Día Internacional de la lucha contra el Cáncer de Mama: estas son las claves para su prevención y autoexamen

El cáncer de mama es el más frecuente en mujeres en todo el mundo. En 2018, se estima que 2,1 millones fueron diagnosticadas con esta enfermedad: un caso cada 18 segundos. Las estadísticas indican que el cáncer que registró más casos durante el 2020 fue el de mama, superando al de pulmón.

La incidencia de esta enfermedad es muy elevada, y aunque el índice de mortalidad es bajo -en comparación al de otros canceres-, el número de muertes por cáncer de mama es alto también. "Como el cáncer de mama es el más frecuente, el número de muertes es mayor. Es decir, son tantas las mujeres que son diagnosticadas con este tumor, que la mortalidad termina siendo la más alta también. Esto significa que el cáncer de mama es un gran problema para la salud pública a escala global", aseguró la Licenciada Sabrina Vallone, Becaria doctoral CONICET del Laboratorio de Blancos terapéuticos y Microambiente en Cáncer de mama del Instituto de Fisiología, Biología Molecular y Neurociencias (IFIBYNE). 

Los datos existen siempre y cuando un fenómeno se pueda medir. En muchos casos, las mujeres no tienen la posibilidad de acceder a un estudio de mamografía o a un diagnóstico preciso, por lo que sus casos no son contemplados en las estadísticas. Por este motivo, en los países de mayores ingresos el cáncer de mama se suele diagnosticar en una etapa temprana y el pronóstico suele ser más favorable. 

Según explica Sabrina: "Cuando el cáncer de mama es detectado tempranamente, es decir cuando el tumor está contenido en la mama o solo se ha diseminado a los ganglios linfáticos axilares, se puede tratar de manera exitosa en el setenta u ochenta por ciento de los casos". 

Además, la becaria de CONICET manifestó que "por el contrario, cuando el cáncer de mama es avanzado, es decir que se diseminó a órganos distantes (metástasis), se presenta un panorama mas complicado de abordar con las terapias disponibles actualmente. En estos casos, los principales objetivos de la terapia son para prolongar la supervivencia y controlar los síntomas manteniendo o mejorando la calidad de vida".

"La transformación de una célula “normal” a tumoral no es algo que ocurre de un día para el otro (o de una mutación para la otra), sino que es un proceso que lleva su tiempo. Porque el cáncer es una enfermedad del tiempo", enfatizó la Licenciada haciendo énfasis a la periodicidad en los controles. 

Además, agregó que: "El principal factor de riesgo en el cáncer de mama es la edad. Si bien las mutaciones ocurren constantemente en nuestro ADN, existen mecanismos celulares que se encargan de reparar esos errores. Pero como bien dicen, los años no vienen solos. Con el tiempo, esos mecanismos de reparación funcionan cada vez con menos eficiencia, acumulándose células dañadas o defectuosas en el organismo, lo que aumenta la probabilidad de generar un tumor". Por este motivo, son fundamentales los chequeos estrictos después de los 40. 

Según las estadísticas del Instituto Nacional del Cáncer, en el año 2022 se registraron 5.750 defunciones en mujeres por cáncer de mama, que corresponde a una tasa bruta de 24,4 defunciones cada 100.000 mujeres. Frente a estas cifras surge la importancia de cuidarnos y hacernos los chequeos todos los años. El autoexamen es el primer eslabón de una cadena se debe cumplir.

¿El primer paso? Mirarte. Parada frente a un espejo, con las manos en la nuca primero y en la cintura después fijate si tenés algo fuera de lo común, como una retracción del pezón (está como “metido para adentro” y no apunta hacia afuera) o de la piel, o una deformación en alguna de las mamas. Después, toca tocarse. 

1. Acostada y agarrando cada mama con la mano contraria, palpá toda la glándula mamaria (incluye areola y pezón) y la axila. Hacelo despacio y tranquila, primero en una mama y después en la otra. Empezá con movimientos desde afuera hacia el pezón. 

2. Después, continuá con movimientos circulares que vayan recorriendo toda la superficie de la mama. 

3. Por último, hacé movimientos rectos, ascendentes y descendentes, por todo el tejido mamario y las axilas.

Luciana D’Angelo, Cirujana general, especialista en mastología de LALCEC recomendó: "Toda mujer a partir de los 40 años debe realizarla una vez por año, siempre que no cuente con antecedentes directos, esté asintomática y no piense buscar un bebé próximamente". Si alguna de esas tres condiciones sí está presente, las mamografías anuales deben empezar antes: en el caso de las mujeres con antecedentes de primer grado (mamá o hermana), se recomienda empezar las mamografías 10 años antes de la edad de detección de la persona afectada, pero esa recomendación solo vale para adelantar la primera indicación.  "Esto quiere decir que si mi mamá tuvo cáncer de mama a los 65, no debo esperar hasta los 55 años para empezar, sino hacerlo a la edad que me corresponda", agregó. 

Como cada año, en octubre, la Liga Argentina de Lucha Contra el Cáncer (LALCEC), en asociación con la Fundación Avon, realizará mamografías gratuitas para personas de entre 40 y 65 años y sin cobertura médica en diversas localidades de las provincias de Entre Ríos, Santa Fe, Buenos Aires y CABA. 

Mas info: @lalcecargentina / @fundacionavonargentina.