¿Qué pasa cuando limitamos el uso de pantallas en los chicos?
Un estudio de Dinamarca reveló que cuando se limita el tiempo que los niños pasan frente a las pantallas mejora el bienestar emocional y social de niños y adolescentes en solo dos semanas.
18 de agosto de 2024
Un estudio reveló qué sucede cuando se limita el tiempo que los niños pasan frente a las pantallas
Los chicos y chicas están cada vez más expuestos a las pantallas. Lo vemos cuando salimos a comer y observamos familias sentadas tranquilas, mientras los más chicos están obnubilados con un celular. O cuando un abuelo le regala una tablet a chicos de tres años. O cuando el pediatra te dice "ponele un videito" para poder auscultarlo sin que llore. Y también es una problemática que aparece en las aulas y que cada vez genera mayores complicaciones. Como mapadres estamos perdidos y no solo no sabemos cuándo se recomienda dar un celular a un menor, sino que tampoco tenemos mucha conciencia de cuáles son los efectos que genera estar tanto tiempo entre pantallas. Y seamos realistas, a nosotros los adultos también nos cuesta "desenchufarnos".
En múltiples investigaciones se sugiere que la exposición temprana y prolongada a medios electrónicos está asociada con un mayor riesgo de tener síntomas psicofísicos como aislamiento social, alteraciones de la atención e hiperactividad, del sueño, trastornos de ansiedad y depresión. Además comprueban que una elevada exposición a la televisión de fondo en menores de 5 años reduce la cantidad y la calidad de las interacciones entre el niño y sus cuidadores y desplaza el tiempo de juego, esto afecta negativamente el uso y la adquisición del lenguaje, la atención, el desarrollo cognitivo y de las funciones ejecutivas. Pero, ¿qué pasa cuando hacemos lo contrario? ¿Qué pasa cuando limitamos el tiempo que los chicos y chicas pasan frente a las pantallas?
Beneficios de limitar el tiempo de pantallas
Desde hace algunos años, la comunidad científica estudia los efectos que genera la exposición a smartphones y tablets, especialmente entre los chicos y los adolescentes. "El tiempo que se pasa utilizando dispositivos multimedia con pantallas es una práctica ubicua en la vida cotidiana de la mayoría de los menores y adultos de todas las sociedades del mundo", afirma Anders Grøntved, catedrático de Ciencias de la Salud en la Universidad del Sur de Dinamarca, que a través del proyecto SCREEN estudian la relación entre vida familiar y pantallas. Una investigación reciente de esta universidad reveló que limitar el tiempo que los niños pasan frente a pantallas puede tener efectos significativos sobre su salud mental y su comportamiento.
En el estudio, publicado en JAMA Network Open, participaron 89 familias con 181 niños y adolescentes de entre cuatro y 17 años. A la mitad de estas familias se les pidió que limitaran su tiempo de ocio frente a la pantalla a un máximo de tres horas por semana, una reducción drástica del promedio, que era de 7-8 horas al día. "Trabajamos para investigar en qué medida los problemas conductuales y emocionales de los menores, la cohesión familiar y el tiempo que pasan juntos en familia se ven afectados por la limitación del uso de las pantallas", explicaGrøntved.
Los resultados fueron notables. Después de sólo dos semanas, los niños mostraron mejoras significativas en su comportamiento general y en su bienestar emocional. Utilizando una herramienta de evaluación estandarizada llamada Cuestionario de Cualidades y Dificultades (SDQ), los investigadores encontraron que los niños experimentaron una disminución en las dificultades de conducta. Las mejoras más notables se observaron en los síntomas relacionados con los problemas emocionales y las dificultades con los compañeros, así como en el comportamiento prosocial, que implica ser considerado y servicial con los demás.
Limitar las pantallas en la escuela también implica mejoras
Los celulares en la escuela
El uso de los smartphones en el aula es un tema que genera polémica desde hace años. Y pospandemia, revisar este tema se hizo ineludible. En este contexto, un nuevo estudio del Instituto Noruego de Salud Pública arroja luz sobre los impactos positivos de impedir que los estudiantes utilicen los smartphones, con beneficios que van desde bienestar de los estudiantes hasta su rendimiento, entre otros.
Italia, Suecia y Finlandia son algunos ejemplos de políticas de “Cero smartphones” en las aulas. Y en varias escuelas de nuestro país, esto ya está en marcha. "Hace años que concientizo sobre tecnología. La discusión tiene mucho más que ver con qué hacemos con la ella, que con prohibirla. A pesar de ese recorrido, cada vez estoy más convencido que que prohibir los celulares en los colegios es fundamental. Los chicos chateando por Whatsapp o mirando redes en el medio una clase o en un recreo cada uno alineado con celular son situaciones que tenemos que frenar. La forma de resolver ese problema va a depender mucho de la cultura y el ecosistema de cada colegio", explica Sebastián Bortnik, experto en Tecnología, autor del Libro Guía para la Crianza en un Mundo Digital (Siglo XXI), y socio de la escuela de ciencia y tecnología para chicos, TecnoKids.
"Hoy está afectando dos variables que son muy importantes para la vida: la sociabilización y la atención. Entonces, cuando el celular o cualquier tecnología se convierte en una barrera, lo tenemos que quitar. Pero cuando el celular se convierte en una herramienta que nos ayuda como puede ser utilizarlo para resolver una un ejercicio o una actividad STEAM de aprender a programar o utilizar la tecnología con formas creativas, bienvenido sea", agrega.
¿Cuál es el tiempo sugerido para las pantallas?
Según la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP), antes de los 2 años, se desaconseja la exposición a todo tipo de pantallas, debido al estado de inmadurez del sistema nervioso central y del aparato psíquico.
Entre 2 y 5 años, recomienda un máximo de entre media y una hora de pantallas de entretenimiento por día. Acompañados por un adulto, que pueda decodificar los estímulos, seleccionar e interpretar los contenidos.
Entre los 5 y los 12 años, el tiempo máximo de uso de pantallas con fines de entretenimiento recomendado se extiende a una hora y media, preferentemente con compañía adulta.
Los adolescentes poseen independencia en el consumo de contenidos en línea, generan e intercambian información, buscan grupos de pertenencia de acuerdo a sus emociones, necesidades e intereses. Transitan una etapa de mayor vulnerabilidad. Por eso, los adultos deben involucrarse y educarlos acerca del derecho a la privacidad y la prevención de riesgos como cyberbullying, grooming, retos peligrosos, alteraciones de la percepción de su imagen, comportamientos problemáticos, exposición a contenidos inapropiados, falsos, patrocinados y/o extremos.
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