Gabriel Rolón: "No es fácil saber qué se desea"
Según el psicoanalista y escritor Gabriel Rolón, es muy común que no tengamos claro qué deseamos. Pero, ¿qué es el deseo para el especialista y qué nos aleja de él? En esta nota te detallamos algunas de sus reflexiones.
3 de julio de 2024
Según Rolón, nuestro deseo muchas veces se ve obstaculizado por lo que se espera de nosotras/os. - Créditos: Getty
Para Gabriel Rolón no es fácil saber que se desea porque entre el deseo y uno mismo se interponen muchas cosas.
En su canal oficial de Youtube, Rolón explica que todo aquello que se interpone entre nosotros/as y nuestros deseos, generalmente, son los deseos ajenos: Son todas esas voces y mandatos que “nos recorren desde la infancia”, “todo eso que se esperaba de nosotros”.
Si hacemos el ejercicio de recordar (o sentir) aquellas “creencias” que nos instalaron en la infancia, con las que sostenían cómo teníamos que ser, a quién teníamos que amar, si debíamos estudiar o no, incluso nos adelantaban si íbamos a ser felices o no, son todas esas voces/creencias que, de grande, se interponen entre el deseo y nosotros. “Es como atravesar un campo de juncos donde siempre se ve entorpecida la visión”, dice Rolón.
“La voz primordial que nos marca de chicos nos condiciona siempre”, lanza como una flecha y explica que es esa voz la que aparece tantas veces en forma de dolor cuando se sabe que se está defraudando a los padres en relación a lo que se esperaba de nosotros. Y entonces aparece la culpa que se interpone entre el deseo y yo.
Gabriel Rolón: ¿es difícil ser feliz?
¿Por qué es tan difícil ser feliz?, se pregunta Rolón. La respuesta es clarísima y directo al hueso: al parecer es muy difícil saber quién uno es y qué desea. “Siempre estamos excéntricos de nuestros deseos".
Dice algo así como que solemos estar "apabullados" por deseos ajenos, a veces de la familia, otra de la sociedad, qué espera la gente de nosotros..
"Lo que yo deseo para mí muchas veces no es lo que los otros desean que yo sea", dice. Por eso, sostiene que la frase tantas veces recibida y repetida -“yo esperaba otra cosa de vos”- habría que ponerla en seria revisión. "Las palabras que nos condicionan desde niños/as nos nublan la visión de aquello que deseamos, por eso es tan difícil reconocer el deseo".
“Estamos tan atravesados por opiniones ajenas que quedamos excéntricos a nosotros mismos”, recuerda una de las grandes frase de su último titulado “La felicidad. Más allá de la ilusión”.
Por último, advierte sobre el clásico narcisismo que los padres y madres transmiten a sus hijos: “Cuántas veces se dice ‘vos vas a tener todo lo que yo no tuve’, pero ¿quién dijo que yo deseo tener todo eso que vos no tuviste?”, retruca.
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