Guía Michelin: cómo es el proceso para recibir la codiciada Estrella

La historia inicia en 1900, cuando la famosa empresa de neumáticos sacó una guía que constaba de soluciones a problemas mecánicos, pero también incluía algunas recomendaciones para los automovilistas sobre dónde parar a comer o a dormir. La sección gastronómica fue tal suceso que decidieron ir más allá y promoverla, para lo cual armaron grupos secretos de inspectores que recorrían los lugares con el fin de ver cuáles recomendar.

Fue en 1926 cuando comenzaron a calificar a estos sitios con estrellas, un método que se mantiene hoy en día y se ha convertido en un codiciado reconocimiento que otorgan a los restaurantes que proponen una cocina excepcional.

Cuando un país, restaurante u hotel es elegido para ser incluido en la Guía Michelin, recibe la visita anónima de un equipo de famosos inspectores, todos ellos empleados a tiempo completo por Michelin, siendo antiguos profesionales de la hostelería y la restauración: "Una vez que varios inspectores han comido en un restaurante, se reúnen y ponen en común sus diferentes experiencias para tomar la decisión final en equipo".

Lo fundamental es ese anonimato: nadie debe saber que quien está probando un plato es en realidad un juez.

Para obtener una estrella, lo que se considera es el plato de un restaurante, evaluado teniendo en cuenta cinco criterios: calidad de los ingredientes, armonía de los sabores, dominio de la técnica, la personalidad del chef plasmada a través de su cocina, y la regularidad a lo largo del tiempo y de la propuesta en su conjunto.

Para mantener la Estrella en el tiempo, cada lugar galardonado debe esforzarse y cuidarse, pues los inspectores seguirán pasando de manera anónima varias veces al año para comprobar que la calidad siga intacta. Caso contrario, el premio les será retirado.
 

Existen tres niveles con los cuales se condecora:

Una Estrella MICHELIN se le concede a "los restaurantes que, utilizando ingredientes de la máxima calidad, preparan platos con sabores distintos y a un alto nivel constante".

Dos Estrellas MICHELIN se obtienen cuando "los platos ponen de manifiesto la personalidad y el talento del chef. La cocina destaca por su refinamiento e inspiración".

Mientras que obtener Tres Estrellas MICHELIN es el mayor reconocimiento, reservado "para una cocina fuera de lo común. Los chefs que alcanzan este galardón se encuentran en la cúspide de su carrera y elevan la cocina a la categoría de arte, proponiendo platos llamados, en ocasiones, a convertirse en clásicos".

Además, se puede otorgar el galardón Bib Gourmand, que celebra "la buena relación calidad/precio y destaca la cocina sencilla, pero hábil, a un precio asequible", así como también la reciente Estrella Verde, otorgada desde 2020, la cual se concede a "los restaurantes que son un modelo a seguir en lo que respecta a la gastronomía sostenible".