Twitter en la era de Elon Musk: qué pasa y cuáles son las críticas a la red social

Es probable que hayas notado que desde hace unos días hay un nuevo ícono debajo de cada tuit a la izquierda. Es el dibujo de las estadísticas que, en teoría, expone la cantidad de veces que fue visto el contenido. Esto forma parte de una nueva iniciativa de Elon, el nuevo dueño de la red social. Desde hace varios días, Twitter le muestra a todas las personas que usan la red social cuál es el impacto (o las impresiones) de cada tuit. Es una función que suele estar escondida en las redes sociales. Pero ahora deciden mostrarlo en todas las cuentas.

Con esta nueva función, Elon (con más de 123 millones de seguidores en Twitter) pretende demostrar que la red social está viva. Desde que asumió su rol como CEO de Twitter, se ha tomado muy en serio la misión de cambiar (mejorar para él) la plataforma.

La era Elon Musk en Twitter empezó picante. A la semana de comprar la plataforma, despidió a casi la mitad de sus empleados (trabajaban más de 7000 personas). Y por estos días, muchos de los despedidos encaran una batalla legal contra la empresa por no haber recibido sus indemnizaciones prometidas. Desde antes de la compra de la red social, Elon era muy tuitero. Pero luego de la adquisición, todos los trapitos al sol de las internas de la empresa, fueron expuestos en tuits en su cuenta.

Apenas asumió, el empresario empezó a arengar una causa (¿común?) en la red social. Desde su llegada a Twitter, ha sostenido que tendremos que pagar si queremos tener una cuenta verificada (la insignia azul). A través de Twitter Blue, una suscripción paga opcional (que ya existía), se puede obtener la verificación azul. Por USD 8 por mes, no solo es posible tener este distintivo, sino también descargar videos en resolución FullHD, o escribir tuits de hasta 4000 caracteres, y muchas otras funciones ligadas al diseño de la red social y algunas funciones extras.

Elon había prometido, antes de comprar la red social, que haría grandes cambios en el modelo de negocios de la red social que, hasta su llegada, dependía de la publicidad. El empresario tiene el objetivo de reducir la contribución a partir de anuncios del 90% al 50%. Así, busca generar más ganancias a partir del sistema de suscripción.

En el Twitter de Elon ya no existe la moderación de contenidos. Además, le ha declarado la guerra a los bots de spam (su gran obsesión) y quiere que todos los humanos que usan la red social pasen por un proceso de autenticación de identidad para que no existan perfiles falsos (el único punto que tiene verdadero valor para esta y otras redes sociales).

¿Cuál es el problema entonces? Hasta ahora, todo suena como una estrategia más de una gran compañía de tecnología liderada por un… ¿genio o impostor? (me pregunta siempre un amigo cuando hablamos de Elon). El empresario ha dicho que quiere que Twitter sea una especie de plaza del pueblo digital en donde las personas puedan ser libres de expresarse como quieren. Así, en su gestión, ya ha restablecido las cuentas del expresidente de Estados Unidos Donald Trump o el rapero Kanye West, luego de haber sido suspendidas por incumplir las normas de la red social con sus mensajes de odio.

En el último tiempo se han tomado demasiadas decisiones drásticas para la red social, que duraron poco tiempo. Por ejemplo, el domingo 18 de diciembre, el día de la final Argentina-Francia en la Copa del Mundo, desde la red social decidieron bloquear todas las menciones o enlaces a servicios “competidores", como por ejemplo links de Instagram, Facebook, Linktree o Mastodon (la red social que funciona de forma similar a Twitter, que creció fuertemente en el último tiempo). Luego de varias quejas de usuarios, la empresa se retractó y se bajó de su idea inicial.

Además, el hombre que dice querer proteger la libertad de expresión ha ordenado suspender las cuentas de periodistas de The Washington Post, The New York Times y CNN, que cubren noticias sobre él. En este sentido, Twitter, por orden de Elon, también suspendió la cuenta @elonjet que seguía los vuelos en tiempo real de su jet privado. Se trata de la cuenta del estudiante Jack Sweeney, quien creó un bot para informar los aterrizajes y despegues de su avión privado. Desde que asumió como nuevo CEO, hay una nueva política que prohíbe publicar cualquier tipo de ubicación en tiempo real.

Para volver a activar las cuentas de los periodistas suspendidos, Elon hizo una encuesta en Twitter preguntando a sus millones de seguidores si debía restaurarlas de forma inmediata o no. La mayoría respondió que debía hacerlo de forma inmediata.

El problema es que la verborragia tuitera de Elon hace que sea difícil tomarlo en serio. Hasta ha llegado a hacer una encuesta para saber si la comunidad de Twitter quiere que la red social tenga otro CEO. La mayoría votó que debía dejar su cargo.

La realidad es que la empresa de vanguardia tech nacida en 2006, cuna creativa para miles de empleados que hicieron carrera en Twitter, ya no es la misma. En dos meses, ha perdido la mística y ahora está en manos de alguien que tuitea como adolescente caprichoso. Tal vez sigas usando Twitter como si nada pasara (¿quién se pregunta, acaso, por los dueños de TikTok o Instagram?). Así que, mientras tanto, sigamos haciéndolo sabiendo que mañana todo puede cambiar.