Qué hace una puericultora y por qué es una ventaja contar con ella
El 17 de marzo de conmemora su trabajo dedicado a apoyar a las mujeres que se convirtieron en madres y a sus familias. Descubrí por qué es tan importante su ayuda
17 de marzo de 2023 • 16:12
La puericultora Daniela Cimma acompaña a una mamá en la lactancia de su bebé.
Un pezón agrietado. Un bebé que llora sin consuelo. El dolor de un post-parto a cuestas. ¿Alguna que se sienta identificada? Afrontémoslo: convertirse en madre es una de las cuestiones más gratificantes, pero desafiantes de la vida. Ni un libro, ni un video, ni tu mamá con sus consejos milenarios pueden llegar a graficarte esa vorágine que representa la llegada de un hijo. En este mundillo nuevo, el cuerpo de una mamá se transforma en el alimento... Hablamos de la lactancia materna.
Este camino puede empezar poco antes de la llegada del bebé. Y existe una persona capacitada para acompañarnos: la puericultora.
El 17 de marzo se celebra en Argentina el Día de la Puericultora. “Se celebra como una forma de reconocer la importancia de nuestra actividad, que abarca el acompañamiento desde incluso instancias previas a la concepción, hasta la primera infancia. Es mucho más que un saber técnico”, explica la puericultora Daniela Cimma.
Sostiene que las falencias de nuestro sistema de salud en torno a la puericultura son enormes. “La formalización de nuestro rol profesional hace que facilite el acceso de toda mujer a una puericultora. Sería un gran paso para vencer los desafíos que la lactancia materna presenta tanto a nivel individual como colectivo”, señala.
La lactancia materna y sus desafíos
La lactancia es compleja. Convertirse en madre es un momento muy vulnerable y sensible en la vida de una mujer. Entonces, contar con el acompañamiento profesional de una puericultora es clave para que la mujer no esté sola. Con la puericultora se trabaja “sobre los desafíos singulares que se puedan presentar, resolviendo a tiempo las dudas, inquietudes y dificultades que pueden aparecer. Muchas veces, por no decir siempre, las mujeres estamos muy solas en nuestra maternidad. La puericultura busca erradicar esa soledad”, explica Cimma. Lo ideal es contar con el acompañamiento desde la gestación hasta cuando la mujer ya esté lista para despedirla.
Puede ser impactante para una madre entender que la lactancia pueda estar regida más por el mandado que por el deseo. “La leche de madre es inigualable, es un fluido vivo, oro líquido, hecha minuciosamente por el cuerpo materno para ese bebé. Pero toda esta maravilla no tiene sentido si en la experiencia vincular la madre no encuentra el placer al dar la teta”, destaca.
Gracias al arte de la puericultura las madres recientes pueden transitar ese momento con voz de aliento, una mirada empática sobre la lactancia.
A veces, la lactancia ni siquiera es posible. “Cuando duele en el alma, en la espalda. Cuando pesa en todo el cuerpo, y no encontramos ni un instante de placer en dar la teta, cuando aparece la aversión o las dificultades en cadena que esconden esa aversión, posiblemente será el momento de dejar de insistir”, señala Cimma.
Asimismo, existen las madres que deciden no dar de amamantar. “Quien decide no amamantar es criticada, pero quien amamanta más allá del año de vida también, quien colecha con sus hijos es criticada, pero quien los cuesta en otra habitación también… ¿Y entonces?”, reflexiona Cimma. En este caso, las mujeres debemos hacernos fuertes frente a la mirada del otro.
Gracias al arte de la puericultura las madres recientes pueden transitar este camino con una voz de aliento, una mirada empática y cercana, y objetiva de la lactancia materna.
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