Qué es el massage ball, la técnica de masaje facial que mejora el colágeno

Las rutinas faciales realizadas con técnicas manuales tuvieron un boom inesperado durante la pandemia. Es que aquellos meses de quietud, en los que debimos pasar muchísimo tiempo en casa, propiciaron que nos conectáramos con lo manual o terrenal, con esos rituales lentos cuyos resultados son visibles si los realizamos de manera rutinaria. Los videos que circulaban en redes sociales mostrando el paso a paso de rutinas de autocuidado para la piel con distintos elementos (gua sha, rodillos de jade, entre otros) multiplicaron sus reproducciones, haciendo visible el furor por estas nuevas terapias de belleza.

Fue el auge de un nuevo tipo de tratamientos faciales más naturales y sencillos, que ya no incluyen productos químicos muchas veces dañinos para el medio ambiente o perjudiciales para nuestra piel, sino elementos compuestos de materiales y texturas particulares, cuya correcta aplicación mejora la luminosidad y elasticidad de nuestra piel, entre otros beneficios.

Entre ellos, se destaca especialmente el massage ball, una técnica que viene del yoga facial o gym facial y de la fisioterapia y que utiliza tal solo una pelota, y a veces un sérum, que se desliza por determinadas zonas de la cara, cuello y escote. Aunque este tipo de pelotas se utilizan desde hace tiempo en la recuperación y rehabilitación de diversos músculos del cuerpo, su uso sobre el rostro se popularizó en los últimos años. Es un masaje muy relajante y un complemento ideal para sumar a otras técnicas. No solo descontractura y detoxifica, sino que también alivia los males de esta época, como los síntomas del bruxismo, dolores de cabeza y fatiga visual. Además, si se usa la técnica de drenaje, permite reducir bolsas y ojeras. Para complementar, también libera endorfinas, ya que, como todo masaje, es un estímulo para el sistema nervioso central y una pausa de autocuidado que invita al bienestar general.