigma de la neurodiversidad, entenderíamos que todos los seres humanos somos diferentes, nuestras mentes son distintas, como son diferentes nuestro color de piel o de pelo.

La estadística tradicional reflejaba una relación de solo una mujer autista por cada cuatro hombres autistas. Hoy en día esa relación cambió: hoy existe 1 mujer por cada 2 varones y se está próximo a empatar, dado que estudios recientes informan que hay un 80% de mujeres no diagnosticadas en el mundo. Nos encontramos en el medio del proceso. Entre los últimos 5 y 10 años hubo una propagación impresionante de mujeres adultas diagnosticadas, siendo que las mujeres pasaban desapercibidas, no solo por su rol cultural, sino también porque existen algunas diferencias funcionales entre el cerebro femenino y el masculino. En las mujeres, las áreas relacionadas con la interacción social y la comunicación, suelen estar más desarrolladas que en los hombres y al desenvolverse socialmente con más facilidad, pasan por debajo del radar. Hay que tener en cuenta que los desafíos socio-comunicacionales son la principal característica dentro del espectro autista.

5 áreas para identificar si una mujer está dentro del espectro autista

#HablemosdeAutismo

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En el cuestionario GQ-ASC, utilizado para diagnosticar a una Mujer Adulta Autista se indaga sobre 5 áreas específicas:

  • Su imaginación cuando era niña y la forma en que jugaba.

  • Su procesamiento sensorial, ya que suelen presentar un desorden al procesar de forma atípica y muy sensible ciertos estímulos como los ruidos, luces, texturas, olores y sabores.

  • Sus intereses restringidos, actividades absorbentes que tienen que ver con sus pasiones.

  • Sus dificultades para la interacción social y el agotamiento que les produce socializar.                                                                      

  • El camuflaje o “masking”, una herramienta a la que recurren para disimular esas características que las hacen atípicas frente a la miradas de los demás, así como un gran poder de imitación de otras personas, que les permite sobrevivir, encajar e insertarse en la sociedad pagando un costo de estrés muy alto.

La presencia de estos rasgos, su grado y combinación entre ellos es lo que define a una mujer adulta autista. De todas formas, encontramos mucha variabilidad y heterogeneidad dentro del espectro. Por ejemplo, hay mujeres que no hablan y otras que hablan mucho y de manera sofisticada. Lo mismo pasa con el nivel cognitivo, existen personas con discapacidad intelectual y otras con un coeficiente intelectual por arriba de la media. También es variable la cantidad de apoyo que necesitan; algunas personas requieren de mucha ayuda, mientras que a otras no les hace falta. 

¿Qué red de contención y apoyo necesitan?

Los apoyos más frecuentes que reciben son la terapia ocupacional especializada en la teoría de integración sensorial en relación con la hipersensibilidad y la psicoterapia cognitiva en relación con la ansiedad, también médicos psiquiatras si fuera necesario. La ansiedad, la depresión y los efectos del estrés son temas que preocupan dentro del espectro autista. “Los profesionales de la salud no debemos meternos a cambiar las características de las personas autistas, no tenemos que brindarles un tratamiento por cómo son, por su manera de ser, sino atender aquellas cuestiones que las hacen sufrir” menciona Alexia Rattazzi, médica psiquiatra y directora de PANAACEA.

“Hoy en día existe cierto desconocimiento por parte de los profesionales de la salud con respecto al concepto de la Neurodiversidad. Si consideramos que el autismo es parte de la diversidad humana, probablemente en algunos años ya no encontremos al autismo en los manuales diagnósticos que usan los psiquiatras, ni serán los profesionales de la salud los que hagan un “diagnóstico”, sino que serán las personas que se “autopercibirán” autistas, como ocurre con otras diversidades que están ligadas a la identidad de la persona" - concluye Rattazzi.

Visibilizar el espectro

El autismo es algo físicamente invisible que se empieza a notar cuando las mujeres dentro del espectro interactúan socialmente. De hecho, las barreras que operan en contra de ellas también son invisibles, como los estereotipos, las creencias, los mitos y la ignorancia de las personas que están alrededor. Es decir, sus dificultades no tienen que ver con sus características individuales sino con los muros que encuentran en los contextos donde ellas se mueven. Si la persona a cargo de decidir si una mujer autista, ingresa o no a un trabajo o a la universidad, desconoce del tema o está llena de prejuicios, probablemente le cortará el ingreso a ese contexto. Hagamos entonces un llamado al respeto, a la accesibilidad y a la amabilidad de los contextos, para que todas las mujeres ejerzan plenamente sus derechos, como el acceso a la salud, la educación, el trabajo, la vida independiente, la sexualidad, la vida afectiva, la no discriminación, etc.

Todos somos parte de la neurodiversidad humana. Como el mar, el mar de la humanidad es neurodiverso. El concepto de neurodiversidad no tiene categorías. Seamos conscientes y respetemos la diversidad, porque la diversidad nos enriquece siempre. Aceptemos a las personas como son y así, sembraremos dignidad humana, empatía y gratitud.

En primera persona: "El diagnóstico me ayudó a respetarme más y a perdonarme más"

"Soy Mora y tengo 36 años. Nací en Córdoba Capital y vivo en Buenos Aires. Trabajo en una consultora hace 7 años como Gerente Regional de Tecnología. Me diagnosticaron autismo hace seis meses y la mayoría de las personas que me conocen, no lo creen. Hice un excelente trabajo sobreviviendo al mundo, debería recibir un premio al mejor “masking “de la historia. Cuando era chica, mi papá me enseñó a jugar ajedrez y mi vida fue justamente eso, un juego estratégico. Construí mi vida bajo “mi manual de supervivencia”, estudié psicología, leí libros sobre trastornos de la personalidad, sobre emociones tóxicas e inteligencia emocional, sobre ansiedad y depresión, todo lo hacía para poder comprender a las personas. Me pasé la vida modificando mi comportamiento para no chocar con la gente. Tuve que aprender a convivir con normas con las que no estuve de acuerdo, callar cosas que pensaba y “actuar” para ser lo que se esperaba que sea. De esa forma, logré ser independiente, “ser funcional”. Algunas personas piensan que ser funcional hace que mi vida sea más fácil, pues les digo que no, me cuesta muchísimo, es un trabajo durísimo ser mejor cada día.

En mis primeras sesiones de terapia le comenté a mi psicóloga que mi hija era autista y que yo había tenido una sospecha de serlo hacía 8 años atrás, pero que al contactar con una organización especializada en el tema me contestaron que no podía estar dentro del espectro por ser mujer y por mi forma de escribir, y ante esa respuesta lo descarté. Por suerte, mi psicóloga resultó ser una conocedora del tema y me pidió que me contactara con una profesional especializada en mujeres adultas autistas. Eso hice y así fue como lo confirmé. 

Es una característica nuestra ser extremadamente detallistas. No entiendo los dobles sentidos ni los chistes. Soy literal al hablar y al procesar la información. Tengo dificultades sensoriales, inflexibilidad. Sufro estrés social, más de una vez tuve que esconderme en el baño en mi trabajo buscando algo de silencio para recuperarme. Tengo mutismo selectivo, al volver del trabajo muchas veces no puedo hablar, necesito estar en silencio para poder recuperarme. A veces el mutismo me dura días…

El diagnóstico fue un antes y un después. Me ayudó a respetarme más y a perdonarme más. Ya venía trabajando mucho en mí, sé quién soy, pero ahora quiero conectar con mi yo autista y permitirle salir. Nunca dejé que saliera por el “qué dirán” y no quiero vivir más así. Las personas autistas no estamos condenadas, podemos mejorar y progresar. Tenemos mucho para ofrecer con nuestra mente diferente. Podemos aportar ideas que nadie más va a poner sobre la mesa".

AUTISMORED: lanzan la primera red social dedicada al autismo

Recientemente se lanzó Autismored, que es la primera plataforma digital, global y gratuita enfocada en las Condiciones del Espectro Autista (CEA) que, a través de un sistema de geolocalización, conecta a familias con profesionales, recursos y apoyos en un solo lugar.

En la plataforma pueden sumarse personas con condiciones del espectro autista, así como familiares directos e indirectos, y todo aquel interesado. Además, pueden ofrecer sus servicios, recursos o apoyos en la plataforma, profesionales especializados o representantes de una organización y/o empresa. En línea con esto último, en Autismored podrán encontrar información sobre:

Educación: escuelas, terciarios y universidades que brinden asistencia.

Salud: profesionales de la salud, centros o equipos de diagnóstico y tratamiento, centros de análisis clínicos y centros educativos terapéuticos, hospitales, centros de salud, y lugares de internación médica.

Comunidad: comercios y servicios amigables al autismo.

Ocio: figuras de apoyo para el ocio y la recreación, empresas, organizaciones y agencias de turismo.

Inserción laboral: oportunidades de empleo, preparadores y coaches laborales, organizaciones y consultoras dedicadas al empleo, a la formación laboral, y talleres protegidos.

Legal: abogados, consejeros legales y organismos que defienden los derechos de las personas en el espectro autista.

Más info: autismored.org.

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