Estuvo inicialmente relacionado con la
alimentación desintoxicante pero rápidamente se extendió a otros ámbitos y desembarcó con fuerza en la categoría beauty. ¿La propuesta detrás del concepto?
Hacer un reset para limpiar el organismo de toxinas, excesos e impurezas que impiden su correcto funcionamiento. En definitiva, el detox tiene el objetivo de purificar y nutrir el cuerpo -y en este caso la piel- ya sea con alimentos, productos o hábitos saludables. Pero eso no es todo. Porque no se trata solamente de evitar aquellos ingredientes que resulten nocivos, sino que, fundamentalmente, la idea es aportar que la ayuden a mantenerse saludable.
Por eso, si notás que tu piel está tirante, apagada y presenta algunas arruguitas o pliegues, no dudes en sumar a tus cuidados una rutina detox que la ayude a purificarse. ¿Vivís en la ciudad? El daño es peor aún, porque, seguro que ya lo sabés, pero vale la pena recordarlo. Es un hecho comprobado que la contaminación deshidrata y ensucia la piel: el ozono y el óxido de nitrógeno provocan inflamaciones (la piel está irritada y reactiva); el monóxido de carbono hace que el metabolismo se vuelva más lento (la tez está apagada, envejece en forma prematura y se vuelve reseca); el dióxido de azufre provoca alteraciones de la película hidrolipídica (la piel está irritada y sensible) y el polvo transporta contaminantes tóxicos que se depositan sobre la superficie de la dermis y la irritan. ¿El resultado? Una piel apagada, vulnerable a la aparición de afecciones como la rosácea, los trastornos de la pigmentación, el envejecimiento, la falta de luminosidad y con una menor respuesta de defensa frente a los radicales libres.
Y aquí es donde la cosmética detox entra en juego porque, ante este panorama, la propuesta es proteger el cutis con tratamientos que frenen la acción de los agentes contaminantes y de los rayos ultravioleta, dos enemigos que, unidos, actúan como aceleradores del envejecimiento celular. Pero, además de la limpieza externa, también hay que eliminar los residuos acumulados en el interior de las células. Este proceso de reparación -que el organismo realiza de forma natural por la noche- se ve dificultado si la piel está alterada y tiene depositado un exceso de toxinas. Por eso, los productos desintoxicantes de acción nocturna son los que contribuyen a que la piel se repare con más eficacia.
¿Sabías que el sueño cumple una función reparadora que le permite a la piel recuperarse? Durante la noche, la piel descansa y se recupera del daño que recibió todo el día: mientras dormirmos se estimula la produccipon de colágeno y elastina y se produce una actividad linfática que drena las toxinas y refuerza el sistema inmunológico. Además, en este momento del día la piel se vuelve más permeable y receptiva a los tratamientos de belleza por lo que es importante aprovechar la noche para aplicar cremas o máscaras faciales. Los tratamientos detox se pueden utilizar de forma permanente e incorporar a la rutina de cuidado una o dos veces a la semana. Como resultado de la aplicación, vas a empezar a notar una piel más limpia, fresca y con un tono más luminoso.
Expertas consultadas: Lara Pejko, Responsable de Comunicación Científica de Vichy. Antonella Carinelli. Formadora de Biotherm.