Skinny brows: volvió la tendencia en cejas que fue furor en los 90

Durante varios años, las tendencias de cejas se inclinaron hacia el volumen, con formas más gruesas y naturales y esto fue muy popularizado por las modelos. Además, en el make up las cejas comenzaron a ser grandes protagonistas. Sin embargo, como ocurre con todo en la moda, las tendencias cambian, y las skinny brows regresaron con todo.

Este estilo se caracteriza por cejas extremadamente delgadas, a menudo tan finas que parecen una línea. Aunque algunas personas optan por depilar completamente sus cejas para obtener el efecto deseado, no es necesario llegar a esos extremos. Con los productos adecuados, como geles o lápices para cejas, y un toque de corrector, podés crear este look. Las skinny brows pueden lograrse en minutos creando un efecto lifting natural.

Si bien el microblading y el laminado de cejas fueron muy demandados en los últimos años, ahora expertos recomiendan una técnica menos invasiva para nuestras cejas. Esta nueva opción se centra en el uso de productos de acabado profesional, como geles y lápices, para definir y estilizar las cejas sin la necesidad de procedimientos permanentes.

El microblading es un procedimiento semi-permanente que consiste en la creación de pequeños trazos sobre la piel con una aguja, imitando el vello natural. El laminado fija y alisa las cejas, dándoles volumen y una apariencia más ordenada. En cambio, los geles fijadores de cejas que las mantienen peinadas y perfectamente formadas a lo largo del día.

Una de las desventajas de las skinny brows es que la depilación constante puede causar que el vello no vuelva a crecer con la misma densidad. Además, debido a que el estilo requiere una forma bien definida, puede ser necesario retocar las cejas cada pocos días o semanas, dependiendo del crecimiento del vello. Por eso, podés mantenerlas usando geles y así tener la posibilidad de cambiar de estilo cuando quieras, sin tener que comprometerse a un diseño fijo.