Día Mundial del HPV: por qué prevenirlo es clave para evitar el cáncer de cuello uterino
El Virus del Papiloma Humano puede derivar en cáncer de cuello uterino: afecta a 4500 mujeres cada año y causa más de 2300 muertes, según cifras oficiales. ¿Cómo prevenir y qué tratamientos se pueden realizar?
4 de marzo de 2024
Las claves para prevenir el HPV. - Créditos: Getty
El Virus del Papiloma Humano (VPH o HPV), se presenta tanto en mujeres como en hombres. Se trata de una afección tratable que puede derivar en Cáncer de Cuello Uterino, el tercer tipo de tumor más diagnosticado en mujeres en Argentina y que afecta a 4500 mujeres cada año, lo que causa la muerte de más de 2300 .
Es por eso que la Liga Argentina de Lucha contra el Cáncer (LALCEC) invita a la comunidad a tomar conciencia sobre la importancia de la prevención, la visita regular al médico y la realización de estudios de rutina. Cada 4 de marzo, Día Internacional de Concienciación sobre el Virus de Papiloma Humano la entidad aprovecha para dar a conocer esta realidad e invitar a la reflexión. El 26 de marzo es el Día Mundial del Cáncer de Cuello Uterino.
Carlos Silva, coordinador médico de LALCEC, señala: “La prevención siempre es el mayor aliado para evitar el cáncer y/o llegar a un diagnóstico temprano, lo cual supondrá el inicio del tratamiento en fases iniciales. Prevenir es visitar al médico, hacernos los estudios de rutina, saber por ejemplo que el VPH puede prevenirse y debe tratarse. Sin dudas, en este sentido el acceso a información relevante es imprescindible”.
El VPH es un virus de fácil transmisión y más común de lo que se cree. Se estima que 4 de cada 5 personas podrían llegar a contraer uno o varios de los tipos de VPH en algún momento. Por eso es importante el correcto uso del preservativo, que reduce el riesgo de transmisión, aunque no lo elimina totalmente, ya que puede alojarse en puntos de la zona genital-anal que no quedan protegidos.
"Existen unos 200 tipos de VPH, de los cuales 40 afectan las zonas genital y anal. Se pueden clasificar en bajo y alto riesgo oncogénico. En el primer caso, se asocia con lesiones benignas como verrugas; en el segundo con lesiones que pueden evolucionar hasta resultar en un cáncer. El más frecuente es el de cuello de útero en la mujer; aunque también puede evolucionar en otros tipos de cáncer como de ano, pene, vagina, vulva y orofaríngeos”, explicó Silva.
El eje en la prevención
Para prevenirlo, en el caso de las mujeres se recomienda la realización de un estudio de Papanicolau (PAP) por año, a partir de los 25 años, que es una manera sencilla y efectiva de prevenir el cáncer cérvicouterino. Por otra parte, también puede realizarse el Test de VPH, que posibilita detectar la presencia de ADN de VPH de “alto riesgo oncogénico” en las células del cuello del útero. Esto permite la posibilidad de controlar el posible desarrollo de lesiones.
“La vacuna contra el VPH es altamente recomendable ya que disminuye la incidencia y mortalidad por cáncer de cuello uterino y la carga de enfermedad asociada al VPH, sus complicaciones y mortalidad. La vacuna es muy efectiva en reducir la circulación de los genotipos de alto riesgo. En países con buenas coberturas de vacunación, los virus VPH 16 y 18 disminuyeron en un 68%, y la presencia de verrugas genitales producidas por virus de bajo riesgo disminuyó en un 61%”, sostuvo Silva.
En Argentina, la vacuna se incorporó en su calendario de vacunación en 2011, para las niñas a partir de 11 años y los varones desde los 11 años, para la prevención de otros tipos de cánceres (ano, pene, cabeza y cuello). Un trabajo publicado en Papillomavirus Reserach, realizado en centros de salud de la ciudad de Buenos Aires y de las provincias de Misiones, Santiago del Estero y Buenos Aires, y liderado por el Instituto ANLIS/Malbrán, analizó la presencia del HPV en el cuello uterino de adolescentes de 15 a 17 años de edad y comprobó que la gran mayoría de las chicas vacunadas no se infectan con los tipos 16 y 18. La eficacia de la vacuna es mayor al 93% para estos genotipos.
La médica Fernanda Montaña, licenciada en Psicooncología, agregó: “Para las mujeres, tomar conocimiento que el test de VPH dio positivo puede generar un impacto psicosocial negativo, esto puede ser angustia, miedo, culpa, ansiedad, vergüenza, preocupación por la vida sexual, así como aumentar el temor a los contagios, teniendo en cuenta también el estigma social. Por eso, es importante tener presente la importancia de la detección y el diagnóstico temprano y oportuno, para poder ser tratado a tiempo y así prevenir el cáncer cervicouterino. Allí la importancia. no sólo de realizar el test. sino de retirar los resultados y seguir las recomendaciones médicas. Que el temor o la vergüenza no impidan cuidar la salud".
Por otro lado, Montaña sumó: “Es importante incorporar en la población hábitos de autocuidado, de un vínculo amoroso con la propia persona, teniendo en cuenta el cuidado de la salud, atendiendo temores que puedan obstaculizar la prevención, e involucrándonos con la información que nos permite dar ese cuidado a nuestra persona”.
Fuente consultada: LALCEC: https://www.lalcec.org.ar/
En esta nota: