5 tendencias deco de Experiencia Living: esto es lo que se viene para renovar tus espacios

Las líneas simples quedaron un poco atrás, porque este año el diseño con curvas es tendencia. Y se refleja en los distintos ambientes con mobiliario y complementos deco que juegan con las formas y le dan dinamismo a los espacios: desde mesas con bordes redondeados, sillas con respaldos que abrazan y sillones que rompen con las líneas rectas hasta espejos, luminarias y alfombras que copian esas formas de manera original. En las cocinas, también sucede: con mesas redondas e islas con puntas redondeadas que invitan a compartir y permiten una mejor circulación, sobre todo en ambientes abiertos e integrados. En algunas propuestas, además, paredes, cielorrasos y divisores acompañan el concepto con sus curvas, de una forma muy orgánica. 

Si algo se repite es el concepto de ambientes abiertos y el uso de divisores para segmentar y generar espacios más íntimos: se usan desde varillados y paneles de madera rústicos o delicados hasta transparencias que dejan ver qué hay más allá. ¿Y qué hay? Dormitorios con camas bien protagonistas que siguen la tendencia de las curvas hasta un espacio de trabajo central con buenas vistas y mucho verde natural, para ayudar a la creatividad, como sucede en la propuesta de los arquitectos Martín Drlje Kordich y Sara Plazibat. En todos los casos, se usan para generar un límite virtual y como punto focal estético por sus diseños, formas y materiales elegidos. Como novedad, el diseñador de interiores Rob Ortiz presenta un cuerpo suspendido desde el cielorraso, que parece estar flotando, y da función al dormitorio y al comedor: de un lado, como soporte para la tele y del otro, como una estantería para objetos deco.

Más allá de los divisores, algunas propuestas esconden cocinas y lavaderos con la idea de generar espacios flexibles que se adapten a distintas necesidades. Son proyectos que resultan ideales para espacios abiertos o de pocos metros, donde lo que no se quiere mostrar siempre se puede ocultar detrás de un diseño bien estético: por ejemplo, heladeras, lavarropas o ¡desorden! La cocina que presenta el estudio de diseño de interiores Olivia D es un claro ejemplo de esta tendencia con un sistema de puertas plegables que la oculta por completo y una alzada que al descubrirla se desliza de un lado al otro para esconder y, a la vez, sumar espacios de almacenamiento. Como siempre, materiales y colores unifican, para que los distintos ambientes puedan convivir con naturalidad.

Así como la tendencia apuesta a las formas geométricas, también se eligen muebles y elementos decorativos de gran impacto visual, como lo hace el Art Decó. Si bien hay propuestas que se definen por la belleza de lo simple, muchas otras realzan la elegancia, lo auténtico y lo casi teatral. En cuanto a textiles, se pueden ver tapizados más pesados y sofisticados, como el terciopelo, que se usan en sillones, sillas de comedor, cortinados y camas protagonistas. Esta corriente, además, se centra en el arte con pinturas, fotografías, esculturas, piezas de diseño y hasta un cielorraso entelado que se roba las miradas en el espacio de la diseñadora arquitectónica Gaby López Monzón, de Cest Moi. Como dato extra: todos los departamentos exhiben obras de arte de la galería virtual Diderot.Art que, además, tiene su propio espacio.

A la paleta otoñal, de esta época del año, se suman otros colores que se repiten en varios escenarios. El verde, en todas sus versiones, parece ser el ganador de este año: se lo ve en amoblamientos, textiles y al natural, porque las plantas de interior siguen ganando terreno por todos los beneficios que regalan. En el coworking presentado por el estudio MP Workplaces junto a Grupo (a)2, por ejemplo, kokedamas y macetas con autorriego cuelgan desde el cielorraso para renovar el aire y activar la creatividad. Como novedad, también inspirados en la naturaleza, Cerámica San Lorenzo presentó su colección Botánicos, una línea de porcelanatos ilustrados que son tendencia mundial. Otro favorito de la muestra es el azul que se usa en paredes, cortinados, tapizados y hasta en muebles de cocina: un color que suma fuerza y además, en sus tonos marinos, combina con las tonalidades del río y los colores primarios de las maquinarias del puerto. Como toque, también se eligió el rosa: a veces como detalle y, otras, como protagonista absoluto.