Las 8 claves de @lalocadeltaper para reducir nuestro impacto ambiental
31 de enero de 2019 • 11:15
Dafna Nudelman es comunicadora y diseñadora "de día" y @lalocadeltaper"de noche", una luchadora incansable que busca hacer la diferencia y frenar la destrucción indiscriminada de recursos que está llevando al colapso ambiental del planeta, y que bautizó sus cuentas en honor a un hecho muy simático: como parte de su cruzada siempre llevaba a las heladerías un tupper para que le sirvieran allí el postre y evitar de esa manera los potes de telgopor. Siguiendo con esa línea, cada día cuenta sus progresos a través de sus redes sociales, en donde analiza cuáles son los productos de uso cotidiano que generan menos impacto ambiental y recomienda estrategias muy simples para hacer cambios en nuestra forma de consumir. Le pedimos que nos contara cuáles son las cosas que podemos hacer en nuestro día a día para ser más sustentables y ecológicamente responsables y estas fueron sus sugerencias:
1.Repensá tu rol como consumidor
¿Sabías que cada uno de nosotros genera en promedio 1kg de basura por día? ¿Y que en toda la historia de la humanidad solo se recicló el 9% de los plásticos?
Nos acostumbramos a vivir en una cultura del descarte que valora la comodidad y la rapidez por sobre la sustentabilidad de los recursos del planeta. Si queremos que las próximas generaciones puedan disfrutar del mundo como lo conocemos, hoy es más necesario que nunca empezar a cambiar algunos hábitos.
La sustentabilidad y puntualmente el movimiento ZeroWaste nacen de esta preocupación y nos invitan a repensar la forma en la que nos relacionamos con todo lo que consumimos ¿Cómo se hizo este jean? ¿Qué pasa con esta botella cuando dejo de usarla? ¿Qué impacto tiene tomar un trago con sorbete en la playa?
Nos estamos deconstruyendo en muchos aspectos, abandonando valores de una cultura que encontramos insostenible. Nuestro impacto social y ambiental también es parte de lo que podemos revisar, y poco a poco, como cualquier cambio profundo, empezar a cambiar nuestros hábitos para ser consumidores más conscientes y responsables.
Te invito a pensar 10 tips y hábitos más sustentables para reducir nuestro impacto ambiental.
2.Enfrentá tu basura
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¿Qué pasaría si hicieras el ejercicio de conservar todos los envases y envoltorios que usas por un mes sin descartarlos? Las botellas, las latas, las cajas, los tubos de cartón del papel, los cartones de leche…
Para reducir nuestra basura es importante que la conozcamos ¿Qué generamos más? ¿Tomamos mucha gaseosa y tenemos muchas botellas? ¿Son latas de conserva lo que más abunda? ¿Son paquetes y bolsas? ¿Son residuos reciclables o no?
Una forma fácil de reducir los envases que más tiramos es elegir envases familiares, bidones en vez de botellas chicas y evitar los productos que vienen fraccionados individualmente. ¿Podemos buscar alternativas y reemplazar productos que vienen envueltos en plástico por otros similares pero con envase de cartón, aluminio o vidrio? Estos materiales son más fácilmente reciclables y reutilizables. ¿Qué alternativas hay para reemplazar los residuos que más generas?
Guardá tus reciclables por un tiempo y antes de sacar la bolsa, abrila, saca todo y exponelo frente a vos. Mirá y analizá esos residuos. Conocer nuestra basura personal es el primer paso para empezar a reducirla eficazmente.
3. Separá
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Se dice que "sacamos la basura" pero ¿a dónde va? Aunque dejamos de verla en nuestra casa, no desaparece mágicamente. A la edad de 30 años es posible que cada uno de nosotros sea responsable de haber generado más de 10 toneladas de basura, casi como el peso de dos elefantes adultos.
Parece mucho, ¿no? La basura es una problemática para todas las ciudades del mundo y lograr un consumo responsable es uno de los objetivos del desarrollo sostenible de la ONU para 2030. La buena noticia es que podemos reducir muchísimo la basura que generamos si cambiamos algunos hábitos simples y repensamos la forma en la que consumimos y descartamos.
Aproximadamente el 40% de nuestra basura son materiales reciclables. Separar los residuos reciclables es necesario porque sólo así pueden ser reciclados.
Lamentablemente todavía hay muchísima gente que no lo hace, y si bien son cada vez más los municipios que están empezando a trabajar para promover la separación en origen y ofrecer soluciones de reciclado, todavía estamos lejos de que llegue a todas las ciudades.
Aunque no haya un programa de reciclado oficial en donde vivimos, el reciclaje informal -los cartoneros- están en prácticamente todas las ciudades del país. Hacerles llegar nuestros reciclables ya limpios y separados los beneficia también a ellos y permite que las materias primas vuelvan a ingresar a la industria. El papel y el cartón, el vidrio, el metal y los envases de plástico son materiales valiosos y vale la pena que les demos una oportunidad de tener una segunda vida.
4. Reducí el consumo
¿Realmente necesitás comprar ese producto? ¿O lo que sentís es más bien un impulso consumista? Todos los productos, desde un par de zapatos, hasta una taza o un vaso descartable, requieren recursos naturales, energía, agua y esfuerzo humano para producirse. Cuando compramos algo innecesario o regalamos algo por compromiso que después termina sin uso o descartado estamos derrochando recursos valiosos y generando basura.
Muchas veces las promociones y las ofertas nos tientan a comprar cosas que no necesitamos, solo porque son baratas. También consumimos objetos de diseño que nos llaman la atención por su originalidad, pero de los que nos cansamos al poco tiempo. Consumir responsablemente es comprar sólo lo necesario. Preguntarnos con sinceridad "¿Lo necesito?", no significa que no podamos comprar nada, pero sino comprar mejor y hacerlo durar.
5. Evitá la bolsa de plástico, pero no acumules bolsas reutilizables
A la hora de hacer las compras, aunque parece obvio para muchos, todavía hace falta recordar la importancia de llevar nuestras bolsas reutilizables para evitar las bolsas de plástico. El promedio de vida útil de una bolsa de plástico es de 12 minutos, y el tiempo que demoraría en degradarse podría ser de hasta 400 años, aunque aún no lo sabemos, porque no pasaron ni 100 desde que se fabricó la primera bolsa de plástico. ¿Y qué pasa si nos la olvidamos? No sirve comprar una bolsa reutilizable nueva cada vez que vamos al supermercado, ya que fabricarla requiere más materiales, más energía, más agua y más trabajo que una bolsa de plástico. La clave es tener una bolsa plegable siempre con nosotros en la cartera, guardar algunas bolsas en el auto y acordarse de reponerlas cada tanto. Lo verdaderamente ecológico es reutilizar muchas veces cada bolsa y lavarla después de un par de usos. Y si alguna vez te la olvidas y llevás una de plástico, reutilizala también cuantas veces puedas y cuando la tires, no te olvides que es reciclable.
6. Repensá tu relación con el plástico
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Estamos en una crisis mundial de contaminación por plásticos. Sí. Pero ¿El plástico es malo en sí mismo? ¡Ciertamente no! Por sus maravillosas propiedades, en muchísimos casos el plástico nos permitió mejorar un montón de cosas, hacerlas más seguras, higiénicas, livianas y accesibles. El problema es que son esas mismas características del plástico que tanto nos benefician las que nos están ahogando. El plástico es muy durable y justamente por ser tan cómodo y tan barato, abuzamos de él. No tenemos que odiar ni abandonar el plástico como material, lo necesitamos en muchos casos, pero sí es importante que empecemos a repensar cómo lo usamos, cuándo tiene sentido hacer uso de este material que es virtualmente eterno y cuándo no.
Podes empezar por rechazar los plásticos de un sólo uso que son evitables, como la cucharita que te dan para probar un gusto de helado y que usas solo durante 3 segundos; la pajita de una limonada, el envase del agua embotellada, o la taza descartable de tu café favorito. No tenemos que hacerlo todo junto mañana, pero podemos empezar a ver estos plásticos con otros ojos y de a poco empezar a cambiar nuestra relación con ellos.
7. Animate a la copita.
Hace unos años era algo que nos impresionaba a todas, pero hoy hasta la empresa Tampax está produciendo y vendiendo sus propias copitas menstruales.
Si todavía no la conoces, es una copita de silicona que sirve para contener tu flujo menstrual, pero que en vez de tirarla como haces con las toallitas y tampones, la podés vaciar y volver a usar, hasta por 5 años consecutivos. Cuando dejamos de usar toallitas y tampones evitamos generar un promedio de 80kg de basura por persona, además de beneficiar nuestra economía. Y si estás segura de que la copita no va con vos, siempre podes probar las toallitas y protectores de tela lavables.
8. Compostá
¿Es posible que sólo el 10% de lo que estamos tirando sea realmente basura? ¡Sí, es posible! Si separamos los reciclables, que representan más del 40% de nuestros residuos y compostamos los restos de comida vegetal en casa, que representan casi el otro 50%, la forma en la que vemos y "sacamos la basura" va a ser muy diferente.
¿Qué es compostar? Es un proceso mediante el cual se descomponen naturalmente los restos vegetales y se convierten en tierra fértil y para hacerlo no necesitás más que residuos vegetales y ganas. Podés hacerlo muy fácilmente en un jardín, pero también en un balcón o una terraza, usando una compostera casera o comprándola.Un compost bien hecho no genera mal olor y nos provee de un excelente fertilizante para nuestra huerta o nuestras plantas.
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