Karonchi, a un mes de su separación: ¿ahora dónde reclamo mis matrimillas?
Tras su separación, Karen Barg, de visita en Buenos Aires nos cuenta un aprendizaje: “No quiero volver a desconectarme de mí nunca más”. Y se pregunta: ¿dónde se reclaman las matrimillas?
29 de marzo de 2023
Karen en una juntada con seguidoras, que la recibieron con amor y regalos. - Créditos: Gentileza Karen Barg
Ya pasó casi un mes de la separación, estoy en Buenos Aires, rodeada del amor de mi familia y amigos.
Debo confesar que me siento mucho mejor, de hecho, me animo a decir que estoy feliz.
Sin embargo, hay una duda que me viene quemando un poco: ¿dónde reclamo mis matrimillas?
Claro que uno tiene que dar sin esperar nada a cambio, pero también es cierto que en las parejas debería haber un equilibrio entre lo que uno da y lo que recibe. Digo “debería” y, en verdad, ahora no tengo nada de esto muy claro.
Me puse a escribir y me doy cuenta de que lo que me duele no es no poder canjear mis matrimillas, lo que me duele es que dije que sí a muchas cosas que quería decir que no. Y en ese momento no me di cuenta. Y me duele ver lo desconectada que estuve de mí, que no podía distinguir lo que me parecía bien de lo que me parecía mal.
Me pregunto y me vuelvo a preguntar: ¿cómo llegué hasta acá? Yo, que me jactaba de tener mucha personalidad.
No tengo una respuesta todavía, pero tengo la certeza de que tiene una razón: que tuve que estar en ese lugar para poder abrir los ojos ahora y prepararme para mi nueva vida. Y, cuando digo prepararme, me refiero a conectarme plenamente conmigo y mis deseos.
No quiero volver a desconectarme de mí nunca más.
Miro para atrás y veo que me puse en pausa. Me daba cuenta de que no podía avanzar, pero no entendía por qué quería, intentaba, probaba, pero al poco tiempo volvía a esa pausa en la que me creía sentir segura.
Es difícil estar conectados con nosotros mismos; a veces, hay cosas que no queremos ver, entonces nos desconectamos y seguimos en piloto automático creyendo que no pasa nada. Y pasa de todo.
Karen, en la piscina de su casa, en Buenos Aires. - Créditos: Gentileza Karen Barg
Karen nos cuenta: "Me saqué la alianza y me compré un anillo". - Créditos: Gentileza Karen Barg
Y quizás los últimos años no pude hacerme cargo de todo eso que pasaba y mi mecanismo de defensa fue desconectar.
No me culpo, confío en que, aunque hoy me duela, fue perfecto.
En pocos días vuelvo a Madrid y tengo muchos proyectos que me entusiasman.
Es la primera vez en la vida que estoy sola para mí, yo soy mi responsabilidad.
Y no pienso desaprovechar ni un minuto de mí.
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