8 formas fáciles y rápidas de despertar tu creatividad
5 de junio de 2019 • 12:05
Créditos: Lucas Engel y Sofi Di Nunzio
El aburrimiento es unestado que solemos temer, pero del que hay que tratar de no escapar, especialmente si estás sacando adelante un emprendimiento. Porque en la quietud germinan los mejores proyectos y nacen las ideas más ingeniosas; pero, sobre todo, porque cuando hay espacio, lo que siempre brota con fuerza es la creatividad. Por eso, si te sentís identificada o estás pasando por uno de esos períodos monocordes en los que todo te da lo mismo: bienvenida, hay mucho por hacer. Te proponemos actividades que funcionan como despertadores creativos de ese estado somnoliento.
Créditos: Ilustración de Ariel Escalante.
1. Volver a la naturaleza
Caminando, corriendo, paseando, haciendo deportes al aire libre. Todo lo que sucede puertas afuera es un excelente antídoto contra el tedio y, además, puede resultar súper terapéutico. Un atajo para reconectarte también con vos. Salí, salí, salí. Respirá.
2. Juegos de mesa
Jugar siempre es inspirador y despabilante, pero hay un ejercicio que está buenísimo para trabajar la creatividad. Abrir un juego que no conocés (si es de otro país, mejor) y jugarlo con reglas propias, inventadas.
3. Minisiesta
A veces, dormir despierta. Cuando se trabaja en la búsqueda de una idea de manera intensa, hay un momento de súbita somnolencia. Ahí, justo ahí, una minisiesta de 30 o 40 minutos es lo que tu idea necesita para nacer.
4. Objetos locos
Una idea siempre dispara otra idea. ¿Se acuerdan de nuestros "objetos locos" de la web? Observar esos diseños originales puede despertar la inspiración. Desde ese enfoque, los objetos que encontrás en las tiendas de los museos o en tiendas de diseño y chucherías, y hasta en casas de antigüedades, son ideales.
5. Apagar (un rato) el celular
Leyendo, haciendo ejercicio, cocinando, o sea, lo que sea que nos conecte con olores, sensaciones y colores del mundo real. La tecnología está buenísima y nos ayuda a vivir mejor, pero a veces conviene dejarla un rato de lado y resetear nuestras conexiones con todo lo que nos rodea y que no se puede enchufar. Dejar de scrollear a las mismas personas día tras día.
6. Pasear por una librería
Las mejores son las bien grandes, esas que tienen hasta un barcito para poder sentarse y chusmear un poco. Recorrer estanterías y mesas, tomar nota de los títulos que llaman la atención o los que más se repiten. Como ejercicio, agarrá uno y hojealo teniendo en mente el proceso creativo con el que llegaste a la librería. Esos libros y un buen café son el mix ideal para la generación de nuevas ideas.
7. Aromas inspiradores
El truco de perfumarnos en instancias de pensar una idea puede darnos una fuerza importante... Hay que explorar los olores para saber si lo que estimula nuestro cerebro son los perfumes o los aromas del ambiente. A pan tostado, a ajo dorado, a tuco, a gardenias.
8. Salir de los lugares comunes
Como siempre decimos, hay que abrirse a la aventura y visitar lugares que se salgan de tus recorridos habituales. Por ejemplo, podés pasar una tarde en un templo de una religión que no sea la tuya, darte una vueltita por La Salada, ir a ver un partido de fútbol en la tribuna popular, practicar algún deporte o disciplina poco convencional (como arco y flecha, tai chi o pole dance). Dar con personas culturalmente diferentes que pueden enriquecerte: amantes del manga, vendedores ambulantes, faquires, rabinos, choferes de Uber.
Aventurate para lograr algo nuevo
Por Fabiana Renault. Consultora en Innovación, Docente Experta en la Universidad Siglo 21, Directora del Certificado Innovation at work y Coleccionista de Ideas.
Asistimos a un gran cambio de paradigma: hoy, las mentes creativas no accionan en aquel aislamiento propio de "genios locos solitarios" a lo Arquímedes. Hoy las ideas acontecen en modo social y la innovación es colaborativa y plural, el copyright dio paso al copyleft y ya poco importa quién fue el creador de la idea sino quién la llevó a cabo.
En línea con la creatividad social, es importante saber que para impregnarnos del contexto e inspirarnos es necesario estar atentas a los estímulos, y no solo eso, sino salir a buscarlos. Si te aburre la monotonía de tu vida, salí de tu zona de confort y aventurate para lograr algo nuevo y diferente. ¡Bienvenidos los héroes de las ideas!
En primer lugar, hay que estar alerta, las ideas no te mandan un "llegando en 5", pero si prestás atención, en la era de la infoxicación, están más accesibles que nunca.
Además de las antenas paradas, detectando lo que está pasando, es fundamental mantenerse en movimiento, en actividad y expuestas a los llamados "despertadores creativos", todo aquello que hace o ayuda a que una idea vea la luz.
Hacer cursos, webinarios, proyectos, viajes, lío, dibujos, poemas, tortas, masajes, sudokus, pizzas, agregándole una gran dosis de actitud arriesgada a la vida. Sí a la comida rara, a la gente de otras tribus, a rituales desconocidos, a lo inesperado. Desconocerte, de vez en cuando. Soltar el control. Y entonces sucede. Y caen las ideas; en cataratas. Entonces, el secreto es mantenerte en movimiento, es estimular la inteligencia interpersonal, el secreto es que la curiosidad sea tu religión.
En un contexto de tanto cambio, tanta revolución y tantos emergentes, ganarán las mentes creativas. Así que a preparar la red y adentrarse en este río revuelto, que nunca fue tan inspirador.
Cambiar de escenario puede ayudarnos a romper con la monotonía, saliendo de la caja y aventurándonos a tener nuevas experiencias que nos enriquezcan y nos llenen de creatividad. Surte el mismo efecto bajar un cambio y permitirnos disfrutar, porque no hay nada peor para la innovación que un cerebro agotado. ¿Querés leer más sobre el tema? No te pierdas el contenido que hicimos sobre retiros profesionales.
Expertos consultados: Claudia Kaltakian. Psicóloga clínica. Luciano Lutereau. Psicoanalista, Dr. en Filosofía.