Yoga para niños: 9 posturas básicas para practicar en casa

Convencidas de esto, las instructoras de yoga Mariela Desalvo y Graciela Champanier, armaron @yoguirodante, un taller de yoga infantil, con el objetivo –como ellas mismas definen- de que los chicos aprendan esta herramienta del yoga y la utilicen en sus vidas, en el aula, para ayudarlos a controlarse a sí mismos, a aceptarse positivamente y relajarse.

“Hacer yoga puede ayudar a los niños a descubrir nuevas formas de ser ellos mismos”, dicen las expertas.

Mariela y Graciela, también docentes de nivel inicial y primario, listan una serie de beneficios que tiene el yoga en infancias.

Muchas de las posturas de yoga se parecen a animales o elementos de la naturaleza. Tal como nos cuentan las instructoras de yoga consultadas, expertas en el trabajo con chicos, las posturas preferidas de las infancias son las de los animales. “Les encanta imitarlos. Esa imitación permite conectar, disfrutar, reír y jugar”, dice Mariela. 

“Al trabajar con niños adaptamos las posturas originarias del Yoga según la edad, y las presentamos en forma de historias y personajes que les llamen la atención”, aporta Graciela. "Es fundamental la motivación para que realicen las posturas”.

Ellas, en el taller de yoga infantil trabajan, no sólo con el cuerpo haciendo posturas, sino también a través de juegos, cuentos, canciones y diferentes materiales didácticos.  

Es la postura principal del yoga. Nos enseña a estar derechos, tranquilos y centrados. Fortalece muslos, rodillas y tobillos. Tonifica el abdomen y los glúteos, alivia problemas de ciática y de pie plano. 

Estira los músculos de los pies y las manos, además, tonifica los músculos de las piernas y los brazos y los fortalece. Esta postura de yoga puede aliviar el estrés, la ansiedad y la fatiga.

Aporta flexibilidad a la columna vertebral, lo que ayuda a corregir malas posturas. Estira los músculos del pecho, el abdomen y las piernas. Al abrir el pecho, se respira mejor. Fortalece glúteos y piernas. Ayuda a relajar la mente, aliviando el estrés.

Combate la fatiga y disminuye la ansiedad. Ayuda a mantener flexibles las articulaciones de la cadera y las partes interna y superior de los muslos. Es un buen ejercicio para la columna. 

Fortalece y estira la columna vertebral. La espalda se vuelve más fuerte y flexible, lo que contribuye a despertar y reactivar todo el organismo. Aumenta la circulación sanguínea, relaja el corazón, además de alinear correctamente los órganos del cuerpo.
 

Brinda flexibilidad, fortalece las caderas, ayuda a estirar las rodillas y los tobillos. Da tranquilidad y mejora la concentración. 
 

Mejora la concentración y el nivel de energía. Ayuda a tener menos temores, da fuerza y valor. Es una postura revitalizante. Fortalece el abdomen y la columna vertebral, estira la parte delantera del torso, incrementa la capacidad pulmonar y mejora la digestión. Aporta claridad mental y confianza en uno mismo.  

Relaja los músculos de la espalda y alivia la tensión en la pelvis. Incrementa el flujo sanguíneo a la cabeza y al cuello. Estimula el sistema digestivo y alivia el estreñimiento. Mejora el bienestar mental. 

Estira, fortalece y alarga brazos y hombros. La acción de elevación de brazos ayuda a abrir pecho y caja torácica, haciendo más eficiente la respiración.