La desafortunada elección de la campera de Melania Trump para visitar a los refugiados
22 de junio de 2018 • 15:58
U$30 cuesta la campera de Zara que eligió la Primera Dama para su visita.
Al sector de la prensa amarilla que analiza los vestuarios de las primeras damas o miembros de la realeza cuando van a una muestra o reciben invitados, por ejemplo, les gustan especialmente las visitas oficiales. Porque son ocasiones para que estas mujeres de poder muestren vestuarios renovados, lujosos, y para que se luzcan cuando saben que todos las están mirando.
Un detalle protocolar, que no todas las mujeres siguen, claro, es vestir ropa de marca de un modisto del país anfitrión. Esto es exactamente lo que hizo la reina Letizia de España esta semana, por ejemplo, cuando se calzó un vestido rosa del americano Michael Kors para visitar a Donald Trump y su esposa en la Casa Blanca. Y también lo hizo Melania Trump, alguna vez, como cuando usó un tapado bordado de flores 3D de Dolce&Gabbana para una visita a Sicilia.
Pero para la primera dama de Estados Unidos, que fue modelo en su juventud, la moda es una forma de decir otras cosas, de ostentar su belleza, y de provocar. Por eso se pone stilettos de Manolo Blahnik cuando tiene que visitar los estragos de un huracán, o una bomber azul eléctrico sobre un chupín blanco para ver el Super Bowl, también con stilettos. Lo que es moda no incomoda.
Pero, además de modelo y de la mujer de Donald Trump, Melania también fue inmigrante. Llegó a Estados Unidos proveniente de la ex Yugoslavia, donde vivió hasta los 22 años en el seno de una familia comunista: el padre trabajaba de chofer y la madre, de modista.
En medio de la polémica que desataron mundialmente las prácticas de "tolerancia cero" que adoptó el gobierno de los Estados Unidos para separar a los hijos de sus padres inmigrantes ilegales, y que escaló a la escalofriante cifra de más de 2000 niños en custodia desde el pasado mes de abril (una cifra que se traduce en fotos dolorosas de ver y audios angustiantes con llantos infantiles, y que componen juntos un horror que nadie creyó volver a ver así, tan sistémico, tan expreso), Melania visitó ayer un centro de detención de esos mismos niños en McAllen, Texas.Y para la visita, se le ocurrió ponerse una campera tipo parka color verde que en la espalda dice: "Realmente no me importa, ¿a vos?".
Melania, que tomó un rol activo en el debate cuando circuló el fin de semana pasado un comunicado donde se manifestaba en contra de la política de separar a los niños de sus familias y llamaba a gobernar "con el corazón", dijo algo diferente con su atuendo.
Consultados por el error, los voceros de Melania dijeron que "no hay un mensaje oculto", aunque, de suyo, para el que lea la espalda de la parka, es bastante elocuente. Resulta por lo menos paradójico que, en una visita que se inventó para mostrar su empatía, su ropa diga expresamente lo contrario.
Arriba, la ilustración del artista neoyorkino Justin Teodoro, en respuesta a la actitud de Melania Trump.