Ni rojo ni nude: cómo es el labial que se adapta al pH de tu piel y tiene el tono perfecto

El fenómeno de los labiales que cambian de color según el pH de la piel no es nuevo. Su primera versión popular tiene su origen en Marruecos. De allí surgió el "pintalabios mágico", que consiste en una vasija de barro cocido impregnada en una tintura elaborada a partir de pétalos de amapola, limón y rosa de damasco. A pesar de su color inicial, al aplicarlo en los labios se volvía rosado, con una intensidad que variaba según la persona. Este se volvió un souvenir típico. 

El éxito de estos labiales llevó a muchas marcas a desarrollar sus propias versiones, incorporando pigmentos que reaccionan con la química de la piel. De este modo, cada persona obtiene un tono único y favorecedor. Además, estos productos no solo ofrecen un color personalizado, sino que suelen incluir ingredientes hidratantes y nutritivos que protegen los labios, funcionando también como un bálsamo.

Si bien hay varias marcas que tienen su versión como Carolina Herrera, Kiko Milano, Givenchy y M·A·C Cosmetics en Argentina se puede conseguir el de Clinique. 

Black Honey pertenece a la línea Almost Lipstick de Clinique. Su fórmula no es totalmente opaca, sino que realza el tono natural de los labios con un velo de color sutil. Su acabado ligero y brillante le da a la boca un aspecto jugoso sin parecer demasiado maquillada.

Lo que hace realmente especial a Black Honey es su capacidad para adaptarse al pH de cada persona, logrando un tono único en cada labio. Gracias a esta particularidad, el color que se obtiene varía según la química de la piel, permitiendo que cada uno tenga un resultado personalizado. 

El no-makeup makeup se trata de elegir productos que trabajen con la piel y no en contra de ella. Para los labios, la clave está en encontrar texturas cómodas e hidratantes que complementen la tonalidad natural y este producto es ideal para recrear esa tendencia.