Mes de la Madre: ¿qué "tipo" de madre sos, según la psicología?

Mamá Helicóptero es un tipo de madre que sobrevuela supervisando cada aspecto de la vida de sus hijos. Controla cada decisión, resuelve sus problemas y hace suyo sus éxitos y fracasos. Es una madre muy controladora, que protege en exceso y demanda perfección a sus hijos. Termina logrando hijos con baja autoestima, que carecen en muchos ámbitos de su vida de la suficiente independencia para tomar sus propias decisiones. Estos hijos en muchas ocasiones no pueden lograr sus propias experiencias, las que les darían el propio aprendizaje para una vida adulta plena y satisfactoria.

Por debajo del comportamiento visiblemente vigilante de la madre, hay un gran temor a que sus hijos sufran un peligro, y rara vez permite que tomen decisiones por sí mismos. Como consecuencia, sus hijos tienen poca autonomía para tomar decisiones y a largo plazo no desarrollan las habilidades para resolver los problemas que la vida les va presentando.

Según la descripción del experto, son aquellas madres que valoran por encima de todo el éxito académico en sus hijos, los presionan para que desarrollen una estricta disciplina, enfocándose en la continua competencia hacia la obtención de resultados, sin tener en cuenta las necesidades emocionales o individuales. Son madres muy estrictas y exigentes, y se enfocan en la excelencia académica y personal. La mamá tigre espera de sus hijos logros sobresalientes y prioriza este aspecto por encima de la felicidad a corto plazo.

Sus hijos, en el afán de cumplir con las expectativas de sus madres, logran éxitos académicos, a costa de altos niveles de estrés y baja autoestima, debido a que nunca pueden lograr cumplir con las expectativas que tiene su madre.

Es un tipo de madre que busca ser amiga de sus hijos, lo que deja de lado su rol de autoridad, debido a que prioriza ganar la confianza y complicidad en detrimento de la guía que aporta la disciplina de ser la figura materna. Hay un gran enfoque en la empatía y en servir de apoyo incondicional, sin imponer muchas reglas.

Los hijos pueden aprovecharse de esta relación y no desarrollar una comprensión clara de los límites o la responsabilidad que tienen las madres para con ellos.

Es una madre que proyecta en sus hijos aquellos sueños o metas que no pudo cumplir en su propia vida. Impulsa de manera directa a sus hijos que sigan el camino que ella misma hubiera querido seguir, sin importar los intereses o deseos de sus propios hijos.

Sus hijos sufren una gran frustración al no ser escuchados sus deseos, viven una vida que no es propia. La presión de tener que cumplir con los sueños no realizados de la madre puede generar una ansiedad constante en las infancias. Dicha ansiedad proviene del miedo a decepcionar a su madre, ya que cualquier fracaso se interpreta como un error personal y una traición a las expectativas de su madre.

Estas madres se caracterizan por no marcar límites, cumplen todos los caprichos y demandas que sus hijos les plantean. Otorgan un ambiente familiar donde la libertad de acción de los niños es la norma, sin medir las consecuencias. Es un estilo de crianza por completo permisivo.

Los niños criados por mamás medusas tienen poca tolerancia a la frustración y a la puesta de límites, los expone a experimentar situaciones estresantes en su adolescencia o edad adulta.

Es una madre que utiliza especialmente la culpa, la manipulación emocional o el control psicológico para que sus hijos se comporten de la manera que ella considere oportuno, según le sea más conveniente. En la mayoría de las ocasiones, la manipulación está disfrazada de una gran preocupación o amor. Es un rasgo característico el refuerzo intermitente, donde hay ocasiones donde se castiga en manera desmedida las pequeñas equivocaciones de sus hijos, tornándose inseguros para luego brindar amor o regalos en exceso para que crean que es la madre perfecta, este círculo logra con el tiempo que sus hijos estén en alerta constante debido a que no saben cómo va a reaccionar su madre y logra que sean sumisos y dependientes por completo de su madre.

Los hijos perciben que no son lo suficientemente buenos o que deben ganarse el afecto de los demás, lo que puede llevarlos a ser extremadamente autocríticos y buscar aprobación constante en sus relaciones. Al ser adultos suelen involucrarse en relaciones disfuncionales, ya que no saben cómo poner límites ni proteger sus propios intereses.

 

Experto consultado: Alexis Alderete (MP 85367) es Licenciado en Psicología. Egresado de la Universidad del Salvador. Especialista en Trastornos de Ansiedad y Entrenamiento en Habilidades. (Fundación Foro). Posgrado en Sexología Clínica (Sociedad Argentina de Sexualidad Humana). Ig: @holapsicologo