Cristales: ¿cuáles son los beneficios que tiene la amatista?

Es una piedra que esconde una gran historia: su nombre proviene del término griego amethystos, que significa sobrio, porque en la antigua Grecia pensaban que la amatista funcionaba como antídoto contra la borrachera. Esta fama anti embriaguez comenzó con una historia de dioses y mortales: cuando Dionisio, dios del vino, se enamoró de Amethystos -quien pretendía permanecer soltera- rogó y rogó hasta que Artemisa la escucho y para protegerla la convirtió en una roca blanca. Cuando Dioniso la vio,  se largó a llorar y entre lágrima y lágrima se le cayó una copa de vino sobre la piedra, tiñéndola del púrpura.

La amatista es un cristal que transmite energía positiva, es calmante y ayuda en la meditación. Así que en momentos de nervios, tener una amatista entre las manos puede equilibrar tu estado de ánimo. Eso ayuda, a su vez, a clarificar en situaciones que requieren de soluciones, toma de decisiones o épocas de cambios. Como ayuda en los periodos de insomnio calmando y relajando para que se pueda conciliar el sueño muchos recomiendan dormir con la piedra debajo de la almohada. En resumen, es una piedra aliada para las situaciones en las que necesitás calma.

Los cristales aportan energía positiva pero también absorben energía negativa, por eso es que recomiendan que limpiarlos. El bloque de amatista (o corte de amastita drusa) es perfecto para eso: podés usarlo como base colocándolos encima del bloque durante toda la noche. En el caso del la amatista drusa, no necesita que la recargues, con que la limpies y le quites el polvo frecuentemente, va a estar bien. Pero los cristales de amatista sí van a necesitar que los limpies enjuagándolo con agua y que los recargues colocandolos en la ventana en noches de luna llena o meditando con el cristal con la intención de restaurar su energía.