Estos son los signos del Zodíaco con peor suerte en la temporada Virgo 2024

Por el eclipse del 17 de septiembre a 25° de Piscis. Es un eclipse de Luna Llena y, por lo tanto, nos habla de ciclos cumplidos y de manifestación de lo que estuvimos trabajando en los últimos seis meses. Pero, al ser un eclipse, la energía que mueve es sumamente poderosa y emocional. Hay cuestiones que hacen a la identidad y el sentido del Yo que se ponen bajo la lupa y nos exigen una mirada honesta: aquello que hace tiempo que sabemos que es necesario cambiar encuentra en esta etapa su momento óptimo. El eclipse nos aporta ese extra de fuerza y valentía para mirar a los ojos eso que estuvimos evitando ver y tomar acciones que nos hagan más felices.

Es otro de los signos que va a sentir el impacto del eclipse de Luna Llena, que cae justamente a 25° de Piscis el 17 de septiembre. Pero merece un párrafo aparte porque, además, va a recibir la cuadratura de Marte a su regente Neptuno. Esto puede enfrentar a las piscianas a la impulsividad, la agresividad, el egocentrismo y la sensación vertiginosa de que no hay un momento de pausa. El desafío pasará por mantenerse calmas y en control de las situaciones mientras sienten que están en el ojo de un huracán. La meditación, el descanso adecuado y el contacto con la naturaleza van a ser sus aliados. Con el Sol transitando su energía opuesta y complementaria, pueden aparecer las sombras de su personalidad y, también, desafíos en sus cuestiones vinculares y afectivas.

Las taurinas aprecian la estabilidad, los ritmos pausados y la calma. La cuadratura de Plutón a su regente Venus va a poner en tensión estos asuntos, que deberán defender a capa y espada. Pueden aparecer luchas de poder, cuestiones de egos, celos, competencia, conflictos que tienen como eje al dinero o los bienes, manipulación y posesividad. La sexualidad también puede vivirse con incomodidad por estos días. La salida es aferrarse a la energía libriana que está transitando Venus: la búsqueda de consensos, el equilibrio, la diplomacia, el buen gusto y el cariño le hacen un contrapeso a estos temas tan densos.

Su planeta regente, el Sol, encuentra durante la temporada de Virgo su oposición a Saturno, un planeta que nos ofrece dones y desafíos en igual medida. Las responsabilidades, el deber, las limitaciones, la frialdad emocional, la exigencia (y la autoexigencia), las demandas constantes, la rigidez y la sensación de que el trabajo jamás termina de realizarse son los desafíos a enfrentar. Siempre dentro de una tónica racional y honesta, poner límites sanos, ser razonables, asumir con madurez los compromisos que nos corresponden, observar las reglas sin por eso amargarnos la vida y ordenar nuestra agenda son los aprendizajes que Leo puede obtener en esta temporada Virgo.