Objetivos. Cómo crear el año soñado de tu emprendimiento
7 de febrero de 2020 • 14:20
¡Nuevo año y nueva década! Gran ocasión para planificar el año que comienza para tu emprendimiento, de modo que lo que hagas de ahora en más esté lo más alineado posible con tus objetivos, tus metas y tus sueños. Fabiana Fondevila, periodista y escritora, autora de "Donde vive el asombro. Prácticas para cultivar lo sagrado en la vida cotidiana" nos enseña cómo.
La primera pregunta, para empezar a diseñar, no es tanto "qué quiero hacer" en el 2020, sino "cómo me quiero sentir", y más aún, "quién quiero ser" en relación a tu proyecto. No tanto porque haya nada de malo en quién sos hoy, sino para confiar que está en vos evolucionar hacia tu mejor y más auténtica versión.
Seguramente hay cambios que querés lograr, como ser más productiva, delegar más para tener más tiempo libre, llevar una vida más activa, profundizar tus vínculos comerciales y administrar mejor tus ingresos. No importa cuáles sean las metas deseadas, hay que saber que, como cuenta James Clear, especialista en procesos de transformación, hay tres niveles de cambio:
1
Cambio a nivel del objetivo.2
Cambio a nivel del proceso.3
Cambio a nivel de la identidad.
En el primer caso, nos enfocamos puramente en el resultado deseado; por ejemplo: "Quiero aumentar mis ventas". En el segundo caso, nos ocupamos de los hábitos a modificar para lograr ese resultado; por ejemplo: "Quiero aprender a publicitar online". En el tercer caso, nos abocamos a cambiar nuestras creencias y modo de pensarnos; por ejemplo: "Quiero ser la dueña de una tienda digital".
En general, cuando nos disponemos a construir lo nuevo, lo que viene a la mente rápidamente son los objetivos. Tener un objetivo claro es importante para saber hacia dónde avanzar, pero no es suficiente. Por un lado, los objetivos suelen producir cambios a corto plazo. Siguiendo con nuestro ejemplo: una vez que aumentamos nuestras ventas, probablemente dejemos de formarnos en publicidad online. Por otro lado, tener un objetivo como brújula única puede limitar nuestra felicidad, ya que solo nos sentiremos realizadas cuando lo logremos. Si, en cambio, nos enfocamos en el proceso, podemos sentirnos bien con nosotras mismas cada día, por el solo hecho de estar haciendo lo que nos propusimos y encarnando, cada vez más profundamente, nuestra nueva identidad.
Dicho todo esto, ocupémonos ahora de los objetivos. Tener diez objetivos equivale a no tener ninguno. Para que un objetivo nos sirva de Norte, tenemos que aprender a priorizar. ¿Cómo lograrlo? Va una práctica:
- Tomá una hoja (podés hacerlo en la notebook, pero es más eficaz en papel), y anotá todas las metas que se te ocurran para este año. Grandes, pequeñas, fáciles, inverosímiles. No te reprimas, ¡anotalas todas!
- Mirá cada meta individualmente y preguntate cuál es el costo-beneficio de llevarla a cabo. Cuánto impacto tendrá en tu vida y en la vida de los demás, y qué tendrás que invertir (en términos de tiempo, energía y dinero) para llevarla a cabo. Si la ecuación no te rinde, descartala sin dudar.
- Quedate con los tres objetivos que más te cierran.
Una vez que tengas claros tus objetivos, anotalos en algún lugar donde puedas mirarlos a diario, o al menos al comienzo de cada semana (domingo a la noche o lunes a la mañana). Diseñá tus días de manera de darle un lugar prioritario a esos objetivos. ¿Qué nuevos hábitos tenés que adoptar para ponerles cimientos a esos esos objetivos? ¿Qué hábitos tenés que soltar?
Somos seres en continua transformación, pero a veces nuestras creencias interfieren con el proceso. Por eso es tan importante cultivar lo que la psicóloga norteamericana Carol Dweck llamó "mentalidad de crecimiento" (versus "mentalidad fija"). Quienes tienen o adoptan una mentalidad de crecimiento consideran que todo puede ser aprendido, y que los resultados que logramos en nuestra vida dependen en gran medida de nuestras elecciones y nuestros esfuerzos.
Date este año el regalo de creer en tu capacidad de concretar tus sueños y objetivos, y de crear una vida consecuente con ellos. Apostá por la persona que querés y podés ser, una elección por vez.
ATENTI: agendá este curso
"La cueva en la que temes entrar guarda el tesoro que buscas", dijo el gran Joseph Campbell. ¿Qué significa esto? Que esos aspectos nuestros que más rechazo nos producen suelen guardar la llave a nuestro mayor don u originalidad.
Aquel miedo, aquella limitación social o emocional, ese hábito loco que no queremos que nadie jamás conozca, esa acción que evitaremos como la plaga… en todos estos lugares oscuros de nuestra psiquis yace el oro. Si podemos juntar coraje y animarnos a mirarlos, podemos sorprendernos mucho con lo que ahí encontramos.
La vida guarda secretos a plena vista, y uno mismo es el último en enterarse de sus recursos ocultos. El próximo jueves, en un taller unitario y con pares afines de todo el mundo, nos dedicaremos a explorar nuestros tesoros escondidos.
Cuándo: martes 11 de febrero, a las 19.
Formato: online. Se puede tomar en diferido, ya que las clases se filman y comparten, junto con material complementario.
Inscripción: info@fabianafondevila.com o https://www.eventbrite.com.ar/e/la-cueva-que-temes-tickets-92585695307 si vivís fuera de Argentina.