Método MIT: el modo de ser más productivo según objetivos que vas a querer probar
Aprendé a organizarte mejor y ser más productiva aplicando esta metodología que se llama MIT. Está basada en la priorización de tareas.
28 de octubre de 2024
Método MIT: cómo lograr priorizar objetivos para no estresarnos. - Créditos: Getty
Tenemos tantas actividades en un mismo día que 24 horas parecen no ser suficientes. Terminamos agotadas y nos damos cuenta de que no pudimos hacer lo que teníamos pendiente ni tampoco nos quedó tiempo libre para leer un libro o hacer alguna actividad que nos guste. Ser productivas no significa hacer más cosas ni tener la agenda explotada de tareas, sino buscar la forma de poder optimizar lo que hacemos.
Para evitar que la rutina nos genere estrés o ansiedad, es importante partir de un buen descanso y organizar nuestras tareas de la semana. Una buena manera para hacer esto es a través del método MIT (most important thing, que en español significa “la cosa más importante”). Propone identificar la tarea principal del día o con mayor prioridad y empezar con esa. Al priorizar tareas y establecer un orden de acción, este método ayuda a evitar la acumulación de actividades y a reducir el estrés.
¿De qué se trata el Método MIT?
La coach australiana Chelsea Pottenger popularizó este método en su libro The Mindful High Performer (El alto rendimiento consciente). Ella afirma que la manera en que abordamos las tareas y objetivos impacta directamente en el éxito y la salud mental.
Por eso, describe que todos los domingos planifica su semana con el método MIT y asegura que la ayuda a empezar el día de forma organizada y con menos estrés. El proceso para llevarlo a cabo es muy simple: consiste en escribir una lista de todas las actividades que tenés que realizar en el día y empezar con la de mayor prioridad. Al hacer esto, evitás distraerte con tareas menos urgentes y te asegurás de progresar en lo más importante.
Para confeccionar la lista, se puede utilizar una agenda de papel o apps como Trello o Click Up, que permiten calendarizar las tareas asignándoles un color según la importancia. La ventaja de utilizar este método es que nos permite cuidar nuestra salud, al buscar un equilibrio entre el espacio productivo y el tiempo que le dedicamos al ocio.
Aprendé a priorizar
Seleccionar tu tarea más importante puede ser difícil, sobre todo si tenemos una larga lista de cosas por hacer. Para poder aplicar bien el método, es importante poder identificar cuáles son las actividades con mayor prioridad: las más urgentes, las más relevantes o las que mayor esfuerzo requieran.
Lo ideal es no tener más de tres tareas grandes por jornada, ya que, si saturamos el cerebro con demasiadas responsabilidades, este no tendrá tiempo de procesarlas.
Para definir tus MIT, preguntate:
¿Cuáles son mis objetivos a corto plazo?
¿Qué tareas tienen fecha límite?
¿Cuáles serían las tareas que tendrían un mayor impacto si las pospusiera?
¿Cuál marca un mayor impacto con su resultado?
¿Qué tareas me harán sentir satisfecha si las hago hoy?
La clave está en entender que no todo es importante ni urgente. A veces sobredimensionamos lo que creemos que podemos hacer en un solo día y terminamos con un burnout y una lista de pendientes interminable. Cuando no hay una identificación de qué es lo más importante o urgente, terminamos haciendo todo a medias. Y eso genera menos motivación y, en consecuencia, menor productividad.
Por eso, es importante tener en cuenta la duración y complejidad de cada tarea y tratar de ser realistas con lo que en verdad podemos hacer. Por ejemplo, al gimnasio, normalmente le asignamos una hora, que es lo que puede durar una clase. Pero, para poder tener una noción real del tiempo que nos va a llevar, tenemos que tener en cuenta el trayecto de ida y vuelta hasta el lugar y también el tiempo que después tardamos en bañarnos.
ventajas del MIT
1
Evita que procrastinemos. Solemos posponer aquellas actividades que nos demandan más tiempo o requieren un esfuerzo mayor, porque tenemos miedo o vemos la tarea demasiado grande o inabarcable. Para afrontar ese miedo, lo mejor es tratar de desglosar al máximo la tarea principal, ver los pasos que tenemos que hacer para poder cumplirla. Tener una visión desglosada hacia el objetivo nos permite darnos cuenta de qué tiempo nos va a llevar realmente ejecutar cada cosa. También es importante entender que, a veces, mucho de lo que nos parece complejo en realidad es producto de nuestra mente y cuando lo vamos haciendo nos damos cuenta de que no era tan grave.
2
Nos genera motivación. Al tildar o tachar de la lista una tarea importante que logramos cumplir, el cerebro libera dopamina, que genera placer y motivación. Por eso, para poder sacar el máximo provecho de este método, es importante hacer una revisión de tareas al final del día, ya que lo que no podemos medir, no lo podemos mejorar. Así, podremos aprender de la experiencia y mejorar nuestra gestión del tiempo para poder lograr nuestros objetivos.
3
Impacta en nuestra salud mental. Lo ideal es hacer la lista a primera hora del día, cuando tenemos más energía. Al utilizar un calendario o una agenda, la tarea queda visualmente plasmada y se fija mejor en la mente. Un tip: bloqueá las notificaciones del celular para evitar distracciones, tanto mientras anotás tus MIT como mientras las realizás. Si no, cuesta el doble hacer foco. El hábito de usar sistemáticamente este método va a tener un impacto positivo a largo plazo en nuestra productividad y salud mental.
Experto consultado: Juan Sigliano, director de Marketing y Comunicación en Sofía Contreras – Masteryhaus.