Ni Una Menos: los logros feministas y lo que falta
Cada 3 de junio desde hace 7 años se realiza el Ni Una Menos, una gran movilización de lucha de los feminismos; dónde nos encontramos y cuáles son nuestras principales demandas; analizamos lo que se conquistó y lo que todavía falta con una experta en derecho con perspectiva de género
3 de junio de 2022 • 10:35
Este viernes 7 de junio se conmemora un nuevo Ni Una Menos por séptimo año consecutivo; habrá movilizaciones en todo el país para luchar contra los femicidios y las desigualdades de género FOTO: FABIAN MARELLI - Créditos: FABIAN MARELLI, FABIAN MARELLI
Ni una Menos es mucho más que una marcha, es un movimiento, una lucha. Se trata de una fecha en la que las mujeres, junto a los diversos movimientos feministas, nos unimos para visibilizar la violencia de género que se sigue ejerciendo sobre nosotras de manera sistemática y totalmente naturalizada. Por eso, cada 3 de junio, desde 2015, salimos a exigir a la calle que “paren de matarnos”, pidiendo leyes que avancen en una protección integral hacia nosotras junto a la incorporación de la perspectiva de género en la Justicia de manera efectiva.
Sin una revisión profunda, en la que se nos reconozca en peligro real, teniendo en cuenta que hay un femicidio cada 27 horas, la violencia permanecerá en la sombra justificada por una cultura que todavía tiene demasiados velos patriarcales.
Por eso, este 3 de junio, a las 17, se moviliza al Congreso (si estás en CABA). En el resto del país, también habrá puntos de encuentro y manifestaciones durante todo el día. Para informarte podés entrar al IG de Ni una Menos.
Cada 27 horas hay un Femicidio
El Observatorio de Femicidios en Argentina “Adriana Marisel Zambrano”, que dirige La Casa del Encuentro, publicó un dato alarmante: hay un femicidio cada 27 horas en el país.
Desde enero de este año a hoy, hubo 130 mujeres y disidencias víctimas de la violencia de género. Ahora, también hay 147 hijos e hijas que se quedaron sin madre. Del relevamiento también se desprendieron números difíciles de digerir: el 66% de los hijos que quedaron sin madres son menores de edad y el 60% de los agresores eran parejas o exparejas de las víctimas.
Es importante saber que la figura de femicidio hace referencia a un término político porque denuncia la naturalización de la violencia sexista en nuestra sociedad. El femicidio es la forma más extrema de violencia hacia las mujeres: el asesinato cometido por un hombre hacia una mujer a quien considera de su propiedad.
Cómo surgió Ni una Menos
Todo comenzó a través de un chat, el 3 de junio de 2015, tras una convocatoria lanzada a través de las redes sociales bajo la consigna “Ni Una Menos” en respuesta al creciente número de femicidios ocurridos en el país.
La gota que rebasó el vaso fue el femicidio de la adolescente Chiara Páez, de 14 años, embarazada y asesinada por su novio, Manuel Mansilla de 16 años, en la localidad de Rufino (Santa Fe). Ese hecho activó la primera gran marcha y movilizó a unas 500 mil personas en diferentes partes del país.
Desde entonces, la visibilización de reclamos por violencia de género, una bandera que el movimiento feminista venía levantando desde hacía rato, no paró de expandirse y logró cruzar rápidamente las fronteras.
Conquistas: qué se logró
Eugenia Sansone, experta en derecho con perspectiva de género, nos hable de los avances y, también, de lo que falta en materia judicial.
“Desde el primer Ni una Menos ha habido importantes avances en materia de reconocimiento de Derechos de las Mujeres: con la sanción y reglamentación de la Ley de Interrupción Legal del Embarazo (IVE), se logró algo histórico y sin dudas, fue gracias a la visibilidad pública del reclamo. Otro gran avance se dio con la sanción de la Ley 27499, conocida como “Ley Micaela”. A través de esta ley se estableció la capacitación obligatoria en temáticas de género y violencia contra las mujeres en toda la administración pública de los 3 Poderes (Ejecutivo, Legislativo y Judicial), en todos sus niveles y jerarquías”.
La importancia de esta ley, explica que radica principalmente en “la identificación de las violencias y de los estereotipos de género que subyacen en la cotidianeidad de nuestras vidas y que no hacen más que perpetuar patrones y modelos culturales que naturalizan y favorecen la desigualdad entre géneros, reproduciendo estructuras de poder y de opresión”.
En términos sociales y culturales, también considera que hubo conquistas “en el reconocimiento del valor económico de las tareas de cuidado y en la necesidad de pensar a dichas tareas en clave igualitaria, apostando a una nueva forma de organización social del cuidado como un elemento clave a la hora de pensar en un desarrollo sostenible e igualitario”.
Lo que falta para la igualdad
“Todavía le falta mucho a la Justicia para dar una respuesta integral a las víctimas”, desliza la experta. “No podemos dejar de observar que el mismo Sistema Judicial es parte de una sociedad estructural e históricamente patriarcal, que también replica patrones y estereotipos de género”. En consecuencia, remarca que no solo hay obstáculos en el acceso igualitario a la justicia para las víctimas de violencia de género, sino que además por la respuesta ineficaz por parte del Estado, el cual debería reparar la violencia padecida por la mujer, termina re victimizándola, es decir, haciendo que reviva la situación traumática y que vuelva a asumir su papel de víctima”.
Las mujeres argentinas continúan al tope del ranking global en el sufrimiento de violencia y se detecta un leve aumento en la incidencia de acoso sexual con relación a la medición del año anterior. WIN International, la asociación líder mundial en investigación de mercados y encuestas, realizó una encuesta que explora las opiniones y creencias sobre igualdad de género, la violencia y el acoso sexual de 33236 personas de 39 países de todo el mundo.
Otro de los grandes obstáculos que todavía están presentes es la falta de capacitación y formación especializada de los operadores judiciales, pese a la obligatoriedad de la Ley Micaela. “La falta de perspectiva de género impide otorgar respuestas integrales: no bastan medidas si luego no se controla ni se efectivizan las sanciones ante los incumplimientos de las mismas. Una justicia que reproduce estereotipos machistas, discriminatorios, que se perpetúan a través de las decisiones judiciales es una Justicia que re victimiza y genera tratos deshumanizantes. Resulta imperioso, en consecuencia, no quedarse solo con la normativa vigente que tenemos sino instar a transversalizar la perspectiva de género para identificar y desarticular las visiones estereotipadas de género que se presentan en la administración de la Justicia”.
La violencia de género en números
Según el último Informe Observatorio de Femicidios “Adriana Marisel Zambrano”, Coordinado por la Asociación Civil La Casa del Encuentro, desde el 1° de enero al 31 de mayo de 2022:
- 30 víctimas habían realizado denuncia
- 5 femicidas tenían dictada medida cautelar de prevención
- 8 femicidas agentes o ex agentes de fuerza de seguridad
- 4 víctimas en presunción de prostitución o trata
- 5 víctimas estaban embarazadas
- 8 víctimas tenían indicio de abuso sexual
- 3 víctimas eran mujer trans
- 9 víctimas eran migrantes
- 4 víctimas eran de pueblos originarios
- 17 femicidas se suicidaron
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