El boom de las bebidas energizantes: ¿cuáles son sus beneficios y sus riesgos?
Qué son las bebidas energizantes, cuáles son sus beneficios y sus riesgos. Quiénes pueden consumirlas y quiénes no deberían. Consultamos con una médica especialista en nutrición.
5 de septiembre de 2024
Las bebidas energizantes se presentan como una solución rápida para combatir la fatiga y aumentar la resistencia física, pero pueden tener consecuencias significativas en el organismo. - Créditos: Getty Images
Las bebidas energizantes se volvieron cada vez más populares por su poder para mejorar la agudeza mental y aumentar la resistencia física en cualquier momento del día. Serían una especie de antídoto perfecto al agotamiento físico, mental y al desgano cotidiano. ¿Pero es cierto?
Estas bebidas, a su vez, no tienen alcohol, pero contienen ingredientes potencialmente perjudiciales, como puede ser la cafeína, los azúcares añadidos y los estimulantes como guaraná, taurina y L-carnitina, que en dosis elevadas resultan riesgosos.
En concreto, ¿sabemos qué consecuencias puede provocar en el organismo un shot de energía? ¿Cuáles son los efectos secundarios tras resolver la fatiga? Para responder estas dudas conversamos con Liliana Papalia, médica especialista en nutrición y obesidad.
Los pros y contras de las bebidas energizantes
Las bebidas energizantes, que se presentan como una solución rápida para combatir la fatiga y aumentar la resistencia física, pueden tener consecuencias significativas en el organismo. La experta lo detalla: “Aunque inicialmente proporcionan un aumento de energía debido a la alta concentración de cafeína y otros estimulantes, esta sensación es temporal y suele ir seguida de una caída energética, que provoca una mayor sensación de cansancio e irritabilidad”.
Su consumo, continúa Liliana, también estimula la liberación de dopamina, que es el famoso neurotransmisor asociado con el placer y que genera un efecto de recompensa en el cerebro: el riesgo está acá, en que puede llevar a un consumo repetido y, eventualmente, a una dependencia, “ya que el cuerpo busca recrear esa sensación de bienestar mediando siempre la ansiedad anticipatoria al consumo”.
Con las bebidas energizantes también se sobreestimula el sistema nervioso central pudiendo resultar en un aumento de la frecuencia cardíaca, presión arterial elevada y, en algunos casos, arritmias.
“El uso frecuente o en grandes cantidades puede agravar problemas de salud como trastornos del sueño, ansiedad y enfermedades metabólicas debido al aumento de la grasa corporal”, agrega.
¿Las bebidas energizantes realmente ayudan para revertir el agotamiento? - Créditos: Getty Images
Los ingredientes de las bebidas energizantes y sus efectos
La cafeína es uno de los principales componentes y su consumo en altas dosis puede provocar efectos secundarios como nerviosismo, insomnio, taquicardia e hipertensión.
Suelen tener una alta concentración de azúcares añadidos, que contribuyen con el riesgo de obesidad, diabetes tipo 2 y otras enfermedades metabólicas.
Otros ingredientes comunes, como el guaraná (que contiene cafeína adicional), la taurina y la L-carnitina, pueden potenciar los efectos de la cafeína, exacerbando los riesgos, especialmente, cuando se consumen en exceso. También pueden intensificar el efecto de recompensa en el cerebro y aumentar el riesgo de desarrollar una dependencia a estas bebidas.
Quiénes no deberían tomar bebidas energizantes
Los menores, embarazadas y personas con enfermedades crónicas no deberían tomar bebidas energizantes. - Créditos: Getty Images
Cuando consultamos a Liliana sobre quiénes no deberían consumir bebidas energéticas, ni siquiera en bajas dosis, la respuesta fue categórica: “Las bebidas energizantes no deberían ser consumidas por personas con afecciones cardíacas, hipertensión, ansiedad, insomnio, o trastornos del ritmo cardíaco, debido al riesgo de empeorarlos.
Tampoco se recomiendan para niños, adolescentes, mujeres embarazadas o en período de lactancia, ya que sus sistemas son más sensibles a los efectos de los estimulantes”.
También considera que aquellos que optan por consumirlas deben hacerlo con moderación, limitar su ingesta a ocasiones puntuales y evitar combinarlas con alcohol o realizar actividades físicas intensas inmediatamente después. “Es crucial estar conscientes de los ingredientes y las cantidades consumidas, y considerar alternativas más saludables para mantener la energía y la concentración, como una dieta equilibrada, ejercicio regular y descanso adecuado”, resalta.
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