El secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos, John Kelly, mantuvo este martes un contacto telefónico con sus homólogos europeos Dimitris Avramopoulos, comisario de Interior, y Violeta Bulc, de Transporte, para discutir las medidas que se pueden adoptar para reforzar la seguridad en la aviación comercial. Europa logra, de momento, esquivar la prohibición que la administración de Donald Trump quiere imponer al uso de computadoras portátiles y otros dispositivos electrónicos en todos los vuelos internacionales que despeguen o aterricen en sus aeropuertos. No habrá que despachar los aparatos electrónicos.
La discusión, de acuerdo con fuentes de la Comisión Europea, fue "muy productiva". Los expertos, añaden, acordaron "estudiar nuevas estrategias de seguridad" para el transporte aéreo . El Departamento de Seguridad Nacional publicó también una nota de prensa en la que señalan que se abordaron tres asuntos. Por un lado, acordaron la necesidad de elevar los niveles actuales de seguridad en la aviación global. Por otro, están de acuerdo en seguir trabajando juntas en este ámbito y a mantener líneas de cooperación y comunicación claras.
Por último, el secretario Kelly dejó claro a sus contrapartes que la expansión de la prohibición de grandes dispositivos electrónicos en la cabina "sigue sobre la mesa" pese a que no se haya hecho un anuncio al respecto. Las autoridades estadounidenses insisten en que la amenaza es seria y está en constante evolución . En este sentido, la nota reitera que la administración Trump está dispuesta a aplicar cualquier medida necesaria para garantizar la seguridad de los aviones "si la inteligencia y el nivel de la amenaza los exige".
Si finalmente entrara en vigor la prohibición de dispositivos, afectará a más de medio millón de pasajeros que cada día vuelan desde o con destino en los Estados Unidos. La medida se aplica desde hace dos meses a una decena de aeropuertos en Oriente Medio y África. Los datos de la IATA –el organismo que regula la aviación comercial- calculan que hay 4300 vuelos internacionales que aterrizan o despegan cada día en los aeropuertos de EE UU. Kelly defendió el pasado domingo la prohibición afirmando que los terroristas están "obsesionados" con hacer estallar un avión en vuelo.