3 posiciones sexuales para potenciar el placer

“Cuando hablamos de posturas, la número uno es la técnica de la alineación coital”, dice Analía. Y refiere a la pose llamada “El misionero”: En principio se pensaría que es la más clásica de todas las posiciones: en una pareja hétero consiste en que la mujer esté acostada y el varón se posicione encima, o bien, parados.

Pero la sexóloga suma algunas precisiones que garantizan el placer, sobre todo, de la mujer, que requiere algo más que el simple “bombeo” para llegar al clímax. “El varón se coloca penetrando un poquito más arriba de lo normal, como entrando por la parte superior del canal vaginal. Ahí, en lugar de empujar y hacer el bombeo hacia adentro y hacia afuera él debe mover la pelvis en un movimiento de balanceo. Y, si la mujer hace lo mismo y el balanceo es de los dos, ¡mucho mejor!”, dice.

“Es un balanceo que los lleva en un movimiento de sintonía en conjunto. De este modo, la zona del pubis del varón va a rozar el clítoris, zona donde la mujer tiene una máxima satisfacción”, agrega.

La sexóloga recuerda que sólo el 20% de las mujeres con vulva tenemos orgasmos en penetración. Por eso se dice que esta postura, si hablamos de sexo con penetración, es muy efectiva para alcanzar el orgasmo en ambos. “Si se da esta penetración coital y el balanceo de pelvis conjuntamente en armonía ayuda un montón a que la mujer tenga orgasmo en la penetración”, señala.

“Suele circular mucho que, entre los varones gays, siempre se da la penetración por detrás. Pero puede que a algunos varones les guste penetrar o ser penetrados solamente. O a algunos les gusten ambas cosas. A otros ninguna de las dos”, empieza la sexóloga. Alguna vez, en OHLALÁ! hablamos del “petting”.

“Está bueno desarmar esto que antes se hablaba: ¿quién es activo, quién es pasivo? Porque siempre la “actividad” presupone a la persona que penetra, y hasta se asociaba que era más gay el que era penetrado”, dice, por comentarios de propios consultantes gays que atiende. “Hay que empezar a desarmar esas construcciones”.

Agrega: “Sepamos que generalmente ya no hay activos y pasivos, que no van esas etiquetas, y que los roles en las parejas cambian”. Suma que, también, se puede disfrutar del sexo entre varones gays sin practicar una penetración anal: se pueden realizar prácticas orales, de caricias, distintas manifestaciones sexo-afectivas.

“Hay que pensar en relación a lo que nos gusta y salir un poco del imperativo de la penetración, de lo coital”, propone. Y habla de enfocarnos en las caricias, los roces, las prácticas orales, la autoestimulación no como parte de la previa sino como parte del encuentro sexual.

“El sexo no necesariamente debe incluir una penetración y, a veces, se disfruta mucho más con otras maneras alternativas que no se enfocan en el coito”, refiere. “Está bueno saberlo e intentarlo”.

La experta dice que esto va a descomprimir mucho ciertas situaciones en las que, por ejemplo, no se da una buena erección. “Si solo estamos pensando en la penetración, todo se corta ahí. Pero si lo miramos desde el lugar de que podemos hacer un montón de cosas más allá de la penetración vamos a empezar a disfrutar y a relajar”, dice. Y la relajación es primordial: si alguien está tenso, no disfruta y, para una buena relación sexual, las personas deben estar relajadas, tenerse confianza y cuidarse. “Siempre usar preservativo para cuidarnos y tener una sexualidad sana y placentera”, enfatiza Analía.

“Una buena postura para dos personas con vulva podría ser colocándose frente a frente acostadas y, luego de la estimulación de todo el cuerpo -de autoestimularse con las manos cada una y/o cruzadas- se pueden entrelazar las piernas y, una de ellas, puede ponerse por encima simulando una postura parecida al misionero para que se genere el roce de las vulvas”, describe.

Sugiere que la persona que está abajo se ponga un almohadón por debajo de sus caderas para que la pelvis esté un poco más arriba y ahí genere una mejor fricción vulva con vulva.

“Recordemos que las personas con vulva sentimos placer a partir de la estimulación del clítoris”, señala Analía. El clítoris tiene el glande, que es lo que asoma por fuera, pero que por dentro tiene unas 8 mil terminaciones nerviosas por dentro de la vulva. Entonces, todo lo que roce el glande del clítoris y estimule la zona de la vulva va a provocar satisfacción y placer.

“Las mujeres entre mujeres tienen orgasmos en más del 90% de los encuentros sexuales, a diferencia de las mujeres con varones que tienen muy pocos orgasmos cuando sólo se trata de penetración”, concluye, contundente la sexóloga.