Gabriel Rolón: “El amor no es un lugar cómodo”

¿Qué pasa cuando esa incomodadidad aparece solo en una de las dos partes de la pareja? Cuando uno de los dos se siente incómodo, para Rolón "el tema es de la pareja y no únicamente un tema de quien plantea eso que está sintiendo como conflicto"; en ese caso, la manera de “arreglarlo” sería conversando, poniendo en común lo que está sucediendo a nivel vincular.

“Teniendo en cuenta que una pareja se construye de a dos, si una de las dos personas no se siente cómodo con ese vínculo, algo en la pareja no está bien”, dice Rolón.

El psicoanalista Leandro Palma, nos dice: "Cuando afirmamos que el amor resulta incómodo, no lo decimos en términos pesimistas, lejos de eso estamos. Lo afirmamos por las grandes contribuciones de estudios e investigaciones de Freud y Lacan y por la comprobación empírica en consultorio”, puntualiza.

Jacques Lacan, en tanto y según la mirada de Leandro, plantea un amor por fuera de lo edípico. Nos habló de “un nuevo amor”, ya no como repetición sino como invención. Un amor real, que contemple la falta y no caiga en lo ideal. Algo ya conversamos al respecto con Leandro en esta nota.

Así -continúa Leandro-, Lacan nos aproxima una definición de amor que dice algo así como ‘amar es dar lo que no se tiene’. La eficacia del amor bajo esta definición se produce en el hecho de que es un engaño recíproco. Cómo dar lo que no tenemos. Es una fórmula que plantea en su construcción misma algo del orden de lo imposible”.

Para ejemplificar, nuestro experto consultado recuerda el cuento “El regalo de los reyes magos” del escritor estadounidense O. Henry, que fue seleccionado por Jorge Luis Borges en su libro de compilaciones “Cuentos maravillosos”. “Los protagonistas parten del intento de completar al otro, pero chocan con la imposibilidad, aunque en este caso el amor continúa fortalecido a partir de aceptar esa imposibilidad de completar al otro”, dice Leandro.

Delia y Jim se amaban, eran pobres y en vísperas de la navidad sentían la necesidad de hacerse un regalo. Los protagonistas atesoraban dos cosas de valor: él un reloj de oro heredado de su padre que colgaba de una vieja tira de cuero; ella, una increíble cabellera que estaba dispuesta a perder por él, por eso decide venderla y con el dinero a cambio comprar una cadena para el reloj.

Al reencontrarse en su casa, Jim saca del bolsillo un paquete y lo apoya sobre la mesa para Delia: eran unas hermosas peinetas de carey que admiraba desde hacía tiempo cada vez que pasaba por delante de la vidriera donde se exhibían. Ahora ya no le servirían en su cabello corto. Como tampoco serviría la cadena comprada para su reloj, ya que lo había vendido para poder comprar las peinetas.

“Cada uno sacrificó lo más importante: En esta historia se juega el espejismo narcisista de completar al otro, pero cuando ese intento choca contra la imposibilidad real, muestra el fracaso de la cara imaginaria del amor. En este caso aparece la cara real, y los fortalece para continuar viviendo su amor con menos velos”.