Las frutillas pueden acompañar cualquier colación del día. - Créditos: Getty Images
¿Sabés cómo conviene guardar y lavar las frutillas para que no se pongan feas enseguida? Puede que hayas probado distintas alternativas y que no hayan dado muy bueno resultados: no tires la toalla.
Algunas veces, las frutillas que compramos en verdulerías o ferias son cosechadas antes de su punto exacto de maduración y, en esos casos, suelen pudrirse más lento que aquellas que fueron recolectadas en su punto justo de maduración. En ellas, es probable que comience su deterioro mucho antes. De cualquier manera, tenemos un truco que nos funciona siempre y te lo queremos compartir para que puedas mantenerlas frescas y exquisitas por más tiempo en tu heladera.
Una regla básica antes de avanzar dice que no hay que amontonar las frutas finas, como el caso de las frutillas. Si bien puede resultar difícil por el poco espacio que a veces tenemos en la heladera, hay que intentar no ponerlas muy juntas entre ellas porque de ser así, empezarán a estropearse y marchitarse rápidamente.
Recomendaciones para conservar las frutillas una semana:
Podés usarlas para comer solas, con crema o en postres, ¡siempre son exquisitas! - Créditos: Getty Images
En primer lugar, es necesario lavarlas completamente. Se recomienda dejarlas en remojo al menos durante cinco a diez minutos, sumergidas en un litro de agua con tres gotitas de lavandina.
Luego conviene sacar las hojitas y colocar las frutillas en un bowl, preferentemente de vidrio, donde estén secas (o, al menos, sin exceso de humedad)
Ahora te recomendamos exprimir el jugo de media naranja y que las dejes reposar en la heladera.
Pasado un buen rato, el truco está en secarlas con una servilleta para absorber el exceso de humedad y poder evitar que se pongan en mal estado.
Ahora hay que ponerlas en un contenedor plástico con una servilleta en la base y cubrir el recipiente con papel film.
Dato extra: realizá breves agujeros en la superficie del film para que respire la frutilla y luego se debe guardar nuevamente en la heladera.
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