Metaverso: ¿pagarías por un labial para tu avatar?

Rápidamente les describo el juego: te parás sobre una cama saltarina cuadrada frente a un monitor que te escanea y de repente ahí estas vos en la pantalla en tamaño hormiga pero con tu ropa y tus movimientos, saltando y jugando como si fueras parte de lo que pasa dentro de ese universo paralelo. ¿Eso es un metaverso? Bueno, simbólicamente es bastante parecido a uno.

Los metaversos son espacios ficticios, aunque compatibles con lo que percibimos como realidad. ¿Les suena Fortnite o Roblox? Aunque al principio los relacionamos con el mundo gamer, son verdaderos mundos en 3D (o universos) paralelos totalmente inmersivos en los que vivimos, jugamos, interactuamos y también consumimos. Y acá entra el pensamiento que atravesó mi mente mientras saltaba y movía mis brazos sin parar como si jugara al voley con una bola de fuego.

“¡Qué canchera queda mi remera de margaritas con este mom jean!”. Sí, mi otro yo tamaño hormiga tenía onda en la pantalla. Y el pensamiento que le siguió: “es por esto que las marcas de moda y belleza empezaron a vender ropa y productos beauty para avatares. Te estás viendo vivir, querés verte bien”. Eso que me sonaba delirante empieza a tener sentido. Una cosa lleva a la otra y cuando no nos demos cuenta vamos a estar comprando vestidos, trajes de baño y hasta labiales para nuestro otro yo virtual. Es que eso ya está pasando. Quizá vos todavía no lo hagás. Puede que creas que nunca serías capaz. Pero hoy ya no son solo los niños y adolescentes del mundo los que compran “skins” para sus personajes. Las grandes marcas de moda y belleza del mundo ya tienen sus propuestas para los consumidores del metaverso.

Para hablar de cómo el mundo fashion ya se metió al metaverso hace falta aclarar algo más. La moda en los metaversos está ligada a los NFT (que viene de las palabras Non Fungible Tokens). Como cada “prenda” está relacionada a un NFT, es posible comprar y vender objetos digitales únicos a través de la tecnología blockchain que permite verifcar y certificar la propiedad.

Es por esto que ahora a los equipos de diseño de las grandes tiendas del mundo se incorporaron especialistas en tecnología NFT, modelamiento 3D, realidad virtual, realidad aumentada, y otras disciplinas techie.

Zara, junto con la marca textil asiática Zepeto, lanzó AZ Collection que permite vestir avatares con la moda de la firma española. Las prendas virtuales de la firma española estarán disponibles para la compra tanto en tiendas físicas (6 tiendas en el mundo van a tenerlas) como digitales a partir del 6 de diciembre. Por otro lado, Balenciaga ya creó una línea de looks virtuales para Fortnite y Adidas exhibe prendas deportivas virtuales en The Sandbox, uno de los metaversos más populares. Burberry, Gucci, Ralph Lauren y Reebok también incursionaron en el mundo virtual. Burberry, por ejemplo, lanzó 5 diseños exclusivos de carteras que estuvieron disponibles en la tienda de Roblox durante 24 horas desde del 11 al 15 de julio por 800 Roblox, que equivale a 8.99 libras.

Lo último, lo más nuevo, es la incorporación del mundo del make up al metaverso. Si bien todavía falta mucho para una experiencia completa, ya son muchas las marcas de belleza que se están animando a la transformación. Dior se metió en Zepeto, una app surcoreana que permite crear avatares animados (su lema es: “otro yo en otro universo”) y es la app más beauty friendly, con looks de maquillaje exclusivos. Desde el 13 de junio, Givenchy también tiene su Beauty House en Roblox donde máquinas expendedoras están llenas de bolsos con la forma del icónico labial Le Rouge y hasta pueden participar de un concurso de maquillaje replicando un look específico para ganar productos virtuales. L’Oréal Paris, creó maquillajes virtuales que funcionan como filtro para hacer una videollamada por Zoom y Etude también abrió una tienda virtual en Zepeto donde podés maquillar a tu avatar con una colección completa de maquillajes.

¿Pagarías por un labial en el metaverso? ¿Y por una cartera? La primera vez que escuché esta pregunta me pareció increíble siquiera pensarlo. Pero ese instante mientras saltaba en la cama elástica en el que pensé qué bien me quedaba el look me hizo volver a pensar y preguntarme ahora:¿cuánto pagaría por un outfit para mi otro yo virtual?