¿Cómo se contagia la viruela del mono y cuáles son los síntomas para detectarla?

La OMS la define como una enfermedad rara provocada por virus transmitido de los animales a las personas, que produce síntomas parecidos a los que se observaban en los pacientes de viruela en el pasado, pero de menor gravedad.

El periodo de incubación (intervalo entre la infección y la aparición de los síntomas) de la viruela símica suele ser de 6 a 16 días, aunque puede variar entre 5 y 21 días. El periodo de invasión (entre los días 0 y 5) presenta los siguientes síntomas:

Luego, entre 1 y 3 días después del inicio de la fiebre, se produce la erupción en la piel. Por lo general, afecta primero a la cara y luego se extiende al resto del cuerpo. La eliminación completa de las costras puede tardar hasta tres semanas.

Para diagnosticar la viruela del mono solamente se puede hacer a través de pruebas de laboratorios especializados. Hasta ahora, no hay tratamientos ni vacunas específicas contra la infección por el virus de la viruela símica, aunque desde la OMS se afirman que sí se pueden controlar los brotes. La clave, es “identificarla rápido y con aislamiento de casos y seguimiento de los contactos”, explicó Dr. Martín Hojman (MN 82889), médico especializado en infectología. Asimismo, reducir el riesgo de transmisión de persona a persona, evitando el contacto físico estrecho con las personas infectadas.

Ante el revuelo mediático sobre un viajero proveniente de España que llegó a nuestro país con síntomas compatibles con la viruela, el Ministerio de Salud de la Nación señaló en un comunicado que “el primer estudio realizado por análisis Malbrán indica que existe una alta probabilidad de que el caso sospechoso detectado en CABA sea de viruela símica”.

Así como, por ejemplo, el virus del herpes, que también puede afectar los ojos, este virus “puede manifestarse mediante vesículas en la superficie ocular que, al cicatrizar y, según la zona en dónde ocurra la infección, podrá afectar la córnea, alterar su transparencia y, por ende, seriamente la visión. Menos grave será la alteración del tejido conjuntival, que ocasionará una conjuntivitis, autolimitada, pero se enfatiza, que la afectación de los ojos se dará en contexto del resto de lo que ocurra en el cuerpo, por lo tanto, el diagnóstico será secundario y asociado con los síntomas y signos expresados”, explica Germán Bianchi, médico oftalmólogo, jefe de trasplante de córnea en Clínica Nano.

La recomendación si una persona cursa esta patología es que realice un control oftalmológico de manera urgente, ya que el sólo hecho de mejorar la lubricación o, a veces, utilizar un antibiótico tópico de forma específica (si fuera necesario) puede ayudar a prevenir lesiones severas que luego requieran un trasplante de córnea.