Biombos separadores de ambientes: ideas prácticas para incluirlos en tu casa

 

El biombo fue la estrella durante la última edición del Salón Internacional del Mueble de Milán, donde se lo pudo ver a partir de distintas configuraciones, materiales y texturas. A la vanguardia de los espacios dinámicos, el biombo se toma revancha.

Su origen es japonés, de papel plegable y se solía usar para mitigar la entrada del viento en las habitaciones. La palabra byōbu quiere decir “protección contra el viento”. Con pájaros o dibujos ornamentales pintados a mano, fueron los primeros separadores hogareños.

El tiempo volvió a posicionarlo como uno de los accesorios claves que reconfiguraron los parantes de madera y el papel. Ahora sus textiles cuentan con tecnología que absorbe sonidos, mitiga los rayos del sol y mejora la iluminación de determinado espacio.

"El uso de biombos y separadores es un recurso muy utilizado en la historia del diseño de interiores, desde siempre. En este momento son vanguardia total. Es una herramienta que utilizo con mucha frecuencia que me permite una gran flexibilidad espacial. Ya sea como divisor de actividades, filtro lumínico, o simplemente como ingrediente estético que aporta escala humana”, destaca la arquitecta Adriana Grin.

“El separador toma la forma de una biblioteca, puede convertirse en puerta divisoria, en cortinado o en respaldo de cama. Los utilizo en madera, vidrio y tela", detalla Grin.

 

Para la arquitecta Vivian Melamed, al frente de Matriz Design, son ideales para definir las áreas según tonalidades que puedan combinar sectores. “Lo usamos para recibir y proteger el espacio de estar de un proyecto con vistas pasantes”, señala.

También, para proteger el acceso a estar de otra obra donde se diseñó un dispositivo que de acuerdo a los tramos aloja de un lado u otro zonas de guardado. “Recurrimos a la madera lustrada con trabajo de varillas sobrepuestas y juego de vetas en la superficie”, apunta. 

Cerrados o abiertos, ligeros o contundentes, los biombos ya cuentan con jerarquía propia y permiten adaptarse a distintos proyectos, más allá de una función estética. “La reconfiguración y adaptación de espacios post pandemia trajo el desarrollo de equipamiento que permite dividir virtualmente espacios y a su vez mejorar la acústica y optimizar espacios de guardado. En este caso resultan ideales para puestos de trabajo híbridos”, destaca Gabriela Kay, arquitecta y gerente del Grupo (a) 2, que desarrolla divisores entelados 360 grados y sistemas móviles que admiten maceteros y lockers.

 

En el rubro gastronómico, la reciente inauguración del restaurante Moöi del Alto Palermo, a cargo de Jessica Lekerman, sorprendió por la planta abierta y amplia que, sin embargo, genera espacios de intimidad a partir de divisores materializados en cerámica.

La arquitecta María Laura Verardo logró darle una sensación de infinitud a través de recursos como la barra en forma geométrica ondulada, que dialoga con los divisores aireados que cumplen la función de definir áreas específicas.

“La realidad pide que seamos cambiantes y flexibles. Y las formas de habitar están acompañando estos cambios, con dinámicas cada vez más versátiles, permitiendo vivir  los espacios de forma integrada en lugar de disgregada como proponen las viviendas tradicionales”, subraya Els Sabanes, arquitecta del estudio MALVA.

“Me gusta pensar estos elementos no como divisores de espacios sino como generadores de espacios. Piezas que permitan realizar una lectura del ambiente en su totalidad y sectorizar áreas más definidas, ya sea para actividades específicas que requieran mayor concentración, o bien, para delimitar una circulación o contener un estar íntimo”, señala.

Sabanes sugiere un abanico de alternativas para elegir la opción que mejor se adapte a las necesidades: desde cortinas pesadas, con telas absorbentes, o cortinas livianas, translúcidas y etéreas para definir un área de descanso hasta muebles bajos o altos, que permitan el paso de luz y brinden apoyo a pequeños sectores. En la lista también aplican los paneles corredizos que acompañen la estética general y pasan inadvertidos.

“Vincular y desvincular sectores según sea necesario a través del juego de las texturas y transparencias permite optimizar no solo la experiencia espacial, sino también la sensorial”, resalta. 

Por otra parte Gisela Bezek, interiorista en Fontenla, cree que es clave aprovechar cada metro cuadrado. “En esta búsqueda de soluciones inteligentes y prácticas, los biombos divisores de espacios o bibliotecas que cumplen esa función surgen como una alternativa excepcional para viviendas de todo tipo. Delimitan, aportan movilidad y funcionalidad. Son muy útiles para crear atmósferas de intimidad o reconfigurar áreas para reuniones”.

En Fontenla hay un menú de bibliotecas con distintos acabados que admiten optimizar ambientes cuando el uso es compartido.

Practicidad y soluciones para las nuevas formas de habitar, las claves de la nueva generación de biombos que llega para simplificar, expandir y mejorar las circulaciones.