Quiero cultivar mi espiritualidad: ¿por dónde empiezo?
El camino hacia lo espiritual no se alcanza de la noche a la mañana, pero en lo cotidiano podemos cambiar pequeños hábitos que nos ayudan a mejorar nuestra calidad de vida y nuestra relación con nosotros mismos
25 de julio de 2022 • 00:56
Cómo iniciar un camino más espiritual - Créditos: Getty
Empiezo a sentir que necesito cultivar mi espiritualidad. Aflojar el ritmo, relajar, conectar conmigo. ¿Por dónde empiezo?
No es un cambio de la noche a la mañana, pero de un día para el otro podemos cambiar pequeños hábitos que nos ayudan a mejorar nuestra calidad de vida, nuestra relación con nosotros mismos y así poder vivir de manera más armoniosa con los demás y lo que nos rodea.
Te comparto aquellas prácticas que me sirvieron para mejorar mi calidad de vida, bajar mi ansiedad, mis malos humores y aceptar también que no puedo controlar todo. En un punto hay que dejar que fluya.
Consejos para cultivar tu espiritualidad
Meditar. Podés comenzar con meditaciones guiadas, en Spotify o YouTube hay muchas y muy lindas, algunas solo duran diez minutos. Tratá de incorporar una al día o al menos varias veces a la semana.
Aferrate a lo que te haga bien. Si hay imágenes o creencias de la religión que practica tu familia con los cuales resonás y te hacen bien tomálas. Todo lo que potencie nuestra fe y nos dé paz suma.
Dedicale tiempo a lo que te haga feliz. Si no es tu trabajo, cultivá una actividad que sí te dé esa satisfacción. Lo ideal es que no solo sea algo creativo. Si podés sumar algo físico mejor, sea yoga, zumba o salir a correr.
Conocete más, buscá cuál es tu propósito en esta vida. Puede ser con tu carta astral, registros Akáshicos o a través de la numerología o el Reiki. Son muchas y todas son prácticas que se entrelazan y te ayudan a conocerte mejor.
Rodeate de personas que te hagan bien, no cultives vínculos tóxicos y, de ser inevitables, intentá no entrar en conflicto con ellas.
Cuidá tu alimentación. Los grandes cambios no siempre son la solución: hacé pequeños cambios y, una vez que los hayas naturalizado, podés buscar hacer nuevos. La alimentación Ayurveda es una gran aliada.
Leé. La lectura nos amplía nuestra visión sobre el mundo. Si hay un tema que te interesa buscá referentes, estudialos, seguilos en sus redes. Siempre nos enriquece escuchar la palabra de quienes ya han transitado este camino y nos pueden brindar su experiencia. Siempre tenés la opción del audiolibro o podcast si no sos una persona muy lectora.
Cultivá la bondad. Si todos los días tratamos de realizar un acto de bondad desinteresado por otro vamos a conseguir una satisfacción única que no se consigue con ninguna otra actividad. La frase que dice: “Recibe más quien da que quien recibe” es muy real. La bondad es contagiosa, es un granito de arena para construir un mundo mejor.
Buscá qué te funciona, qué podés comenzar a cambiar desde hoy sin forzar. Las acciones se vuelven hábitos con el tiempo: date tiempo y, de a poco, tu vida se irá enriqueciendo todos los días.
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