“No sé cómo encarar al que me gusta”: claves para animarte en vivo y en redes

Una gran manera de poner primera es mediante un gesto. Esto puede ayudarte a descubrir si la otra persona también siente interés y, además, puede aumentar la sensación de complicidad y comodidad entre ambos.

Por ejemplo, una buena idea es investigar qué tipo de comida le gusta e invitarlo/a a un restaurante que se especialice en ese plato o planear una salida a ese lugar que hace mucho quiere visitar. 

Si todavía no se conocieron personalmente, podés mandarle un meme divertido sobre algo que les interese a los dos para demostrar que, al verlo/a, pensaste automáticamente en él/ella. 

Si querés ir directo al hueso y sentís que ya estás lista para decirle que te gusta, preparate antes de moverte de casillero. 

La mejor manera de sentirse confiada es practicar, ensayar lo que vas a decir. Podés hacerlo sola frente al espejo o con alguien que te haga sentir segura, como una amiga. También podés tener en cuenta algunos otros refuerzos de confianza como usar ropa que te haga sentir bien o escuchar a todo volumen una canción que te anime justo antes de encontrarte con tu esa persona.

Animate a pedirle una cita poniendo día, hora y lugar. Es clave cerrar la fecha y que no quede todo en un limbo. Este es un movimiento atractivo y demuestra que estás realmente interesada en conocerlo/a y que tu plan es real. Así, además, vas a poder tantear cuánta agua hay en la pileta, ya que la forma en la que el otro responda a tu propuesta te va a ayudar a saber si está interesado/a o no.

Si no estás segura de que existe una conexión real, coqueteá primero y evaluá su respuesta. Por ejemplo, hablale de esa película que tenés ganas de ver y decile que todavía no sabés con quién ir al cine, a ver si “pica”. Otra alternativa, quizás más audaz, es mandarle un mensaje diciendo que estuviste pensando en lo genial que es o invitarlo/a a alguna fiesta.

En todos los casos, sin importar el camino que elijas, es muy importante que te muestres como sos, que no te disfraces de nada para agradar, porque cuanto más tranquila y auténtica estés, más fácil va a ser que todo fluya. La actitud va al mando.

Por otro lado, potenciá eso que sabés que es tu fuerte. Puede ser tu humor, tu ingenio o tu creatividad. Invitá a la otra persona a que sienta curiosidad por vos, por conocerte más, por descubrirte. Construir una conexión no es fácil y decirle a alguien lo que sentís o lo que querés te puede llenar de miedo. Sin embargo, manejar sobre una ruta segura es indispensable para evitar caer en expectativas falsas o pérdida de tiempo. 

Cuanto más clara y espontánea seas, mejor. ¿Te animás a probar alguna de estas tácticas?