Suculentas: las dos plantas de interior que requieren pocos cuidados

Las suculentas son plantas con tejidos carnosos y gruesos adaptados al almacenamiento de agua. Algunas, como el cactus, almacenan agua solo en el tallo y no tienen hojas, o son muy pequeñas, mientras que otras almacenan el agua justamente en las hojas. Al tener sistemas de raíces anchas o profundas por ser nativas de regiones semiáridas, suelen parecer indestructibles y soportan toda clase de adversidades. Si, encima, son bellas, se convierten en la opción ideal para que se mantengan fuertes y plenas sin requerir gran atención.

Una de las que te recomendamos es la Haworthia Comptoniana, especie que forma rosetas sin tallo, muy buscada por la belleza de sus hojas anchas, triangulares, aplanadas y completamente lisas, pareciendo transparentes. Crecen muy lentamente y quedan cerca del suelo, pero pueden elevarse como una hermosa roseta de hasta 12 cm de ancho.

Al haberse desarrollado para protegerse de los depredadores, es muy duradera y perfecta para macetas. Lo más importante: apenas hay que regarlas, un exceso de ello solo logrará que se pudra. Sus hojas hinchadas están diseñadas para almacenar agua, por lo que no necesitan nada de vos.

La segunda opción es la Ceropegia woodii, una suculenta colgante que proviene de Sudáfrica a la que se llama "Enredadera rosario" o "collar de corazones". De hojas redondas y pequeñas, esta trepadora puede alcanzar de 2 a 4 metros de longitud, por lo que es ideal para colocar en escaleras o colgar desde el techo.

Además de ser bellísima, es de muy fácil mantenimiento por su resistencia a la sequía. Solo debés cerciorarte de ubicarlas en zona de mucha luz, porque es lo único que requieren para mantenerse vivas y con un color que va a resaltar en cualquiera de tus ambientes.