¿Es necesario incorporar comidas más calóricas en invierno?
Por qué confundimos los alimentos calientes con los calóricos y cómo podemos modificar pequeños hábitos para mantener un peso adecuado en esta temporada fría.
5 de agosto de 2022 • 00:04
Cómo comer sano y rico en invierno - Créditos: Getty
Aún nos quedan unos meses de frío invierno por delante. Esas mañanas de escarcha, las noches con triple frazada, los cafecitos indispensables o el ritual del chocolatito antes de irnos a dormir. No nos engañemos, nuestras ganas de comer es mayor. Sentimos más atracción por los panificados, lo dulce, lo crocante y todo aquel alimento que abrace a nuestra boca con un tibio y rico sabor.
Sabemos, también, que nuestro requerimiento calórico varía con la edad: es mayor durante el crecimiento y disminuye en la edad adulta. También depende de nuestra contextura física y de la actividad que realizamos a diario. Sin notarlo, gastamos energía en mantener las funciones del organismo como respirar, latir del corazón, la digestión, además de la temperatura corporal a lo que se llama termorregulación.
En este sentido, cada uno debe ubicarse según su estilo de vida y entender que, si pasamos la mayor parte del día en ambientes calefaccionados, utilizamos medios de transporte público o vamos al trabajo en auto e incluso realizamos actividad física en lugares cerrados, el requerimiento extra por termorregulación no existe.
Calientes vs. calóricos
No debemos confundir la necesidad de consumir alimentos calientes, con la de consumir alimentos calóricos durante la temporada de invierno. Si en invierno seguimos consumiendo helados, sushi, sándwich de miga, bebidas azucaradas o cocktails helados, entonces también podemos seguir apostando a las frutas, yogur y ensaladas, sin que nos generen frío.
En caso de que seas del team “no como nada frío en invierno”, lo que debemos reflexionar es que el hábito a modificar sería entonces la temperatura y no el contenido calórico de las comidas.
Para obtener comida caliente debemos modificar la forma en que la preparamos: la opción saludable es optar por comidas al horno, plancha, vapor o hervir, por sobre la fritura.
Consejos para comer calentito, rico y saludable
Probá verduras cocidas, sopas caseras, tartas, budines, panaché y salteados.
Bajá el consumo de grasas saturadas o de origen animal: manteca, crema, leche entera y algunos aceites vegetales como el de coco.
Optá por grasas saludables (monoinsaturadas o polinsaturadas) como las que se encuentran en frutos secos, palta, salmón, aceitunas, chocolate caliente -con cacao 70% y leche descremada-.
Ejercitá en invierno
Para tener un estilo de vida saludable, el movimiento debe estar presente en todas las estaciones del año. Entonces, quienes no realizan actividad física pueden optar por comenzar a caminar en esta época del año y extramuros, donde el impacto metabólico es mayor.
Practicar ejercicio al aire libre en clima frío incrementa el gasto energético en termorregulación. Por lo tanto, si necesitamos perder algunos kilos, podemos aprovechar el invierno para salir a ejercitar (caminar, correr, bici, etc.) en exteriores.
Experta consultada: Elizabeth Caron, médica nutricionista en el centro médico Bionut.
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