Dónde comer bien en Mendoza: 6 restaurantes secretos que solo los locales conocen
Un recorrido gastronómico imperdible por la ciudad de Mendoza que incluye clásicos, joyitas, novedades, lujo y, por supuesto, buenos vinos.
12 de noviembre de 2024
Última actualización el día 14/11/2024 • 16:16
Dónde comer rico en Mendoza con los secretos de los locales. - Créditos: Gentileza Prensa
En una vuelta caminando por el centro, encontramos un puñado de perlitas para conocer Mendoza a través los sabores que elige su gente. Hay históricos -que las millennials adoramos desde la infancia-, barras para comer al paso y aperturas recientes. Y un plus fuera de pista: en Maipú, una bodega para comer y brindar al aire libre, a un auto de aplicación de distancia.
1. CABRITA
Cabrita: café de especialidad y buenos vermú en el centro de Mendoza. - Créditos: Gentileza Prensa
Cafetería de especialidad y panadería de garage. Es el paraíso del team salado: los sándwiches -como el de espinaca, hummus y hongos en pan integral de masa madre- y chipa -receta original de la abuela de Juanma, el dueño, que salen clásicos y saborizados con hongos, queso azul y otras magias-, son un hit todo el día. También tiene la medialuna más rica de Mendoza. Datazo: algunas veces por mes hay “Vermutarde”, un mini evento al atardecer, muy descontracturado, con comidita especial apta para veredear, música y vermut. Precios tranqui.
2. CAPRI
Clásica pizzería en la antigua zona de los cines del centro de la ciudad -que desaparecieron hace décadas, pero ella se mantiene estoica-. Es el lugar seguro para los mendocinos, porque el producto se mantiene inalterable a lo largo de los años y las pizzas -altas, con mucha mozzarella, un poco parecidas a las de la avenida Corrientes en Buenos Aires- salen rapidísimo. Otro best seller es el sándwich de miga más grande del país, que se viralizó en Tik Tok gracias a su altura, sí o sí para compartir.
3. FLAVIO SOPPELSA
Flavio Soppelsa, el nombre del helado artesanal en Mendoza. - Créditos: Gentileza Prensa
La histórica heladería -ex Dante- sobrevivió a las transformaciones del centro a fuerza de sostener la calidad de su producto artesanal. Siempre atendida por sus dueños, fue Flavio, hijo del fundador, el creador del nuevo sello: transformar cada cucurucho en una obra de arte, que decora con brownies, frutas y figuras de chocolate. Además, cada temporada, experimenta con nuevos ingredientes y, a la carta de clásicos, suma helados de superalimentos, vinos y fórmulas inesperadas, como el agua de melón “piel de sapo” con un toque de aceite de oliva y sal rosada del Himalaya; cerveza rubia con jengibre y naranjas; ajo negro orgánico mendocino con jarabe de arce canadiense o frambuesas orgánicas con tres filtrados, perfumadas con té verde y lemongrass. Muchos son plant based y con bajo contenido en azúcar, para que la materia prima local, orgánica e importada (como las vainillas de Madagascar), se destaque. Es toda una experiencia.
4. AUTÉNTICO
Auténtico, un restó para todo el día con buena coctelería de autor. - Créditos: Gentileza Prensa
Inauguró en octubre en la calle Sarmiento, el corredor gastronómico de la ciudad. Arranca con desayunos -están muy orgullosos de los panificados de la casa-, sigue con almuerzos -hay menú ejecutivo bolsillo friendly-, meriendas y after office, hasta la cena por pasos o a la carta. Uno de los fuertes es la coctelería de autor, que incluye una carta de mocktails pensada para que las opciones sin alcohol vayan más allá de la limonada. Lugar piola para cualquier momento del día y con opciones para todo el mundo.
5. AZAFRÁN
Azafrán, uno de los restós mendocinos distinguidos con una estrella Michelin. - Créditos: Gentileza Prensa
El lujito de la lista es este restaurante legendario de la ciudad, que en 2023 recibió su primera estrella Michelin. El Chef Sebastián Weigandt diseñó una experiencia de fine dining que él mismo plantea como un viaje. Los dos menús -el paseo por Mendoza de seis tiempos y el paseo por Argentina de diez tiempos- son una declaración de identidad cultural a través de lo mejor de la región: paisajes, productos locales, recetas tradicionales y una selección exquisita de vinos mendocinos. Vale la pena reservar con tiempo.
6. CASA DEL VISITANTE
La bodega Santa Julia, pionera en Mendoza en el arte de recibir a comensales y hacer maridajes con sus vinos. - Créditos: Gentileza Prensa Santa Julia
El de Santa Julia fue el primer restaurante de bodega y siempre es un planazo. Al clásico menú regional con maridaje -cocina de fuegos por pasos, que incluye las legendarias empanadas de la Chacha, premiadas como las mejores de Argentina-, se suma una propuesta lindísima de picnic en los jardines, que llega en una canasta con productos regionales -quesos, frutos secos, chutneys y pickles de la casa-, un plato estacional, postre y los vinos naturales y orgánicos de la bodega, y también hay menú infantil. Los locales amamos esta bodega porque siempre hay pop ups con cocineros de todo el país, eventos que refrescan la agenda, y la relación precio-calidad es un mil. Con reserva.
RECOMENDADO PARA AGENDAR:
Durante los últimos años, Restaurante Abrasado de Bodega Los Toneles -perteneciente a Familia Millán, recomendado por la Guía Michelin2024-, logró concitar la atención de locales y turistas añadiendo a su ya distinguida propuesta gastronómica la realización del Ciclo Sentidos, una experiencia que consiste en invitar a destacados chefs de Argentina y la región para que elaboren un menú por pasos junto a Matías Gutiérrez, a cargo de la cocina del establecimiento mendocino. La repercusión de esta iniciativa superó todas las expectativas y revolucionó la escena gourmet mendocina. Como broche de oro de este 2024 y en coincidencia con la celebración del 10º Aniversario de Abrasado Restaurante, el próximo sábado 16 de noviembre Narda Lepes viajará a Guaymallén, Mendoza, para celebrar la última edición del año del Ciclo Sentidos, en la que aportará su toque maestro. Será un evento sin precedentes en el que ambos chefs fusionarán sus conocimientos para el deleite de los comensales.
Los chefs Matías Gutiérrez y Narda Lepes en el restaurante Abrasado, en Mendoza. - Créditos: Prensa
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