Esta es la primera mujer que fue al espacio como turista: orbitó una semana alrededor de la Tierra
Se cumplen 17 años desde que Anousheh Ansari se compró un boleto al espacio y se fue a orbitar alrededor de la Tierra. Te contamos la historia de este viaje espacial extraordinario.
24 de octubre de 2023 • 12:00
Anousheh Ansari, la primer turista espacial
¿Quién no soñó de chico, al menos una vez, con ser astronauta? Ponerse ese casco enorme, ese traje inflado blanco y flotar por el espacio.
Anousheh Ansari nació en Irán hace 56 años, cuando ningún humano había llegado aún a la Luna. Vivía en un departamento pequeño junto a sus abuelos en Teherán. Durante las noches de verano hacía mucho calor, así que dormía en el balcón, se acostaba en su catre y miraba al cielo.
"Era mi refugio. La curiosidad y la imaginación que despertaban esas noches estrelladas me hicieron soñar con conocer algún día esos mundos diferentes", contó Anousheh a la revista Perfil en 2020. "Siempre me fascinó la idea del espacio y sentí que era mi destino. Me prometí que algún día visitaría las estrellas".
Pero cuando Anousheh tenía 12 años sus sueños se fueron muy lejos. Comenzó la revolución islámica de Irán, el Sha fue derrocado y el ayatolá Jomeini asumió el mando. Al año siguiente comenzó la guerra contra Irak. Parecía el peor lugar del mundo para que una mujer pudiera hacer historia. Pero Anousheh siguió soñando, y el destino le dio una mano.
Cuando tenía 16 años su familia migró a Estados Unidos. Allí continuó sus estudios, se graduó en ingeniería y continuó tras su sueño. Se postuló en la NASA para intentar ser astronatua. Pero no lo consiguió. No era ciudadana estadounidense y eso le cerró las puertas, pero no le apagó la esperanza.
Anousheh Ansari nunca abandonó su sueño de llegar al espacio
En la carrera de ingeniería conoció a quien sería su marido, Hamid, y juntos fundaron una empresa tecnológica que fue muy exitosa. Ganó mucho dinero y, cuando estaba por cumplir 40 años, pensó que había llegado el momento de cumplir lo que siempre había anhelado. En 2006 participó en Space Adventures, una empresa que tiene contrato con Rusia para enviar ciudadanos privados en vuelos a la Estación Espacial Internacional.
Realizó el entrenamiento para ser cosmonautas (que son los astronautas en Rusia), para lo cual aprendió ruso, al igual que había aprendido inglés al irse de Irán. Estuvo seis meses preparándose antes del lanzamiento y una semana antes de cumplir 40 años, el 18 de septiembre de 2006, partió al espacio a bordo de la sonda rusa Soyuz TMA-9 para lograr lo que había imaginado siendo una niña en su balcón de Teherán.
Anousheh Ansari se pasó ocho días en la Estación Espacial Internacional (EEI), orbitando a 400 kilómetros sobre la Tierra, mientras esa enorme nave del tamaño de una cancha de fútbo, se desplazaba a 27.000 km/h. "Lo primero que uno hace en el espacio es mirar hacia abajo, buscando tu planeta, tu casa. Y es ahí cuando te das cuenta que tu casa no es tu ciudad, ni tu pueblo, ni tu barrio, sino el mundo entero. Se percibe un sentimiento de vida y una sensación de energía inmensa que emana de la Tierra".
"Partí al espacio a descubrir el universo y terminé enfocando mis esfuerzos para que la Tierra siga siendo nuestro hogar", relata Anousheh. Así fue que a su regreso donó varios millones de dólares para fundar el premio Ansari X que otorga 10 millones de dólares para incentivar la exploración espacial privada.
En su semana en la EEI no solo se sacó espectaculares fotos con nuestro planeta como paisaje de fondo, sino que también colaboró en el estudio de cuatro experimentos: investigar los mecanismos detrás de la anemia, cómo influyen los cambios en los músculos en la espalda baja, la consecuencias de la radiación espacial en los miembros de la tripulación de la ISS y sobre diferentes especies de microbios que han proliferado en la estación espacial.
Anousheh a 400 kilómetros sobre nuestro planeta
Al volver a pisar al Tierra Anousheh se transformó en una celebridad. En 2017 fue elegida para recibir el Oscar a la Mejor Película Extranjera otorgado a la iraní “El viajante” en nombre de su realizador, Asghar Farhadi, que no pudo asistir por el veto inmigratorio de Trump.
Nunca se supo oficialmente pero se calcula que Anousheh pagó 20 millones de dólares para viajar al espacio. Así se transformó en la primera turista espacial, el cuarto humano en pasear por el espacio en forma privada, la primera persona iraní y la primera mujer musulmana.
Así cumplió el sueño de aquella niña que contemplaba el universo desde su balcón, en la cálidas noches de Teherán.
Anousheh ya convertida en una celebridad a su regreso del espacio
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