Ni Una Menos: ¿qué pasó con el caso de Chiara Páez?
Te contamos en qué estado está el caso por el femicidio de Chiara Páez, que dio origen a la primera marcha feminista masiva en el país.
3 de junio de 2024 • 11:00
Produccion para un especial sobre femicidios y abusos sexuales contra menores de edad ("Peque–as Inocentes"). Fabio Paez, padre de Chiara Paez, asesinada en 2015 en Rufino, Santa Fe. 20-11-18. Foto: Marcelo Manera
“Ni una menos nació ante el hartazgo por la violencia machista, que tiene su punto más cruel en el femicidio”, así empieza la carta orgánica del movimiento. Los primeros tuits con este lema aparecieron luego del crimen de Chiara Páez, la adolescente de 14 años que estaba embarazada y fue asesinada por su novio. “¿No pensamos hacer nada? Nos están matando a todas”, se comenzaron a preguntar varias mujeres.
Desde hace nueve años #Niunamenos convoca a miles de mujeres y disidencias a reclamar por el fin de los femicidios y a la violencia machista en sus multiples dimensiones. La consigna también se extendió a otros países de Latinoamérica y España. Pero ¿qué pasó con aquel primer caso que dio el puntapié inicial a este movimiento.
En marzo del año pasado, Manuel Ignacio Mansilla, el joven condenado por el femicidio de Chiara Páez, recibió efectivamente la rebaja de su pena, la cual estaba prevista en 21 años y 6 meses y ahora fue modificada a 15 años. Con la decisión conocida este año, se reabrió con fuerzas el debate acerca de la urgencia en denunciar los argumentos machistas que todavía se esgrimen en la justicia patriarcal.
El fallo de la Suprema Corte santafesina ya había hecho hincapié en febrero de 2022 en la condición de menor de Mansilla al momento del hecho – cuando él tenía 15 años- y consideró que debe aplicarse la ley penal juvenil.
En esta línea, en marzo pasado los jueces Guillermo Llaudet, Georgina Depetris y Javier Beltramone establecieron finalmente que el acusado cumpla la pena de 15 años en vez de los 21 y 6 meses que le había dado el fuero de menores, al cumplimentar la orden de la Suprema Corte de Justicia de Santa Fe, que había considerado que el fallo de primera instancia se había "apartado de los principios específicos vigentes en el derecho penal juvenil".
Por su parte, Verónica Camargo, madre de Chiara, se pronunció muy desilusionada con el Poder Judicial, que sin duda continúa siendo fuertemente patriarcal. Dijo que en Santa Fe el sistema judicial con respecto a minoridad "es arcaico". "Nosotros no somos querella, por lo que dependemos de un fiscal que actúa en nombre de Chiara", indicó.
¿Quién era Chiara Páez?
Chiara vivía en Rufino, Santa Fe. Sus padres estaban separados y ella vivía con su mamá y su hermana, con quien era muy apegada. Colaboraba en una escuela de equinoterapia (terapia física y mental con caballos) para chicos con discapacidad y ayudaba a su mamá en actividades en la iglesia de la ciudad. Tenía catorce años y cursaba segundo año del secundario cuando quedó embarazada de su novio Manuel Mansilla. Hacía un año que estaban juntos y ella había decidido continuar con el embarazo. “Las pocas veces que me relacioné con él, era un chico extremadamente tranquilo. No era un noviazgo tóxico”, recuerda su hermana Romina en una entrevista.
El 9 de mayo de 2015 Chiara salió a cenar con amigas y luego se fue con su novio. Prometió que volvería. Pero no volvió. Sus amigas se preocuparon por su tardanza. La llamaron y no obtuvieron respuesta. Tampoco había llegado a su casa. Luego de algunos episodios confusos dieron alarma a la policía. En pocas horas la ciudad estaba movilizada. Miles de personas salieron a buscarla por cada rincón. Su cuerpo apareció al día siguiente, enterrado en la casa de los abuelos de su novio, luego de que él confesara el crimen.
El caso hoy
Mansilla confesó haber asesinado a la adolescente, porque ella se había negado a abortar. En 2017 fue condenado por la justicia argentina a 21 años y medio de prisión. La sentencia fue confirmada el 2 de marzo de 2018 por la Cámara de Apelaciones de Rosario. Pero en febrero del año pasado la Corte Suprema de Justicia de Santa Fe la anuló y ordenó que Mansilla sea nuevamente juzgado por un tribunal de la Justicia de Menores. Y, como ya contamos, en marzo de este año, se conoció la resolución final.
De acuerdo al fallo, él era menor de edad al momento de cometer el asesinato. Por eso, se le puede aplicar una pena de 10 a 15 años por tentativa de homicidio. Al haber cumplido casi siete años en la cárcel, si la condena se amolda a lo planteado por la Corte, podrá acceder al beneficio de salidas transitorias. En sus argumentos, los jueces de la Corte santafesina indicaron que si bien la Cámara no estaba “obligada” sino “facultada” a aplicar el artículo 4 de la ley 22.278, optó por una alternativa mediante la cual “se apartó de los principios específicos vigentes en el derecho penal juvenil y legalidad -al efectuar una integración normativa en perjuicio del imputado-, lo cual la torna descalificable desde la óptica constitucional, debiendo ser anulada”.
El asesinato de Chiara fue el último de una serie de femicidios que hizo que el 3 de junio de 2015 miles de mujeres salieran a las calles a protestar. Hoy, con los nuevos acontecimientos relacionados al caso y la continuidad de estos crímenes, tanto en Rufino como en otras localidades, se siente el grito: “¡Ni una menos!”.
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