Queer Eye: cuando el reality se vuelve un clásico
9 de marzo de 2018 • 00:01
Queer Eye For The Straight Guy
El universo de la televisión no solo es super amplio y diverso sino que además demuestra que cada uno de sus géneros puede permitirse una gran versatilidad y creatividad, y responder a muchas búsquedas. En ese sentido, hoy los reality shows no solo se alejan muchísimo del viejo formato de "Gran Hermano", sino que además son plataformas para hablar de temáticas relevantes como la aceptación, la lucha contra la discriminación y la segmentación y sobre la importancia de amar al prójimo.
Durante la primera semana de febrero Netflix lanzó el reboot de Queer Eye, una producción que se emitió entre el 2003 y el 2007 por el canal norteamericano Bravo y que ahora presenta un nuevo equipo de profesionales.
Cuál era el concepto detrás de la serie original
Elenco original de Queen Eye
Jugando con el estereotipo del "hombre gay" experto en temáticas como la moda, el diseño y las tendencias; en cada uno de sus episodios la serie presentaba la historia de una persona que no solo buscaba un makeover, sino también un cambio en su estilo de vida y en su forma de relacionarse.
Reuniendo a un grupo de cinco profesionales, conocidos como los Fab Five, cada uno aportaba su conocimiento en diferentes áreas: desde alimentación (Ted Allen) y moda (Carson Kressley), pasando por cuestiones de cuidado personal (Kyan Douglas) y diseño de interiores (Thom Filicia) hasta llegar a un experto cultural que además trabajaba la actitud y la autoestima de los concursantes (Jai Rodriguez).
Convirtiéndose en un éxito absoluto desde su primer episodio, la serie tuvo cinco temporadas y se emitió en más de diez países, pero también significó un hito para el formato, ya que gracias a ella se empezó a considerar al género no solo como algo entretenido, sino como un contenido más artístico, creativo y de tendencia.
Con qué se van a encontrar en su versión 2018
Queer Eye estrenó durante febrero en Netflix
Retomando la propuesta y la idea de reunir a cinco expertos de distintas áreas, la nueva versión de Queer Eye estrenó en Netflix el 7 de febrero y también logró convertirse en un tema de conversación. Eligiendo diferentes casos, el nuevo equipo de los Fab Five (conformado por: Bobby Berk, Antoni Porowski, Jonathan Van Ness, Tan France y Karamo Brown) se mete en la vida de cada uno de los participantes y, además de acompañarlos en la transformación, buscan compartir su historia personal. Permitiéndose algunos cambios de trasfondo, esta nueva edición aporta una mirada muy rica sobre los debates actuales:
- Todas las personas con las que trabajan tienen historias personales muy distintas. En este sentido, uno de los puntos más interesantes del show es que se permite trabajar con grupos que tradicionalmente no están dispuestos a aceptar a la comunidad gay. Esta búsqueda genera un recorrido maravilloso que permite ver cómo, al final de cuentas, prima el discurso del amor, la aceptación y el respeto.
- Con un grupo de expertos bien diverso, otro de los puntos fundamentales de Queer Eye es que rompe con muchísimos estereotipos de la homosexualidad. El mensaje no solo es de aceptación hacia prójimo, sino también de una búsqueda que evita caer en el lugar común de que solo hay una forma de ser gay. Esta idea no solo se ve reflejada en todos los episodios, sino que también los protagonistas la viven en carne propia, buscando compartirla con todos los que se encuentran.
- La discriminación es otro de los puntos que la serie supo trabajar muy bien. Ya sea desde el origen étnico de quienes participan del show, hasta su relación a la religión, a la familia o la policía; es muy interesante ver cómo lo que siempre prima es la conversación, el entendimiento y la capacidad de escucha.
- Por último, uno de los puntos más fuertes de esta serie de "tele-realidad" es que no existe un estilo de vida correcto, un concepto de belleza o una forma de ser única. Siempre, durante sus ocho episodios, tanto el equipo como los invitados descubren la importancia de encontrar y respetar quiénes somos y las cosas que nos hacen felices. Porque el mensaje de aceptación, no discriminación y alejamiento de los estereotipos no solo debe funcionar con el otro, también con nosotros mismos.
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