Día del Enólogo: 4 winemakers eligen sus vinos favoritos
¿Qué toman las mujeres de la industria vitivinícola? En su día, les pedimos que pasaran la voz y nos cuenten sus etiquetas preferidas.
7 de septiembre de 2022
Delfina Pontaroli, enóloga y agrónoma argentina
Cada 7 de septiembre se celebra el Día del Enólogo, una fecha que busca homenajear a las personas que elaboran los vinos: ellos son quienes piensan, diseñan y los encargados de que cada botella sea única.
¿Sabías que en Argentina el vino es tan importante que hasta somos el único país vitivinícola en el mundo que lo declaró como bebida nacional? La realidad es que es la bebida que siempre dice presente en la mesa de todos los argentinos y, sobre todo, de quienes lo elaboran: las enólogas.
Entonces, nos hicimos una pregunta: ¿Qué eligen ellas a la hora de descorchar una botella? Para responderla, hablamos con cuatro enólogas al frente de diferentes bodegas argentinas que nos contaron porqué esa etiqueta tiene un significado especial.
Verónica Ortego, enóloga de Mythic Cellar
"Me cautiva todo lo que hace a esta profesión salir de nuestra zona de confort"
Los almuerzos familiares de Verónica Ortego son el fiel reflejo de la tradición del vino en la mesa: entre conversación y conversación, siempre había una botella para probar. Cuando ingresó a la Universidad, tuvo la posibilidad de trabajar en épocas de vendimia en diferentes bodegas de Mendoza y conocer a grandes enólogos que fueron sus maestros. Hoy es la creadora de los vinos de Mythic Cellar, donde puede jugar con las zonas, las uvas, los métodos y las ganas de crear vinos disruptivos.
Su favorito: Costa y Pampa Riesling a $2800
“Lo elijo no solo porque tengo un cariño especial con su hacedor, mi primo, sino porque tuve la posibilidad de probarlo en la bodega y recorrer los viñedos de donde proviene: Chapadmalal. Además, me cautiva mucho el hecho de buscar nuevos terroirs, varietales no tan tradicionales y todo lo que hace a esta profesión salir de nuestra zona de confort. ¡Hay muchísimo por descubrir en cuanto a zonas, varietales y métodos!”.
María Marta Giol, agrónoma y enóloga de Bodega Valle Las Nencias
Hoy ve concretado el sueño familiar de su propio vino en Valle Las Nencias
A finales de 1800, Juan Giol –tatarabuelo de María Marta– fundó Bodegas Giol, la cual llegó a ser la más grande del mundo y, obviamente, de la historia de la vitivinicultura argentina. María Marta creció con ese legado y ya desde los cinco años sabía que lo suyo eran las fincas. Hizo temporada en Napa Valley, California, donde aprendió mucho y luego siguió perfeccionándose hasta encontrar su propio estilo. Hoy lleva adelante la nueva bodega familiar: Valle Las Nencias.
Su favorito: Cruzat Extra Brut a $3000
“Mi vino favorito es un espumante. Me encanta porque me trae buenos recuerdos: es el vino con el que brindé cuándo rompí bolsa y nació mi hija. Es un espumante excepcional que respeta mucho la uva, como me gusta a mi. Hecho por Lorena Mulet: una gran profesional a quien admiro por sus conocimientos, su trabajo incansable, pero, sobre todo, por su humildad”.
Delfina Pontaroli, enóloga y agrónoma en Bodega Puerta del Abra
Delfina elabora vinos en Balcarce, un terroir completamente nuevo para la viticultura del país.
Delfina Pontaroli nació en Tandil y, luego de recibirse, encontró en Balcarce uno de sus mayores desafíos profesionales: darle forma e identidad a Puerta del Abra, una bodega bonaerense que hoy hace que la industria empiece a mirar más allá de las regiones vitivinícolas tradicionales. Cuando llegó a la bodega, el proyecto todavía era un sueño y, desde 2013, es la encargada de liderar el equipo de trabajo enológico y de viñedos. Hoy camina el viñedo con años de experiencia y formación, pero con mucho por explorar ante un terruño tan nuevo para la viticultura del país.
Su vino favorito: Lágrima Canela a $6000
“La primera vez que probé el Lágrima Canela de Walter Bressia fue a ciegas, en un curso en el que había diferentes vinos del mundo. Y me sacudió. Me generó mil emociones. Sus capas de aromas me hicieron acordar a las notas florales que había en la casa de mi abuela. También notas de miel, vainilla, muy completo y en boca súper largo. La sorpresa de saber que era argentino lo coronó entre mis favoritos. Elegante, complejo y ¡riquísimo! Hace un montón que no lo tomo, pero son de esos vinos que te quedan grabados”.
Lorena Mulet, enóloga de Bodega Cruzat
Lorena se dedicó de lleno al mundo de las burbujas
A Lorena Mulet siempre le interesó la microbiología, los procesos y las transformaciones en la naturaleza. Esa conjunción de lo emocional con lo científico, vinculado con el mundo del vino, la llevaron a dedicarse de lleno a esta industria y, sobre todo, al mundo de las burbujas. Su historia en la bodega comenzó cuando estudiaba enología en la facultad de Agronomía y conoció a Pedro Rosell, quien la invitó a formar parte de este proyecto –que en ese momento estaba naciendo– y desde entonces es la encargada de dar vida a los espumosos de Cruzat.
Su favorito: Sarapura Blanco de blancas a $2400
“Si pienso en algo distinto que haya probado este año, se me viene automáticamente un blend de uvas blancas: Sauvignon Blanc, Chardonnay y Chenin. Está tan bien logrado que se pueden descubrir descriptores de las tres variedades sin ningún tipo de complicación. Con una acidez irrespetuosa que invita a seguir tomando y seguir encontrando aromas a medida que la botella avanza. Sarapura es un personaje de cuentos que vive en las montañas y baja al valle a buscar sus tesoros, las uvas con las que hace sus vinos. Y creo que en Mendoza los que nos dedicamos a esto somos un poco como Sarapura: siempre buscando, siempre aprendiendo”.