¿Perdiste la motivación? Te contamos cómo recuperarla.
Todas tenemos crisis, personales y laborales, y, a la hora de emprender, muchas veces pueden volverse ¡existenciales! Sin embargo, es posible atravesarlas y salir airosas. Nicolás Iglesias, Socio de ABCD Business, un programa de entrenamiento mental y habilidades socioemocionales para empresas, nos cuenta cómo lograrlo.
Cuando fue la última vez que te preguntaste seriamente "¿porqué hago lo que hago profesionalmente en mi vida?" Una de las claves para recuperar la motivación, entrenar la resiliencia y encontrar equilibrio emocional durante los momentos desafiantes de nuestra vida como emprendedores radica en la claridad que tengamos respecto a la respuesta de esta pregunta. Al grado de claridad y conexión que tengamos con nuestro propósito. Al sentido que le damos a lo que estamos haciendo.
Dejame contarte una breve historia:
Resulta que había un hombre que estaba observando muy sorprendido el comportamiento de tres albañiles en una obra en construcción. Los tres parecían realizar tareas muy similares, picaban ladrillos y llevaban materiales de un lado para el otro. Sin embargo, la actitud corporal y el comportamiento de cada uno de ellos era muy distinto. Fue así que ante su sorpresa y curiosidad esta persona decidió acercarse para conversar los albañiles.
Cuando se acercó al primero y le preguntó qué estaba haciendo, este, un poco malhumorado y de mala gana, le respondió: "¡No ves! Acá estoy todo el día como un esclavo picando ladrillos y llevando materiales de un lado para el otro por la poco plata que nos dan". Siguiendo su curiosidad, el hombre decidió acercarse al segundo albañil y preguntarle lo mismo. A lo que le respondió: "Acá estoy, ganándome el sustento diario para llevarle comida a mi esposa y mis hijos. No puedo quejarme, calculo que acá voy a tener trabajo por un buen tiempo".
Tras despedirse del segundo albañil, el hombre se acercó al tercero, el cual ya a lo lejos ya parecía tener un estado de ánimo muy diferente al de sus compañeros. Se movía animado, cantando, al mismo tiempo que realizaba sus tareas. Al preguntarle qué estaba haciendo, para su sorpresa y con una gran sonrisa en la cara, el tercer albañil le dijo: "¡Yo estoy colaborando en la educación de nuestros hijos! Estoy construyendo una escuela para que todos los chicos de este barrio tengan la oportunidad de educarse y así acceder a un mejor futuro en sus vidas".
Una de las fuerzas más importantes que hace que todos los días nos levantemos de la cama para desear superarnos y atravesar "las olas" del emprender es el sentido que le damos a lo que hacemos. El sentido funciona como un imán que nos empuja hacia adelante. Es lo que nos motiva y nos engancha con aquello que hacemos todos los días. Pero como en la moraleja del cuento de los albañiles, el sentido que le damos a las cosas que hacemos no es algo que viene dado. Va a depender únicamente de la conexión personal que nosotros le encontremos a aquello que hacemos.
Por eso, una de las claves fundamentales para estar motivados y tener al "músculo de la resiliencia" bien entrenado no será tanto el problema por el cual estés atravesando sino más bien cuán clara y fuerte es tu conexión con el sentido que para vos tiene eso que hacés en la vida. Sería algo así como encontrar cual es TU respuesta personal a la pregunta "¿Por qué hacés lo que hacés?". El peligro que tenemos todos los días es que, al pasar las semanas, los meses y los años, solemos entrar en una especie de piloto automático o rutina que muchas veces nos hace olvidar la respuesta a esa pregunta y esta conexión con el sentido.
Ejercicio
Quiero proponerte una serie de preguntas que, tomándote el tiempo, la reflexión y la conciencia en responder, van a funcionar como una especie de mapa o guía que seguramente te va a ir orientando y, en el mejor de los casos, reconectando con un profundo sentido.
1
Mirá hacia atrás en la historia de tu vida. ¿Podés detectar 3 eventos que te dieron mucho placer, plenitud, satisfacción y felicidad? 3 momentos de tu vida en los que sentiste que todo tenía más sentido y significado, que estabas alineado/ a y que las cosas fluían naturalmente. Tomate ahora el tiempo en reflexionar y anotar: ¿en qué contexto estabas? ¿Cómo te sentías? ¿Qué emociones estaban presentes? ¿Podés percibir si hay algo en común que se repite en los 3 episodios? ¿Qué valores podés darte cuenta que estuvieron allí presentes? Valores como: "la amistad", el sentido de pertenencia, la generosidad, la competitividad, etc.
2
¿Cuáles son tus pasiones? ¿Qué cosas te hacen sentir vivo y alegre? ¿Qué cosas te hacen vibrar?
3
¿Cuál te gustaría que sea tu legado en la vida? ¿Qué te gustaría dejar en tu comunidad, familia y circulo de amigos como marca de tu paso por esta vida? ¿De qué manera se conecta esto con el emprendimiento que tenés actualmente?
4
¿Te animarías a hacer un ejercicio de consulta con 5 personas de tu entorno cercano? Se trata de mandarles por email a 5 personas que te conozcan bien y que vos sientas que estén abiertas a darte una respuesta sincera y honesta a las siguientes preguntas:
- ¿Cuáles crees vos que son mis talentos innatos? Aquello que hago de manera espontanea y sin esfuerzo.
- ¿Qué cosas concretas crees que hago particularmente bien y que me diferencian al resto de las personas? ¿Qué me hace único?
- ¿Cuál crees vos que es mi esencia? ¿Mi Vocación?
Ahora bien, como si fueran 2 cables que estas intentando conectar entre sí, el ejercicio que te propongo es que veas si podes conectar algunas de estas cosas que tal vez empezaron a surgir después de responder a las preguntas con aquello que estés haciendo actualmente.
Vas a tener que usar tu creatividad, tu ingenio y tu sentido de exploración pero el ejercicio que te propongo tiene que ver con intentar encontrar áreas de oportunidad para reconectar tus pasiones, talentos y deseos personales con la actividad o emprendimiento que estés desarrollando actualmente. Volviendo al ejemplo de los albañiles, sería algo así como reconectar el deseo personal de colaborar en la educación de los niños y tu tarea cotidiana de picar ladrillos.
Conclusión
Para terminar, me gustaría compartir una reflexión personal con vos: nuestro cerebro esta desarrollado para hacernos sobrevivir. Para automatizar tareas y rutinas y atravesar la vida esquivando peligros y asegurando nuestra subsistencia. No está hecho para hacernos vivir en plenitud y felicidad. Para "automotivarnos" ni para superarnos diariamente. Esa es nuestra responsabilidad personal.
Por eso salir del piloto automático, conectarnos con nuestros talentos, pasiones y deseos es algo que nos toca encontrar y mantener vivo a nosotros. Es nuestra tarea si queremos vivir una vida con mayor sentido. Y esta es la razón por la cual me parece tan importante la acción concreta en dirección a conectarnos y descubrir nuestro sentido, nuestro "Por qué o Para qué" hacemos lo que hacemos. Personalmente yo creo que esta es una de las aventuras y desafíos mas espectaculares e importantes al que podemos invitarnos en nuestras vidas.