Mindfulness y crianza: ¿cómo cultivar relaciones familiares más enriquecedoras?
Es sabido que el mindfulness es una práctica muy beneficiosa, pero ¿cómo puede ayudarnos en la crianza? En esta nota te damos algunas claves.
22 de julio de 2024
El mindfulness nos ayuda a cultivar relaciones familiares más enriquecedoras
Escuchamos un montón sobre los beneficios del mindfulness para el manejo del estrés laboral. Pero ¿alguna vez te preguntaste cómo esta práctica te puede ayudar en la crianza?
En el contexto en el que vivimos, muchas veces cuesta frenar en el trajín cotidiano de trabajo, llevar a los chicos al cole, preparar viandas. Llegamos agotadas a la noche y ya no tenemos paciencia ni para un libro más. Entonces, ¿cómo hacemos?
"Mindfulness no es sentarse a meditar con los ojos cerrados. Así sea llevar al colegio, hacer una tarea juntos, comer o cualquier rutina diaria, practicar mindfulness (con todo lo que nos pide hoy nuestra agenda) es detenernos, es llevar atención a eso que estoy haciendo y poder elegir cómo quiero seguir: cómo mover mi cuerpo, qué cara poner, qué sonrisa, qué palabras utilizar para poner un límite", explica la Licenciada en psicopedagogía y especialista en Mindfulness para niños Victoria Bunge (@lic.victoriabunge).
Así, cada rutina, cada actividad, en lugar de ser un momento de corridas y quejas, es una oportunidad para decidir cómo quiero vivirla cada mañana. Llevar consciencia permite convertir esa obligación en simplemente un momento de mi día que compartimos con nuestros hijos.
La difícil tarea de criar
Estar al cuidado de un ser humano pequeño no es fácil y, en lugar de hacerse más fácil, cada nueva etapa nos trae una nueva revolución. Pero, sobre todo, en la primera infancia nos vemos atravesados por múltiples desafíos a la hora de criar. Estar las 24 horas con un niño o niña que demanda y que, muchas veces, ni siquiera entendemos qué quiere, puede ser agotador y poner en jaque nuestra salud mental.
"Ser madres o padres de niños pequeños implica dejar de vivir en el mundo adulto para mirar a los ojos a nuestro hijo estando presentes en lo que nos ocurre cuando no comprendemos el cerebro del niño, su comportamiento y sus emociones", señala nuestra experta consultada y agrega: "El mindfulness nos pide estar atentos a lo que sucede aquí y ahora sin emitir juicio y con una mirada amable. Es intentar sentir mi cuerpo, mis pensamientos y emociones frente a esa criatura desvalida que pide brazos, abrigo y amor cada minuto del día".
Así, al entender esto, podemos poner en perspectiva la importancia de conectar con nosotros mismos y situarnos en el presente antes de acudir a ese hijo que sin querer, pide mucho de nosotros. La práctica del mindfulness nos ayuda en la crianza para no salir a responder y actuar aceleradamente o en piloto automático. "Cuanto yo más esté presente en el momento que mi hijo me requiera, más asertiva va a ser mi respuesta. Estar presente, censar nuestro cuerpo y nuestro estado de ánimo nos va a hacer acercarnos con más amabilidad, más amorosidad, más de lo que ese niño necesita de nosotros", aclara Victoria.
El mindfulness es una poderosa herramienta para la crianza
¿Cómo nos ayuda el mindfulness con los berrinches?
"Las herramientas que nos brinda el mindfulness frente a berrinches o conductas desafiantes de nuestros hijos, es el poder de llevar la atención a nosotros mismos y respondernos qué nos hace sentir ver a nuestro hijo comportándose o respondiendo de esa manera. Tener esa respuesta es el primer paso para ser compasivos con nosotros mismos y nuestros hijos, solo así vamos a poder acompañar con calma y serenidad hasta que el momento haya pasado", señala nuestra experta consultada.
Comprender que cuando hacen un berrinche nuestros hijos no nos están haciendo nada a nosotros, no es a propósito, no nos tomaron el tiempo, sino que no cuentan con los recursos suficientes para comportarse de otra manera es clave. "El cerebro inmaduro trae consigo falta de límites en la expresión de las emociones, o la conducta. Por eso somos nosotros los que marcamos ese límite: podés llorar, patalear, sin lastimar a nadie y sin lastimarte vos mientras mamá o papá te acompañamos. Solo la confianza que brinda ser mirados sin juicio hace que cada vez logre manejar sus emociones de manera más efectiva", comparte.
¿Qué aprenden los chicos de vernos practicar mindfulness?
Las infancias aprenden de nosotros. Nos observan todo el tiempo y captan más de lo que nos imaginamos. Entonces, ¿qué pueden tomar los chicos de vernos practicar mindfulness? "Aprenden a que nosotros tenemos el poder de hacer foco en lo que decidamos y que no siempre hace falta ni es bueno prestar atención a nuestros pensamientos. También aprenden a que las emociones llegan involuntariamente y nos traen un mensaje para orientarnos cómo seguir, pero que son pasajeras y también podemos dejarnos arrastrar por eso que nos ocurre o cambiar el foco. Y a llevar atención al cuerpo como gran y principal fuente de información necesaria para sentirme orientado", afirma Victoria.
Que como madres y padres practiquemos mindfulness en una gran enseñanza para ellos. "Si nos ven detenernos, pausar, respirar profundo y no dejarnos llevar continuamente por todo lo que ocurre, les enseñamos a que nosotros tenemos el poder de decidir cómo afrontar cada momento de nuestro día. Nosotros decidimos sobre nuestra vida, y no al revés".
Y también podemos introducirlos a ellos en la práctica desde chiquitos, con algunos recursos como libros. Nuestra experta consultada publicó Respiro Arcoiris y Respiro en el Bosque (Pupek editorial) con este fin.
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