Cómo cuidar la salud de tu pelo durante el verano

El agua corriente. El agua que usamos para lavarnos tiene cloro y a veces también arrastra metales que están alojados en la cañería. Estos elementos pueden oxidar la fibra capilar y cambiar la tonalidad de nuestro pelo. Una forma de prevenirlo es poner un filtro con carbón activado en los duchadores, así se contrarrestan los efectos negativos del agua de la canilla.

La contaminación ambiental. No es ningún secreto que el smog es terrible para nuestro cuerpo. Entre otras cosas, la polución daña al cuero cabelludo y los largos. Para evitar que el pelo quede reseco y opaco lo mejor es protegerlo con productos que compensen estos efectos.

El surgimiento de nuevas enfermedades como el COVID-19.  Muchas personas que se contagiaron este virus sufrieron caída o debilitamiento del pelo. Si bien en muchos casos esto suele ser temporal, no está de más utilizar productos que ayuden a la salud capilar. Evitá los sulfatos y siliconas porque taponan los poros, así tu cabello va a tener una oxigenación cuidada y va generar el sebo capilar de manera natural.

Los productos de styling que solo cumplen una función cosmética, es decir, lo único que hacen es generar la apariencia de un cabello con plasticidad. Además, al contener una alta cantidad de sulfato, parabenos y silicona, afectan a la salud tanto del cuero cabelludo como de la fibra. Por esas razones se recomienda utilizar líneas de styling que aporten componentes ricos en vitaminas y aminoácidos, esto a su vez ayuda a bajar el nivel de frizz y le da a tu pelo un brillo natural.

La exposición a los rayos ultravioleta. El Sol está cada día más fuerte y si no se usa algún tipo de protección puede dañar a la cutícula y el cuero cabelludo, lo que provoca pérdida de pigmentación en el pelo y un estrés en el cuero cabelludo. Recomendamos proteger la melena con bloqueadores UV y utilizar sombreros o pañuelos para que haya cero daño.

La utilización de secador y plancha sin antes colocar productos de protección térmica. Usar algunos de estos elementos de styling directamente en el pelo es un gran y rotundo “no”. ¿Por qué? el calor elevado hace que el pelo se deshidrate y se rompan las fibras del cabello. Siempre, siempre cubrí tu cabello con un protector térmico.

Los alisados o facilitadores de peinados cuyo principal componente es el formol o sus derivados. Estas sustancias son nocivas no solo para el pelo sino para la salud general. ¿Cuál es el problema? Te prometen resultados inmediatos para controlar el frizz y recuperar el brillo, sin embargo, tienen un lado B terrible. Además de alergias, irritaciones y daños en la dermis, son productos que plastifican el cabello. Una de las consecuencias es que, una vez hecho este tratamiento, es imposible realizar trabajos de coloración de forma adecuada y se corre el riesgo de un corte químico. La recomendación es evitarlos por completo y, de ser necesario, buscar una alternativa natural que genere el efecto que buscamos.

La base de todo es elegir un buen shampoo que fortifique e hidrate. Lo que decimos suena obvio, pero no está de más resaltar lo importante que es. El shampoo es el producto que más utilizamos y, además, lo colocamos directamente sobre nuestro cuero cabelludo, por esto es necesario que este sea el adecuado para nuestro tipo y estado de cabello.

Se recomienda acompañar con un acondicionador acorde, que complete la rutina de cuidado para que el resultado sea notorio a los pocos días.

Siempre es aconsejable realizarse una vez a la semana un baño de crema con máscaras que contengan, en lo posible, tecnología “Plex”. Estos productos van a potenciar el cuidado y a aportar estructura y brillo a tu pelo.

Experto consultado: Max Jara, creador de Jara, Taller de pelo, especialista en el cuidado y belleza del cabello.